「11」

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» El verdadero yo.

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Llegando a casa saludé con un gesto rápido a Hoseok que se encontraba en la sala viendo un programa extraño en la televisión, después caminé hacia la cocina a por un vaso de agua.

La señora de esa casa me ofreció asearme ahí ya que mi casa se encontraba bastante lejos de la suya y no me apetecía ir por las calles deambulando con la pinta de una asesina serial.

Me cambié de ropa y la otra la dejé en la cesta de la ropa sucia, después bajé de nuevo para sentarme al lado de Hoseok.

Pensé en lo que dijo la señora de la casa antes, mientras me quedaba mirando a un punto fijo del suelo embobada

"Su madre me ha dicho que para él es normal"

¿Acaso V se autolesiona?

Es lo más posible.

— Hey ___. — habló Hoseok sin quitar la mirada de la televisión

— ¿Qué? — hablé levantando la mirada del suelo

— Jimin y Jungkook vienen por navidad. — sonrió mientras me dirigía una mirada pícara disimulada

— ¿En serio? — contesté emocionada mientras me levantaba del sillón

— Sí, su empresa les ha dado un descanso. — me sentí bien al escuchar aquello ya que ambos siempre se esforzaban en dar lo mejor de ellos, se notaba ya que de vez en cuando hacíamos videollamadas mientras ellos practicaban sus complejos bailes.

Me retiré de la sala y volví a mi habitación ignorando las burlas que me decía - gritaba - Hoseok sobre que estaba enamorada de Jimin o que me había sonrojado al escuchar su nombre, etc. Al llegar a ésta miré la flor cobáltica que estaba sobre la mesa de mi escritorio, sus colores se habían desgastado y ahora era más de un color azul marino oscuro.

Me puse unos guantes de invierno gruesos y la tomé entre mis manos para ponerla junto al resto de rosas marchitas que me negué a tirar, me quedé observando el jarrón por unos segundos mientras discutía mentalmente, después suspiré y tomé las rosas rojas para ir hacia a mi papelera y tirarlas finalmente con algo de pena.

Observé por la ventana la casa de enfrente. Recordé aquella vez en la cual lo vi por primera vez y sonreí apenada.

Me hice preguntas acerca del pasado de Taehyung, se le veía como alguien bastante raro de vez en cuando, por ejemplo; por un momento aparentaba estar feliz y después su mirada se tornaba oscura como el carbón.

Todavía no lograba entender la mayoría de las cosas que ocurrieron, si Taehyung no fue el que envió ese mensaje entonces ¿Quién fue?

Las opciones son muy pocas o ninguna.

Observé el mensaje por varios minutos creando teorías descabelladas en mi mente, por varios segundos apareció la imagen de un posible sospechoso, pero lo descarté sin pensarlo dos veces ya que era demasiado imposible

— No, no pudo haber sido él... — reí amargamente.

Me quedé sin más ideas posibles, por lo que suspiré rendida y me tapé el rostro con la almohada mientras soltaba un pequeño grito de desesperación.

Cerré los ojos del cansancio y me quedé dormida varios segundos después, hoy había sido un día extraño y estremecedor, a saber qué me esperará mañana.

⭒⭒⭒⭒⭒⭒

Hoy tenía pensado volver a la casa de Taehyung por la tarde ya que me lo dijo la señora de la casa ayer y acepté muy convencida de mi decisión.

my shadow † kth † #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora