「16」

1K 150 0
                                        

• ────── ✾ ────── •

Desperté al escuchar a Hoseok llamándome desde el primer piso, desde aquella vez donde me puse agresiva con él por pensar que él entró a mi habitación no volvió ni a poner un pie dentro de ésta.

Bajé somnolienta mientras me tallaba los ojos, me tendió una bolsa de plástico que acepté sin saber qué era, tampoco pregunté, tan solo tomé la bolsa y me senté en el sillón mientras encendía la televisión.

— Bueno, por si te estás preguntando qué hay ahí, está tu comida. — lo miré con el ceño levemente fruncido

— ¿Por qué has pedido comida si todavía ni son las diez de la mañana? 

— ¿De qué hablas? Si son las tres de la tarde... — abrí los ojos de sorpresa y revisé la hora en el reloj

— ¡¿Por qué no me despertaste?! — exclamé indignada

— ¡Porque no quiero volver a entrar a tu habitación! — exclamó con el mismo tono — Además, llevo llamándote para que bajes desde hace un par de horas y ni caso, no es culpa mía. — sonrió sarcásticamente

— No seas exagerado. — contesté con una breve risa

— ¡Casi me matas de un ataque hace unos días! — reclamó 

— ¡Tonterías!

— Dejad de pelearos y ayudadme con esto. — llegó mamá con un par de bolsas entre sus brazos, señalé amenazante a Hoseok y después me fui de su lado para ayudarla.

⭒⭒⭒⭒⭒⭒

Me sentía preocupada por lo que sucedió anoche con V, por otra parte también me sentía algo estúpida por haberle dejado ahí solo junto al monstruo de su madre.

Me enseñaron a no juzgar a las personas sin conocerlas, pero con tan solo ver que ésta le ofreció una navaja y no lo detuvo me hizo entender un poco las cosas, aquella mujer no amaba a Taehyung o al menos eso parecía.

Porque, ¿Qué tipo de madre le ofrece una jodida navaja a su hijo y hace que se hiera delante de ella?

Saludé a la señora de la casa y me dijo que debería irme rápido porque la señora Kim venía a la hora de cenar y si me viese ahí nos meteríamos en grandes problemas, y eso es lo que menos quiero en este momento.

Cuando llegué al jardín de la casa observé al enmascarado sentado en una banca encogido sobre él mismo, abrazado a sus piernas. Estaba observando un arbusto con flores blancas que había frente a él.

Me acerqué con pasos lentos y cuando se dio cuenta de mi presencia apartó la mirada algo apenado, pues él sabía que yo lo había visto autolesionarse el día anterior.

— No deberías estar aquí. — musitó por lo bajo

— ¿Por qué no me lo dijiste antes? — me agaché frente a él y él volvió  su cabeza, observé sus ojitos entrecerrados que me observaban fijamente sin su brillo natural

— Porque no es algo importante. — respondió encogiendo sus hombros

— Hacerte daño a ti mismo sí es importante, puedes arriesgar tu vida. — hablé con un tono suave, se podría decir que le hablé como si fuese un frágil bebé

— ___, no me hables como si fuese un niño tonto... — se quejó en un susurro

— De acuerdo, ¿Pero por qué te haces eso?

— No me importa lo que suceda conmigo. 

— A mi sí me importa. — respondí con el entrecejo levemente fruncido, él se quedó callado mientras suspiraba, cambió de tema

— No te puedes quedar aquí. — ladeé la cabeza con un semblante confuso

— ¿Por qué?

— Puede que no me importe a mí mismo, pero tú sí me importas y si llega a pasarte algo no podría soportarlo... — respondió en un débil suspiro, después sollozó  — Por favor, no quiero que te maten. — su llanto se hizo presente, rompiéndome el corazón como si de una pieza de porcelana se tratase

— ¿De qué estás hablando? — examiné sus palabras sin encontrarle algún significado

— Tan solo vete... — rebuscó algo en su cuello y cuando lo encontró abrí los ojos sorprendida al ver que todavía guardaba el collar que le di — No me importa si me quedo solo de nuevo. — lo observé con atención y sorpresa, me devolvió el collar y yo lo tomé entristecida, todavía no comprendía lo que me quería decir.

Se levantó del banco y se giró mientras caminaba hacia a una puerta que conducía al interior de la casa, después continuó hablando, observándome por encima de su hombro.

— Prefiero quedarme solo para siempre a que le hagan daño a la única persona que logra entenderme en éste triste mundo. — noté que sonrió porque sus ojos se volvieron pequeños al acabar de decir aquellas palabras, no sentí cuando las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas involuntariamente

— No. — negué en un sollozo 

— Olvídate de mi y ambos haremos como que nada pasó, así no dolerá nunca más. Sí... Creo que eso es lo mejor ¿De acuerdo? — negué con la cabeza repetidas veces y me acerqué hacia donde estaba él 

— ¿Me estás dejando...? — pregunté mientras me limpiaba las varias lágrimas que hacían mi vista borrosa, no quería llorar, pero inexplicablemente me había encariñado con él y me costaba admitir que me estaba pidiendo que rompiésemos esa amistad que logramos iniciar

— No te dejaré nunca, V estará contigo aquí. — señaló lo que parecía ser mi corazón, negué de nuevo y lo abracé con fuerza

— Eso no me vale. — lloriqueé abrazada a su cuerpo frío, no se sentía igual de acogedor como las otras veces donde nos unimos en un cálido abrazo. Limpió mis lágrimas y tomó mi mentón para que levantase mi mirada, pero yo la aparté y me giré para que no me viese llorar, sin embargo era inevitable y necesitaba soltarlo todo.

¿Qué le ha pasado a mi V? 

El V que quería verme a todas horas, ya no quiere verme.

El V que me trataba como si fuese algo valioso, ya no le importo.

¿Qué me está pasando a mi? 

• ────── ✾ ────── •

¡No se olviden de votar!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡No se olviden de votar!

- R.

my shadow † kth † #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora