my shadow † kth † #2

» Epílogo.

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— Hola Kyungmi. — saludó un sonriente Taehyung mientras ondeaba la mano en un gesto de simpatía — Mamá me contó donde estabas y pues... Al parecer te enterró aquí.

Observó el lugar en el que yacía una solitaria lápida con el nombre de Kyungmi grabado en la piedra, se encontraba entre los matorrales de un territorio desértico. En el lugar a penas se podía escuchar un simple ruido a excepción de los sonidos que provocaban la naturaleza, como el silbido que hacía el frío viento o el crujido de las hojas por cada vez que daba un paso o hacía un pequeño movimiento.

Se tomó varios minutos para poder disfrutar del sereno sentimiento que causaba ese tranquilizador ambiente.

— ¿Sabes qué? Han pasado muchísimas cosas desde que... te fuiste. — dijo cambiando su tono emocionado a uno más apenado al mencionar las últimas palabras, suspiró — Hace un par de semanas cumplí veinticinco años, creo que ese fue el mejor cumpleaños de mi vida. — recordó cada segundo que pasó en su cumpleaños.

De alguna manera había extrañado hablar con Kyungmi, hacía meses que no hablaba con ella, pero lo que echaba mucho más de menos era escuchar que ella le contestaba con palabras que pronunciaba con esa voz tan peculiar que alegraba los insípidos días de Taehyung.

— Supongo que desde aquél día me estuviste observando desde el cielo, y siento haberte ocultado muchas cosas. — habló disculpándose y refiriéndose al día en el que ella falleció, miró hacia al cielo, en el que habían tonos rosados y azulados, en el horizonte se podía observar crepúsculo a lo lejos, pero se sentía cercano.

— Y para que estés más tranquila... Desde año nuevo ya no me corto más las cicatrices, es más, ya no se notan casi nada. Todo ha cambiado y ahora me siento bien conmigo mismo. — encogió sus hombros — Mamá y yo nos hemos mudado, hemos decidido comenzar una nueva vida y de momento todo va bastante bien, vivimos en una casa grande pero acogedora. El otro día estuvimos conversando sobre lo que deberíamos hacer en algún futuro como madre e hijo, ¿Y sabes qué? El dueño de Yeontan nos ha pedido que lo adoptemos porque se mudará del país y ahora vive con nosotros, es tan tierno... — pausó un pequeño momento para recuperar el aliento

— He llenado nuestro nuevo jardín de rosas y usé guantes para no hacerme daño. — observó sus manos con orgullo.

— ___ y yo hemos estado muy unidos, salimos cada día a pasear y pasear hasta que uno de los dos se canse, también te quería agradecer por eso. ¡Yah! Hay demasiadas cosas por las que agradecerte... — sacudió un poco la cabeza — ¡Tengo amigos! Hoseok es el hermano de ___ y dice que podríamos ser mejores amigos, pero Yoongi a veces me mira un poco mal. — rió al recordar la penetrante mirada del anterior mencionado, pero en el fondo, Yoongi confesó que le agradaba la compañía de Taehyung en el grupo

— Es cierto... También recordé a mi hermano y... se ha ido. ¿Crees que lo verás en el cielo? Si lo ves podrías decirle que... dejé su peluche del león para que se lo llevase con él y no se sintiera solo. — tragó saliva — También... He estado al borde de la muerte. Pero como puedes ver sigo aquí. No te molestaría... ¿Esperar un poco más? Por favor, espera por mí. — le pidió.

Se levantó de nuevo y palmeó su ropa por si había quedado algún rastro de polvo o arena, pues aquél conjunto de ropa se convirtió en su favorito a pesar de ser lo contrario de lo que solía llevar.

Su cabello estaba teñido en un brillante rubio que le agradaba y se sentía cómodo con él.

Los chicos y ___ le habían hecho un cambio de aspecto tan radical que ni él mismo se conocía, pero se sentía bien. Ahora sentía que no era aquél antiguo V, ahora era Taehyung, Kim Taehyung.

— Iré a visitarte de nuevo, lo prometo. — observó la lápida y formó una mueca — Aunque sea una vez a la semana... o al mes. Iré a verte. — se dio media vuelta para poder retirarse del lugar, pero se detuvo en seco al recordar que había traído una pequeña ofrenda para ella

— Oh es cierto, también quería darte esto. — del interior de su abrigo sacó la flor cobáltica, que aún con los años pasando su vivo color permaneció ahí como si su belleza fuese eterna.

Dobló sus piernas e inclinó su cuerpo hacia la tumba para poder dejar la flor ahí con cuidado, después volvió a levantarse y metió sus manos dentro de sus bolsillos para poder recibir un poco de calor, seguía haciendo frío y parecía que el sol no irradiaba calidez alguna, pero de todas formas no le extrañaba, pues ya estaba anocheciendo. Caminó unos pasos en dirección contraria a la tumba pero volvió a detenerse cuando escuchó un pequeño crujido detrás de él.

Volteó su cuerpo invadido por la curiosidad y encontró a la flor que había dejado antes contrayéndose a la vez que perdía su especial color y se convertía en uno monótono. Los pétalos comenzaron a caerse de uno en uno, hasta que aquélla hermosa flor cobáltica se convirtió en tan solo una simple y común planta incolora, y marchita.

Taehyung formó una sonrisa nostálgica y exhaló el aire que contenían sus pulmones, dejó salir un leve sollozo.

— Ahora sí... Finalmente puedes irte y descansar en paz.

FIN.

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Finalmente, aquí finalizamos la segunda temporada y por lo tanto,
finalizo la historia por completo.

No logré evitar poner ese video en la multimedia porque cuando vi la traducción me recordó a la situación de Taehyung en la historia. :')

¡LEAN EL AVISO EN LA SIGUIENTE PARTE!

- R.