Y yo ¿De qué mundo soy?

capitulo 36

—¿Cuándo podré verle? ,preguntó Galadriel acomodándose la almohada detrás de los riñones.
—Espera a mañana, doña impaciente ..
Mi hermano quiere estar fuerte para ti y antes de que te despertaras cayó desmayado al suelo.
Llevaba tres días sin dormir y había perdido mucha sangre.
—Él me trajo de vuelta ¿Cuándo se despertará?
—Pronto.
—Tú has hecho posible que hoy estemos a salvo, Galadriel .
Luna asomó la cabeza por la puerta y tocó con los nudillos.
—¿Se puede?
Las dos se alegraron de verla.
. —¿Cómo te encuentras hoy?
—Ya estoy bien. Necesito salir de aquí... Sácame por fi por fi
—No puedo
—Luna por fi...
—No .
—¿Uriel se encuentra bien?
—Sí. Acompañó a Nicholas para encontraros. Él estaba desesperado por verte otra vez en plenas condiciones. ¿Sabes que con la sangre se marea? Pues cuando vio el suelo de ese lugar tintado de rojo casi se desmayó.
Me voy...cuando Dylan se recupere quiero que vea que tengo listo todo lo que me pidió, si no tanto yo como Uriel nos iremos de cabeza a un campo de concentración ,dijo riendo.
—Luna, no deberías esconderte
—¿Qué? No me escondo.
—Eres especial. ¿Qué hay de malo en eso?
—Todo. Mira en qué mundo estoy. Hombres con habilidades especiales, vampiros... Y yo con un supuesto don para comunicarme con vosotros. Soy humana, por Dios, no tendría que hablar de esto con nadie.
—Por eso. Eres humana,Luna. Un nuevo paso para la evolución. ¿No te parece?
—Basta. No quiero oír más ..Por cierto, se que tu abuela se ha estado comunicando con Fedelma
—¿Sabes cómo mi abuela supo lo que estaba sucediendo y se preparó antes de que nadie le avisara?
—porque estaba en comunicación constante con ella ,esa mujer...es más importante de lo que nos quiere hacer ver.

Eran las doce de la noche. Galadriel se moría de ganas de ver a Dylan y el maldito todavía no se había despertado.
Había tomado la decisión de despertarlo ella misma. Sí, señor. Se había puesto una bata de color rosa claro hasta los tobillos.
Pensaba a cada minuto sobre todas las cosas que él le había revelado. Cómo la había mantenido en su paso entre los dos mundos. Cogida de la mano, no la había soltado en ningún momento.
Realmente se reprochaba el tener que ir a despertarlo, Dylan debía descansar, pero su necesidad de él la animaba a seguir con su propósito. Hoy ella iba a ser el cazador y él el cazado.
La habitación olía a él...a frutas del bosque.
Galadriel se quedó inmóvil al ver su rostro. Estaba tan enamorada de él que le dolía el pecho al verlo tan desprotegido.
Se inclinó para darle un beso inocente en la frente y lo observó anonadada mientras le acariciaba el pelo sedoso y negro como el ala de un cuervo.
—Hola, monstruo...
Intentó abrir la puerta para marcharse pero esta no se abrió. Parecía atrancada.  Miró hacia arriba y vio la  mano de Dylan, que sostenía la puerta para que ella no saliera de allí.
—¿A dónde crees que vas?
—Yo... no quería despertarte. Y entonces...
—Estaría loco si dejara que te marcharas ahora mismo, pequeña.
Él la estrechó entre sus brazos .
—Dylan.
Galadriel le rodeó el cuello y lo abrazó también con fuerza .
—Estás, estás temblando
—Y tú, cariño. Y tú
Galadriel sonrió y dejó que él la subiera a la cama .
—¿Tienes hambre?
Dylan asintió .
—Nunca más vuelvas a asustarme de esta manera. ¿Me oyes?
La estiró en la cama, debajo de él.
No podría amar a aquel hombre más de lo que lo amaba.
Dylan se quitó los pantalones de un tirón y se colocó entre sus piernas y dejó caer todo su peso sobre ella.
—No me dejes nunca más .
—No
—¿Estás enfadada conmigo?
—¿Enfadada?
—He vuelto a entrar en tu cabeza. La otra noche me fui sin avisarte, sin ...
—Tú no has hecho nada mal, Dylan. La otra noche te engañaron. Yo y cualquiera podría haber caído ante esas artimañas.
Luchaste por mí. Peleaste por mí. Y me salvaste. Y entraste en mi mente otra vez a la fuerza.
Gracias a eso, yo estoy aquí contigo, de nuevo. ¿Cómo podría enfadarme? Quiero que recuperes el contacto mental conmigo.
Galadriel lo miró, expectante ante lo que él iba a hacerle.
—Vivo para servirte, amor ..separó más sus piernas y colocó los hombros entre ellas para que no las pudiera cerrar.
Dylan internó la lengua en su interior .
Ella movia las caderas de arriba abajo, y cuando llegaba ya al clímax... Dylan la mordió, clavando profundamente los
incisivos entre los labios.
Galadriel lo agarró y tiró de su pelo, clavó los talones en el colchón arqueándose contra él .
La lamió hasta que los espasmos de su orgasmo cedieron. Ella lo tomó con una mano y lo guió hasta su entrada.
—Te amo, cariño. Te quiero. Te necesito. Las embestidas eran más y más fuertes.
—Te amo, Dylan .
—Estoy a punto... le dijo él riendo y recuperando el aire.
—Sí. Y yo...
—Aliméntate, amor ,la embistió más duro, pues sabía que ya estaban al límite.
Ella clavo los colmillos en su piel y bebió de él, y tanto él como ella se corrieron a la vez. Sus mentes se abrieron, compartieron pensamientos, necesidades, anhelos, sueños y deseos.
—No te has cerrado a mí
—Ni tú tampoco.
—Estás loca por mi
—No seas malo.
—Yo estoy loco por ti, pequeña, Entonces... ¿se acabaron las peleas?
—No lo sé. Me gustan las reconciliaciones...
—¿Para siempre?
—Lo que dure la eternidad.