my shadow † kth † #2

「28」

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Ya habían pasado unos cuantos de días desde que Taehyung ingresó al hospital debido a ese grave accidente. Su rostro estaba cubierto por la blanca máscara que solía llevar con él diariamente, cubriendo las vendas que todavía quedaban por quitar. Ahora él intercambiaba fluidamente frases con el doctor y de vez en cuando soltaba carcajadas mientras yo los escuchaba desde el otro lado de la puerta con curiosidad y atención. 

Cuando escuché unos pasos acercándose a la puerta me aparté en un movimiento rápido y me puse de espaldas en una posición natural

— Gracias doctor. — escuché la voz de Taehyung, giré mi cabeza y vi cómo el señor se retiraba de la habitación después de asentirle.

Entré rápidamente esquivando el carrito de los medicamentos y logré ver que sus ojos se abrieron de par en par, después comenzó a aplaudir con emoción

— Entonces, ¿Hoy sales, no? — pregunté formando una sonrisa traviesa en mis labios

— ¡Sí! Al fin... — contestó con alivio, él me había comentado que no le gustaba estar en aquella habitación porque se aburría al no verme seguidamente y al quedarse en la cama sin tener el permiso para salir a dar una pequeña vuelta por el edificio

— ¿Te sientes mejor? — pregunté observando su abdomen, donde recibió el disparo

— Ya no me duele nada de nada. — contestó palmeando las heridas vendadas que tenía para asegurarse de no sentir dolor alguno

— Me alegra mucho, porque falta poco para Navidad. — contesté con una gran sonrisa, noté que la felicidad que denotaba su actitud se había desvanecido en un suspiro — ¿Ocurre algo malo? — pregunté inquieta por su repentino cambio de emociones

— Nada, es que... — chasqueó la lengua y rió con nerviosismo

— ¿Nunca lo has celebrado? — cuestioné con sorpresa

— Los días festivos me quedaba encerrado en el cuarto oscuro porque mamá traía a desconocidos y... ella no quería que me viesen ahí. Así que me quedaba solo durante todos esos días. — no logré evitar que una triste expresión apareciese en mi rostro, así que tomé su mano y cuando levantó la cabeza para verme con pena le ofrecí una reconfortante mirada

— Esta vez será distinto. — contesté

— ¿Tú crees? 

— Sí, por eso me gustaría proponerte algo. — me miró con atención, esperando a que le dijese lo que tenía planeado — ¿Te gustaría cenar con nosotros en Navidad? Con mis familiares y amigos. — ladeó la cabeza 

— Uhm... ¿No les daré miedo? — preguntó en un leve hilo de voz 

— ¡Al contrario! Estoy segura de que os llevaríais muy bien. — confesé convencida de aquello

— Estás diciendo que... ¿Tendré amigos? — preguntó mientras se reincorporaba de la camilla para sentarse de piernas cruzadas

— Sí, si eso es lo que quieres. — se tomó unos segundos para pensarlo

— ¿Mamá me dejará? — recordé las palabras que habían en la carta que había escrito Jong, asentí con decisión y reforcé el agarre de nuestras manos

— Créeme, a partir de ahora cambiarán muchas cosas. — escuchamos una puerta detrás de nosotros abrirse y ambos nos giramos a la misma vez para observar de quién se trataba