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✔elecciones de 1934 parte 3

3 de abril de 1934

Ambos adolescentes estaban en el jardín en ese momento,  jadeando y sudados por el cansancio del duro entrenamiento que estaban llevando.

El príncipe menor era de complexión mediana y una fuerza muy común,  usaba un short blanco con franjas azules,  y una camisa del mismo color con un simbolo negro al centro, con helechos, que simbolizaba la paz entre los diferentes tipos de monstruos. 

Alceo,  por el contrario,  llevaba un lindo traje rojo,  de tela sintética,  y con muñequeras con detalles negros y dorados,  ideal para el entrenamiento.

Al contrário de su amigo el mayor era bastante alto,  con una buena musculatura y una fuerza bestial,  si lo quisiera podría hasta cargar a Jack con uno solo de sus brazos.

A pesar de la diferencia de fuerzas y estaturas sus habilidades en batalla eran muy equilibradas.
Jack podía dar golpes muy rápidos y certeros,  aprovechando los puntos débiles de su amigo y sin titubear al ver la oportunidad.
Alceo,  por el contrário,  contaba con una fuerza y técnica mortales,  un golpe suyo dado con toda su fuerza podía costarle la batalla a cualquiera,  aúnque había dos inconvenientes. el primero era que solía contenerse demasiado,  y el segundo,  y más importante,  era que no contaba con mucha velocidad de ataque, ni de defensa.
Al terminar jack ganó,  pues le tumbó los lentes al mayor y así no podía ver casi nada,  solo unas cuantas manchas de colores.
Después de eso fueron a tomar agua fresca y limpiarse el sudor con unas toallas de algodón fresco.

— ¿como estuvo?  — preguntó Jack con mucho ánimo,  limpiándose el sudor de la cara

— tumbarme las gafas fue jugar sucio — respondió el bisonte,  riendo con ánimo

— en la guerra y en el amor todo se vale — objetó el gato naranja

— pero no estamos en guerra

— entonces solo queda una opción ¿no?— respondió el joven príncipe,  con burla

— ¡Jack! — el mayor se puso todo rojo,  y mejor se puso a limpiar sus lentes

El felino solo rió con burla. No sabía todo el transfondo del chiste, solo lo había escuchado en la zona de mercados y repetido. Aúnque... A decír verdad Alceo tampoco lo comprendía por completo.

— Jack — le llamó una voz femenina a sus espaldas, paró su risa al instante y al voltear vió a una gata gris,  como de unos 30 años,  y que superaba los dos metros de altura.  Vestía un elegante vestido café,  con corsé, y un collar de oro con diamantes.  — papá te llama

— ¿ahora? No eh hecho nada malo — respondió a su hermana,  pensando por que travesura le querrá regañar su padre. ¿habrá descubierto los pastelillos que hurto la semana pasada?  ¿o los libros con palabrotas que tomó sin permiso del estante? La verdad esos no le gustó mucho que digamos...

— no se porque te llama,  pero lucía sério.

— santo cielo,  me espera un gran regaño

— ¿pues que has hecho ahora?  — reprendió su hermana.  Jack solo se alzo de hombros con una sonrisita,  ella suspiró con resignación — te llamó para hablar contigo,  se desocupara hasta las 5 y a esa hora quiere que vayas al tercer balcón a tomar el té con él. 

— suena bastante serio.  Ahí estaré,  gracias por avisarme

— avisame que te dijo

— seguro — le respondió por último. Ambos se sonrieron y la mujer se marchó.