Hit Me [STEREK]

14

—¿Qué le pasó a Talia?

—Hubo un incendio poco después de que tu madre muriera —respondió—. Toda mi familia murió, menos mis hermanas, mi tío y yo.

—¿Dónde están ellos ahora?

—Mi tío forma parte de la manada y mis hermanas están por la ciudad.

Stiles asintió y apartó el rostro de la mano de Derek.

—¿Y tú te estás encargando de mí porque nadie más puede hacerlo?

Derek se rio con suavidad y negó con la cabeza.

—No es porque nadie más pueda, es porque mi madre confió en mí para hacerlo. Sabía que yo haría lo que fuera por protegerte, así que me dio todas las indicaciones y me dijo dónde guardaba la carta. Cuidar de ti era algo importante, alguien tenía que hacerlo, y mi madre era consciente que podría pasarle algo. Era una alfa importante y bueno... nunca se sabe.

—Me mordiste antes de saber que tenía el tumor —dijo Stiles.

—Tarde o temprano iba a aparecer, aunque no me esperaba que fuera tan pronto. Solo quería ahorrarte el sufrir por todas esas heridas.

Se quedaron unos segundos en silencio, ambos sumidos en sus pensamientos.

—Pero el incendio... —empezó Stiles, pero no sabía si era buena idea preguntar cómo se había originado, así que se calló.

—Alguien quería acabar con los Hale —dijo Derek, como si pudiera leerle el pensamiento—. Casi lo consiguen.

Stiles se tapó la boca al escucharlo. ¿Cómo podría alguien hacer eso?

—¿Fue provocado?

Derek asintió y Stiles, al ver cómo rehuía su mirada, se acercó a él. Le cogió de la muñeca con algo de inseguridad y llevó la mano del mayor hasta sus piernas, donde la sujetó entre las suyas y la apretó.

No dijo nada porque no había nada que decir, pero para Derek fue suficiente con que le mostrara su apoyo.

Con la mano que no tenía agarrada Stiles le levantó la cabeza y lo besó.

Al principio el menor se quedó quieto. Solo podía pensar en que tenía a Derek sujetándole la cara mientras él tenía la otra en sus propias manos. Nunca había besado a nadie sin pensar que fuera un sueño. Esta vez él era consciente de que lo que estaba sucediendo era real. Derek lo estaba besando y por una vez en su vida, no creyó que no fuera natural.

Inmediatamente después de darse cuenta de todo eso, correspondió al beso con bastante torpeza. No tenía la confianza que había tenido la primera vez, pese a que era consciente de que tampoco lo hizo del todo bien en aquel momento.

—No te pongas nervioso o te descontrolarás —le dijo Derek tras separarse un poco—. Estás haciéndolo bien.

Stiles se ruborizó y Derek le cogió de las manos para atraerlo hacia su regazo. Cuando estuvo sentado sobre sus piernas, no dudó en volver a besarle.

Cuando era pequeño sentía admiración por Stiles. Claudia siempre les contaba qué había hecho, y siempre eran cosas buenas y divertidas. Se moría por conocerlo, pero nunca lo había visto como un hermano o como alguien de la familia, como sí había hecho con su madre. No lo entendió hasta que creció un poco y solo podía pensar en él.

En besarlo.

Stiles escondió el rostro en su cuello y Derek le acarició la espalda.

—¿Estás bien?

—Sí —dijo—. Gracias por cuidar de mí.

—Siempre, Mieczy.