Capítulo 3.

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Evito a mi mejor amigo. No puedo con él. Se ha vuelto taaaan pesado desde aquella noche que no sabemos muy bien que pasó pero que según él, ahora, recuerda a la perfección. Dice que fue la hostia y que le encantaría repetir. Yo no estoy tan entusiasmada como él, porque joder, es mi mejor amigo. Además, no repito chico. Hoy se me ha vuelto acercar y me ha tocado el muslo, pero no quería darle importancia, hasta ahora. Tengo dos llamadas perdidas suyas. Estoy en mi apartamento con una botella de champán y me estoy riendo. El champán es tan de enamorados que me dan ganas de reír. Estuve jodidamente enamorada una vez y joder, que asco. Más tonta y no nazco. Vuelvo a reír. Me levanto del sofá y me tambaleo un poco. Estoy chispa, pero no me importa estar con resaca mañana, así pierdo clase. Me tropiezo con una estantería y caigo al suelo. No puedo parar de reír. Yo antes solía leer. Solía. Solía. Yo antes solía hacer muchas cosas. Ahora suelo hacer otras.

Mi móvil vuelve a sonar por tercera vez en la tarde y estoy por cogerlo y tirarlo por la ventana, pero pienso en ello y sé que, evidentemente, me arrepentiría. Asi que en vez de eso, decido cogerlo.

-¿Qué?

-Uuuuh, alguien no está de humor hoy.

-Pues no, joder, no. ¿Qué quieres?

-¿Puedo verte?

-Como quieras.

-Abre. –La llamada finaliza y quito el móvil de mi oreja dejándolo en la mesa, enfrente del sofá.

Voy a la puerta y la abro. Louis está apoyado contra el marco de ésta, sonriendo. Me pongo a un lado, dejándolo pasar. Él pasa arrebatándome la botella de champán. Ríe.

-¿Champán? ¿Qué haces bebiendo champán?

-Porque me ha dado la gana, ¿tal vez? –Cierro la puerta y camino hasta el sofá, tirándome en él. Louis repite mi acción.

-Raro en ti. –Levanto los hombros y los vuelvo a bajar. Sonrío.

-¿Por qué eres tan pesado? –Pregunto, quitándole la botella.

-¿No puedo visitar a mi mejor amiga? –Vuelvo a levantar los hombros.

Pongo mis piernas encima de su regazo y apoyo mi cabeza en el reposabrazos del sofá. Louis pone sus manos encima de mis piernas y las acaricia suavemente. Voy vestida con una camiseta larga y con unas simples bragas, mis piernas están desnudas y su tacto me hace tiritar. Su mano sube hasta la parte interior de mi muslo.

-Louis, no sigas. –Susurro cerrando los ojos.

-¿Por qué no? –Su mano sube un poco más hasta rozar mi clítoris.

-Louis. –Gimo. –Mmmm.

-¿Te gusta? –Susurra inclinándose hacia mí.

Con un ligero pero rápido movimiento me siento en su regazo y le cojo las dos manos, poniéndolas a cada lado de su cuerpo.

-Te he dicho que pararas, Louis. –Su mirada es ardiente, llena de pasión. Mi boca esta a centímetros de la suya. Se inclina hacia delante, rozándome los labios.

Le muerdo el labio y le beso. Él me besa con ferocidad. Dejo sus manos liberadas y al instante éstas se trasladan a mi cintura baja. Me levanta ligeramente la camiseta y mete sus manos dentro, acariciándome la espalda. Mis manos pasan por su pecho hasta llegar al borde de su camiseta. Se la subo y la retiro. Su pecho esta al descubierto y deshago el beso. Beso su cuello y su pecho con besos mojados. Louis juega con mi camiseta hasta que me la quita. Mi pecho también está al descubierto. Mis pezones se endurecen y me estremezco cuando sus manos me los toca. Vuelvo a sus labios.

-Esto no está bien. –Susurro pegada a sus labios.

-Si está bien.

-Una última vez. –Digo contra su mejilla.

-Una última vez. –Repite y vuelve a besarme.

Me empuja hacia un lado, tirándome con suavidad al sofá. Se pone encima de mí y besa todo mi cuerpo. Se despega de mí por unos minutos para desabrocharse el pantalón. Antes de tirarlos al suelo, coge un condón del bolsillo derecho. Vuelve a mi baja cintura y tira de mis bragas. Me inclino hacia delante y le ayudo a bajar sus calzoncillos. Le quito el condón de la mano, rasgo el papel y se lo pongo. Coloco mi mano en la parte trasera de su cuello y lo arrastro conmigo hacia atrás. Me besa en los labios y se posiciona en mi entrada. Su mano derecha roza mi clítoris y su mano izquierda está apoyada en el sofá, a mi lado derecho para no caer completamente en mi. Suspiro.

-Vamos, joder. –Susurro, incitándole a metérmela.

Él ríe pero entra de una embestida en mi. Sale y vuelve a entrar, cada vez más fuerte. Gimo fuerte y le araño la espalda. Dios. Me encanta. Me muerdo el labio y cierro los ojos. Su mano sigue en mi clítoris y siento que no me queda nada para llegar al orgasmo. Le quito la mano de mi clítoris.

-No quiero llegar aun, Louis. –Susurro en su oído y le beso el lóbulo. –Hagamos que lleguemos a la vez, cariño. Será la hostia. –Él sonríe.

Aprieto la vagina y gime.

-Dios. Me encanta. –Sonrío orgullosa.

-Lo sé. –Le beso en los labios, mas fuerte.

Acelera las embestidas y siento que no puedo aguantar más. Vuelvo apretar la vagina y nos corremos al minuto. Los dos a la vez.

-Oooh. –Gemimos.

-Eso ha sido alucinante. –Susurra en mi oído tumbándose por completo en mi.

Yo asiento.

Louis sale de mi y se quita el condón. Se levanta y lo tira a la basura. Me pongo mis bragas y la camiseta y cojo la copa de champán, sirviéndome un poco en ella. Louis llega con otra copa y se sirve. Se siente y vuelvo a la posición anterior. Pongo mis piernas encima de él. Bebo un sorbo y suspiro.

-¿Vas a salir esta noche? –Pregunta bebiendo también.

-No, hoy no, voy acostarme pronto, estoy muerta.

-¿Mañana iras al instituto?

-Si tengo ganas de levantarme, quizás.

Louis asiente y yo enciendo la tele. Son las ocho de la tarde.

-Louis, ¿haces la cena mientras me ducho?

-Claro. –Me incorporo y le doy un beso en la mejilla. Dejo la copa en la mesa y voy hacia el baño.

Me quito la camiseta y las bragas y me meto dentro. Estoy un rato grande debajo del agua y salgo cuando se me arruga la piel. Enrollo mi cuerpo en la toalla y salgo del baño. Me dirijo a mi habitación y abro el armario, cogiendo unos pantalones cortos de básquet y una camiseta de Louis negra. Cojo el portátil y me lo llevo al salón. Louis sigue haciendo la cena. Yo pongo un poco de música lenta y entro a twitter. Tengo  muchísimas menciones que me da pereza mirar ahora mismo. Me fijo en el mensaje directo de mi mejor amiga y lo abro.

<< Tia, ¿te has tirado a Louis? Soooooos, sabias que me gusta, puta. ¿Cómo es en la cama? ;) >>

La respondo.

<< Fue un momento inesperado. Lo siento amiga, pero esta obsesionado conmigo. Lo hemos hecho por ultima vez, espero. Todo tuyo ;);). >>

Cierro la pestaña y Louis llega con dos platos de comida.

-Mmmm. Que buena pinta. –Paso la lengua por el labio inferior y Louis rie.

-¿Me puedo quedar a dormir?

-Si, pero no intentes nada. –Le advierto.

Me guiña el ojo y le fulmino con la mirada. Puto.

Posh two. || PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora