Capitulo 21

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Andas muy gracioso... ¿te a metió un payaso o que?


Noah

— ¿Qué hora es? —Pregunto Adam secándose el rostro luego de que Nate lo empujara al Jacuzzi—. ¿Qué fue lo que paso? —no quise abrir los ojos, sentía el amoblado cómodo. Después de mucho tiempo logro conciliar el sueño sin sentir el insomnio presente.

Pero no pude por mucho tiempo pues el idiota de Adam grita como albañil en quincena.

— ¿Por qué Noah está desnudo con  dos chicas?... —volvió a preguntar—. Y, ¿Por qué yo no amanecí así?... —murmuro, pero en realidad sentí que lo grito con un megáfono— ¡¿Por qué me despertaste con agua fría?!

Me removí sin pensarlo, y en cuanto abrí los ojos lo note. La cama estaba en el desastre llamado sala, y habían dos chicas acostadas en la misma cama que yo.

—Llevo haciéndolo desde una hora.

—... Creo que cometió un error—dijo mirándome.

No quería levantarme, pero termine haciéndolo, aparte a las dos pelinegras y me puse de pie, todo me giraba.

—No fue mala idea mezclar trago y las pastillitas de color, después de todo —dije jadeante. La cabeza me iba a explotar.

—Solo sé que amaneció, y que tienes un tatuaje de una caricatura que dice: "tengo el pito grande" —señalo a mi pierna derecha adormecida.

Arrugue la cara.

Pero ambos me miraban con cara de peda toxica nivel legendario.

Entonces baje la mirada a donde Nate señalo.

Ay mierda...

Si tenía un tatuaje que decía eso en mi muslo derecho.

¿Qué paso?

—Bueno... se me ve bien como todo —dije al terminar de mirar mi pierna y el tatuaje negro bordeado de rojo.

— ¿Le diste un medicamento o qué?... —Adam le pregunto a Nate.

—Clámate... No es como si me hubiera tatuado un pito en la frente... —bufe sobándome el cuello.

Los dos se miraron como si quisieran decir algo, pero no se atrevían, seguido de eso me miraron la frente.

¿Qué verga hice?

Camine a paso apresurado frente a un espejo cercano. Pero solo pude percibir perfección, y un alborotado cabello.

—Más bien explíquenme como es que ellas amanecieron en mi cama, y no se sus nombres—seguía hablando con cansancio, sentía que me hubiera dado bien duro contra el pavimento.

—Son las seis de la mañana—Nate se acercó a mi tranquilo, con aspecto a un gamín —. Despierta pendejo durmiente. — Le escucho gritar mientras me arroja agua con fuerza a la cara.

Lo vi venir así que no tuve más remedio que secarme con el dorso de la mano, el impacto de la fría agua que goteaba por mi pecho desnudo.

—No recuerdo nada... —murmuro Adam—. ¿Y por qué tengo un sostén puesto? —se miró el pecho mientras se levantaba del suelo.

Una vez estuvo de pie note que solo llevaba eso y unos pantalones cortos. Que no cubrían mucho de sus partes.

En realidad no cubrían nada.

¿Qué clase de rumba tuve? No recuerdo ni mierda de lo que paso.

No tengo nada en la mente, solo que tome demasiado, Adam invito a unas cuantas personas, disfrutando todo, hasta que llego Daniel. Después de eso, creo que fue mi último recuerdo consiente.

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