Jack hizo una maleta con tres mudas de ropa, calcetines, cosas básicas de limpieza y medicina, tanto sus medicamentos psiquiátricos como los de sus heridas físicas y quemaduras. Vendas, gasas y... Un broche de plata que le había regalado Alceo, era un símbolo que le gustaba, un símbolo de paz entre especies de monstruos pues en los momentos más difíciles ellos habían estado juntos. Era irónico que ahora entre los mismos monstruos se estuvieran destruyendo...
Al terminar con su solitaria maleta y al saber que no podría llevar mucho más con él decidió ir a la torre de Alceo y hablar con él, le partió el corazón saber que justamente ese día él no se encontraba en la ciudad, había salido a un corto viaje de dos días a la tierra prometida y... No volvería hasta entonces.
Jack salió de la torre apenas pudiendo contener las ganas de llorar, ¿pero que le pasaba? Antes apenas derramaba un par de lágrimas de vez en cuando y ahora era tan fácil hacerlo llorar, eso le hacía sentir muy enfadado consigo mismo.
Se autoconvencio con la idea de que solo estaría fuera un tiempo y al volver se podría reconciliar con su amigo así que esa tarde se la pasó leyendo pues sabía que no podría llevar libros con él pues eran demasiado pesados. También durmió, mucho, eso le hacía sentir menos mal.Un poco después de la media noche su hermana llegó y le dió a Jack una bolsa de papel grande
- ¿que es esto? - pregunto su hermano, aún somnoliento.
- es un traje típico de las montañas, sabes lo tapados que son, así pasarás desapercibido en el tren - explicó ella y luego salió de la habitación para que su hermano se cambiara.
Jack se pusó los sueltos y rugosos pantalones negros, las botas, las camisas, la capucha, el cubrebocas y los guantes, solo se le veían los ojos, orejas y cola, ¡vaya! Era como cualquier habitante común de las montañas. ¿por que no se iba a pasar haya una temporada? Oh, si, el pasaporte, sabrían que era él y pasar de manera ilegal era un riesgo que no tomaría.
- estoy listo - le dijo a su hermana a susurros saliendo de su habitación maleta en mano.
Ella le dió su boleto de tren y lo acompañó hasta una salida secreta que había tenido Jack desde hace años detrás de un árbol en un laberinto de ojas. Después de todo no era la primera vez que salía del Palacio a escondidas.
Llegó a la central de trenes, solo. Y se sentó en una de las bancas, la madrugada era muy fría y humeda, no había casi gente más que un hombre de traje dormido y una mujer pulpo que barria el suelo polvoso con cara de pocos amigos.
Jack no tenía mucho que hacer así que se bajó el cubrebocas y jugó con el vapor que producía su aliento al soplar, eso hasta que el tren llegó haciendo temblar las vías y el jóven príncipe decidió subir y dar su boleto.
Se fué a sentar a un asiento al fondo del vagón, ahí donde nunca le permitían sentarse cuando viajaba en tren, y se pusó alado de la ventanilla.
Media hora después el tren comenzó a crepitar y se pusó en marcha, Jack vió como se alejaba de la estación
y no sintió nada, eso hasta atravesar por encima del puente, de donde se alcanzaba a ver el palacio y la ciudad, eso si le dió sentimiento pero se rehúso a llorar, solo apretó sus prendas con fuerza y se forzó a mirar por última vez su hogar.
Su hermana le había dicho que pronto volvería pero... Algo en él le decía que nunca estaría en el palacio de nuevo.La noticia de la desaparición del príncipe se hizo saber de inmediato, nadie le había visto y todos se preocupaban, como la noticia de la enfermedad del joven Russell no había salido de los muros del castillo nadie sospechaba que se había escapado por locura, los ciudadanos del reino pensaban en él como ese chico alegre y travieso que había salido en camaras, el que a veces se fugaba a la zona de mercados a comprar dulces y saludar a la gente, el chico responsable he inquebrantable que había construído la gran biblioteca he hizó una excelente campaña que destacó en todos los ámbitos.
