capítulo 25: Tentaciones oscuras

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Katsumi estaba poniéndose al corriente en pociones mágica avanzadas, mirando como al otro costado, estaba Tegan, con sus vestimentas estilo siglo XIX, muy pulcro y elegante, con unos modales tan ligeros y tan perfectos, era sumamente guapo, pero parecía no hacerle caso a nadie

Ya había escuchado de las orgías de sangre que hacían en su clan, en las cuales decían que el vampiro solo bebía y dejaba que su gente se divirtiera, no imaginaba que fuera frío, ella sabía que los vampiros eran ardientes, intensos, ella quería ser seducida por un ser letal y perfecto como él ¿Sería posible?

De pronto Tegan alzó los ojos y se encontró con los de katsumi mirándolo fijamente, él le sostuvo la mirada y ella también, pero el vampiro parpadeó de repente, esa hada tenía la mirada más dulce, pero nada tímida, era directa, le miraba fijamente, bajo ese manto mágico que poseían las hadas

Ella le sonrió brevemente y Tegan se descontroló y se extrañó ¿Acaso esa hada pretendía hechizarlo? Volvió a mirarla, notó que no llevaba las alas extendidas como el resto de sus compañeras, las tenía escondidas y eso hacía que su frágil figura se delineara más...

Pero Tegan ya estaba más que intrigado, porque definitivamente, algo quería esa hada... no lo dudó... de pronto, Tegan desapareció y en un segundo apareció al lado de kat quien no se sorprendió, ella seguía leyendo su libro de pociones y machacando algunas hojas con delicadeza, dándole vueltas al mortero

-¿Qué tanto me estás mirando? - Le preguntó directamente

Ella sin dejar de mover y machacar las hojas, desvió la mirada y sus ojos rasgados, recorrieron al hermoso hombre a su lado, era perfecto, su piel, sus ojos, su nariz, sus labios, el cabello, todo el... a ella no le gustaban los machos de su clan, nunca le habían gustado, a ella siempre le habían fascinado las criaturas más oscuras, los hijos de la noche...

-Eres hermoso - le dijo Katsumi vaciando sus hojas machacadas al caldero humeante, mientras tomaba unos granos y comenzaba a triturarlos, despidiendo un olor penetrante como a menta y pimienta

-Dime algo que no sepa - Gruñó molesto, no entendía porque odiaba que esa hada le estuviese mirando fijamente, no era la primera ni la única que lo hacía, pero con ella era diferente

-Y eres muy arrogante - Susurró katsumi - Eso te hace más interesante

-Soy un hijo de la noche, tú eres un hada... nada que ver

Katsumi terminó de triturar y vació el polvo molido en el caldero, se limpió delicadamente las manos, se volvió a ver a Tegan que le miraba molesto y eso le pareció que lo hacía lucir más hermoso, sabía que los vampiros lo eran, pero no sabía porque, éste le parecía especial

-Me gusta mirarte... si te molesta, cambia de clase - le dijo Katsumi con su vocecita inofensiva en apariencia

-Podría hacerte daño...

-Inténtalo - le respondió con una dulce sonrisa

-No quiero problemas, los lobos mataron a un hada hace unas semanas...

-Ella se lo buscó, no es que yo vaya a meterme a tu clan, solo me gusta verte y eso no es ningún delito

-No busques problemas conmigo hada...

Katsumi sonrió y extendió una de sus alas, brillante, como finísimo cristal transparente, lleno de brillos y colores multicolores, ella la jaló y rebuscó, quitando como una pequeña escama brillante y se la mostró a Tegan quien no entendía lo que ella pretendía, pero vio como escondía el ala y ella metió la escama dentro de su bolsillo y él sintió algo cálido

-Para que te acuerdes de mí - Murmuró el hada y tomando su caldero, se alejó de él con mucha parsimonia dejándolo absorto. Tegan estuvo a punto de sacar la escama de su bolsillo y tirarlo pero... la calidez que sentía era algo obsesiva

Gótico: Seducción Mortal (R18)(Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora