Su padre llamó por la mañana.
Stiles ingresaría en la clínica la siguiente semana.
Desde que su padre se lo comunicó, no volvió a salir de casa ni siquiera para ir a la universidad. Prefería quedarse encerrado e intentar dormir, porque había empezado a padecer insomnio. No dejaba de darle vueltas al hecho de que iba a pasarse el resto de su vida en un manicomio. Era muy joven, ¿cómo podría aguantar ahí tantos años? ¿Acaso eso merecía la pena? La respuesta, según Stiles, era un no rotundo, pero ¿qué iba a hacer?
No se haría daño a sí mismo, nunca. Por lo tanto, solo le quedaba resistir.
Se dedicaba a dar vueltas en la cama, vestido únicamente con un pantalón gris de chándal. Hacía tanto calor que solo hacía el esfuerzo de levantarse cuando quería ir al baño, a cenar o a encender el ventilador. No se levantaba para otra cosa.
—¿Mieczyslaw? —preguntó una voz.
Stiles se sobresaltó. Había estado cinco días sin escucharla, sin ver esos ojos.
—Derek.
—¿Te encuentras bien? No has salido de casa desde lo de Garret. Por cierto, está bien. Lo llevé a casa.
Stiles se sintió algo más tranquilo al pensar que el chico no había sufrido daños demasiado graves.
—No voy a salir —informó—. Pasado mañana entraré en la clínica y prefiero ir acostumbrándome a la soledad. Además, tengo miedo de cometer alguna locura si salgo.
—¿Qué? —preguntó el hombre con confusión—. ¿Cómo que vas a entrar en la clínica? No me digas que vas a dejar que te metan ahí.
—Lo elegí yo.
Derek estaba sentado en la ventana, pero se bajó y se acercó a la cama de Stiles en cuanto escuchó esas palabras. Fue al armario, cogió una camiseta negra y se la lanzó.
Stiles la cogió y miró al mayor con los ojos muy abiertos.
—Seguirás conmigo cuando me ingresen, ¿verdad? ¿Vas a quedarte conmigo?
—No lo entiendes. Si te vas, yo solo podré hacerte visitas. Visitas restringidas, Stilinski. No puedes hacer esto. Mira, eres un chico responsable que sabe lo que es bueno para uno mismo. Si estuvieras enfermo de verdad, te felicitaría.
—¿Eh?
Derek se sentó a los pies de la cama donde Stiles estaba con las piernas estiradas. El menor no supo cómo reaccionar cuando Derek se tapó la cara con las manos.
—¿Qué sucede?
—Llevo toda mi vida pensando en ti, protegiéndote. He hecho promesas. Joder, Stiles, ¿no puedes confiar en mí por una vez?
Stiles se quedó con los labios entreabiertos al escuchar su nombre. Hasta ese momento había creído que Derek simplemente no sabía su nombre y que, por tanto, no existía, que era producto del tumor. Relacionaba el tumor con su madre, y su madre nunca le llamaba Stiles. Por esa razón había creído con tanto empeño que Derek era una alucinación. Todo era lógica. Pero ahora no le había llamado Mieczyslaw, ni Mieczy.
—No entres en la clínica —pidió, apartándose las manos—. No puedes enfermar, no tienes ningún tumor. Ven conmigo y deja que te lo enseñe.
—Hago esto por mi padre. No puedo hacerte caso simplemente porque intentes convencerme de que no tengo nada malo, mi cabeza es mi enemiga, no puedo permitir que nada juegue conmigo ni con mi salud.
—Acompáñame a casa —dijo entonces, tendiéndole la mano—. La manada no esta. Te mostraré la prueba que te confirmará que todo esto es real.
Stiles observó con curiosidad la mano que le tendía y, aunque dudoso, terminó aceptándola, más por curiosidad que porque de verdad lo creyera.
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Hit Me [STEREK]
FanfictionAdiós a la leyenda del boxeo más joven de Beacon Hills. --- [No corresponde a ninguna temporada].