Ese era Jack a vista de todos, y si, lo era, pero una enfermedad como la suya había cubierto esa genialidad con una capa de polvo, Jack seguía siendo el mismo pero lo cierto era que nada sería de nuevo igual.Todos comenzaron a sospechar que algo malo había pasado por lo sucedido en la pelea con Alceo y la forma en la que se batieron a duelo, nadie dudó de el futuro rey ni por un segundo, él también era un niño después de todo. Pero se comenzó a sospechar de sus familiares, sospechas que la verdad no llegaron a nada y solo quedaron en simple cotilleo, afortunadamente para Gorwed y el padre de Jack.
Alceo llegó antes de su viaje por la desaparición de su amigo, y no estaba felíz, ni una pizca, la preocupación por Jack era demasiada, al pasar de los días y al ver que su amigo no aparecía comenzó a asustarse y lamentarse. ¿por que no solo se disculpo? ¿Jack creería que lo odiaba? ¿Jack lo odiaba a él? No podía con ese peso, le envió una carta a Iliam para pedir ayuda y consuelo pero él no parecía querer contestar.
- Alceo, ven. - pidió su tío una noche al deprimido príncipe.
Él últimamente había escrito muchas cartas, se la pasaba ansioso o abstraído y apenas comía, Gorwed estaba preocupado por su salud.
- ¿que sucede? - pregunto el jovencito con la mirada triste, avanzando hasta la habitación de su tío
- ¿estas bien?
- si. Gracias - respondió - solo un poco preocupado por lo de Jack
- te vez enfermo y palido. No has comido mucho los últimos días
- he tenido náuseas y no mucho apetito - respondió golpeando distraídamente las garras en una botella de coñac que había en la mesa, causando un melodioso sonido de vidrio
- ¿quieres? Tal vez así recuperes el apetito
- la verdad no. Gracias
- insisto. Cuando tu padre se emborrachaba conmigo cuando eramos jóvenes se sentía más ligero, de seguro es lo que necesitas, ven, te invito - insistió el hombre en un intento de hacer sentir mejor a su sobrino.
Sacó de la alacena dos vasos de vidrio y le sirvió en uno a Alceo.Él bebió todo de un solo trago he hizó una mueca de disgusto - es muy amargo
- ¿te gusta?
Él guardó silencio un momento y luego asintió - si. Gracias - su tío intentó servirle más y él pusó a modo el vaso.
Ese día se embriagó por primera vez en su vida ¡y se sentía tan bien! Se sentía ligero y alegre, como si la vida fuera hermosa nuevamente, como si sus problemas simplemente ya no fueran tan importantes.
De ese día y a esa sensación tan liberadora decidió comprar sus propias botellas de alcohol y de vez en cuando emborracharse hasta sentirse mejor, no importaba tener algo de resaca después, era algo que podía soportar, y en realidad, incluso pensaba que estando ebrio pensaba con más claridad sus decisiones como rey así que ¡que mejor!Antes de la coronación se había acostumbrado a estar todo el tiempo ebrio así que tener que estar sobrio ese día era algo muy difícil de llevar.
Más difícil fué después de la coronación, durante la fiesta, cuando se acercó a Iliam para preguntar sobre las cartas que no había respondido y si algo estaba mal. Pero el duque... Simplemente le saludó con una reverencia diplomática y salió de la pista de baile. El rey lo sigio a paso acelerado y casi se cae al pisar su capa pero pudo sujetarse de un pilar, aúnque al levantar la vista... Iliam ya no estaba.
- ¿por que huyes? ¿piensas que yo he sido el villano? - susurró para si mismo mirando al lugar donde antes su amigo había estado de pie.
Ese fué el fin del trío de los problemas, Alceo se volvió rey, Iliam dejó de hablar con él por razones extrañas y Jack simplemente no volvió a aparecer y meses después anunciaron públicamente su locura ante la prensa y le dieron por muerto. El palacio nunca había sido tan frío.
...El palacio nunca había sido tan frío.
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sphere of read scribbles
Fantasíarecopilación de escritos sueltos de la historia Liftale. puede contener spoilers de la misma. La mayoría de capítulos son autoconclusivos a menos de que tengan numeración. Disfruten! 💖