Y yo ¿De qué mundo soy?

capitulo 23

Meandra esperaba furiosa.
—¿Qué has hecho con mi niña? ¿La has marcado?
—No la he obligado a nada, Meandra.
—No te acerques a ella, ¿me has oído? Todavía está superando el gran cambio como para que tú ahora le hagas la vida imposible. Tiene que estar muy confundida ahora. Hay que dejar que se adapte, ¿entiendes?
Era curioso ver cómo Meandra lo trataba.
—¿Dónde está?
—Aquí, Meandra,dijo Galadriel.
—¿Qué ha pasado?
—Nada que no tuviera que pasar, Meandra
—Tú no estás bien, cariño ,mira tus ojitos, están hinchados...
—Es sólo que estoy cansada estos días están siendo agotadores y ayer hubo
una pelea y...
—¿Te hicieron algo?
—¿Qué haces aquí, Meandra?
—Estaba preocupada por ti. .vente a la casa grande a vivir, no tienes que quedarte aquí
—Tranquila, Meandra. Ayer estuve en la casa de mi padre, que ahora es mía ¿sabes? Mis amigos Luna y Uriel están allí, él los trajo ,señaló a Dylan sin mirarlo.
—¿Por qué ?
—Creí que se sentiría mejor con ellos aquí. Ya sabes, no tan sola.
—Todo un detalle. ¿Entonces te gusta tu casa, pequeña?
—Es demasiado para mí..estar en la que se supone que había sido mi casa..sin ellos.
— te lo repito: puedes vivir conmigo. Me gusta que estés en casa y además no quiero que estés sola. Necesitas protección.
Por una de las puertas de la casa, aparecieron Mark y Christian, ambos con su pelo rubio , vestidos de riguroso negro.
—¿Qué pasa, amigos?  ,dijo Dylan.
—Te traigo el estudio de todo lo que obtuviste del camión .
— Es bueno que Meandra esté aquí para oírlo todo.
—Estamos enfrentándonos a hombres que saben lo que se hacen , estos hombres son expertos en la ciencia y la medicina
—Continua..
—Este bote, Lo usan para disimular nuestros olores . Si están haciendo daño a alguno de los nuestros, nuestra nariz lo detecta, pero si camuflan el olor con esto... no olemos nada. Son sustancias que eliminan los olores.
—Pero encontrasteis a mi padre ,dijo Galadriel.
—Lo encontramos porque alguien quiso que así fuera  .
—¿Alguien os quiso ayudar?
—Puede ser... no lo sabemos con seguridad.
—¿Qué más hay? ,preguntó Meandra memorizando toda la información.
—Estos son dardos capaces de tumbar a un elefante.
—Más cosas...
—Paños que si lo inhalas  caes en redondo .
—¿Cómo actuamos contra todo esto?
— sólo se me ocurre que llevemos encima, el tratamiento de los contrarios. .
—A un humano lo mataría, pero a nosotros, no. Sólo nos puede dejar un poco excitados.
—¿De qué estás hablando?
—El único modo de que nada de esto nos afecte es llevar en nuestro cuerpo una sustancia que nos excite y nos ayude a eliminar lo que sea que nos meten. Es como una terapia de choque. Se elimina a través del sudor o del sexo.
—¿Qué estás insinuando?
—usar estimulantes,sólo si nos alcanzan..Aquí hay la dosis justa y necesaria, las he preparado yo mismo. Cada uno de nosotros llevará esto encima, en sus guardias.
—¿Efectos secundarios?
—Bueno ,después necesitarás desahogarte . El veneno sale através del sudor. La ansiedad y el dolor que sentiremos sólo se verán calmadas a través de la estimulación sexual.
—¿Alguna cosa más que debamos saber?
— Por mi parte eso es todo.
—¿Y qué hay de lo que has obtenido tú del disco duro?
—He obtenido códigos de acceso,  para entrar en la base de datos...
Los chicos y Meandra se ensalzaron en una conversación que yo no conseguía seguir porque en mi mente solo retumbaban las palabras de Dylan.