capítulo 26: ¿Hechizo de amor? ¡Na!

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¡Son solo malos pensamientos!

¿Hacía mucho calor esa noche? Era raro, por lo común, solo había frío, pero parecía que la habitación calaba y las sábanas estorbaban... Muchos no podían dormir esa noche, muchos soñaban... era una de esas noches pesadas, en que el Dios Morfeo se paseaba por los pasillos jugando con sus mentes

.........Un ángel vino y se paro delante del altar, y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese a las oraciones de todos los santos delante del trono, y el ángel tomo el incensario y lo lleno del fuego del altar y lo echo en la tierra, y fueron hechos truenos, y voces y relámpagos.........

Adriel estaba inquieto, los nefilim casi no dormían, pero esa noche parecía ser el único despierto, se puso en pie de su mullida cama y se asomó a la ventana, mirando hacia la choza de Gabriela, veía la luz intensa que irradiaba, se sentó a un costado y sacó las lágrimas del ángel, en un delicado frasco de cristal

-Ya tengo lo primero... solo me falta lo más difícil... y espero que algún día se me puedan perdonar mis pecados...

El no estaba a gusto por lo que pensaba hacer, pero no tenía más remedio, estaba harto de estar bajo el mando de ese ser supremo que los oprimía y no los dejaba ser libres, ellos eran casi ángeles, solo que no poseían alas ni el brillo, pero eran mucho más que un simple vampiro o un hijo de la luna, más que un hada que eran creaciones de ángeles y demonios

Hablando de demonios... Tegan era otro que no dormía, mucho menos de noche claro, a esas horas no dejaba de mirar la escama que Katsumi le había dado, sin duda, era preciosa, brillaba y se notaba la calidez, era un regalo muy personal y delicado, porque ellos aún no habían intercambiado nada

Entrecerró los ojos y le molestó profundamente la dulzura del hada, sabía que todas tenían rostros dulces e inofensivos, pero claro que era mentira, el sabía del potencial y del poderío que podía tener un hada, que al igual que los vampiros, podía ser mortífera y letal si lo deseaba

-¿Qué quieres de mí Katsumi? - Se preguntó mientras no dejaba de pensar en su dulce y engañoso rostro - ¿Quieres algo de mí o me quieres a mí?

-Oye Tegan - apareció Micol - Saldremos ¿Vienes?

-No...

-¿Qué te pasa? ¿Alguien te ha hechizado o que?

-Claro que no, mi mente es fuerte, nadie me dominaría en un combate mental - gruñó y la vampiro se alzó de hombros y se alejó, lo notaba de malas, Tegan reaccionó e inspeccionó cada rincón de su mente - No, no hay hechizo... ¿Por qué demonios no puedo dejar de pensar en esa tonta?

Y sin embargo, no pensaba tampoco en devolver el obsequio que ella le había dado, lo jugueteaba entre sus dedos y no detectaba un rastro mágico que pudiera estar trastornándolo...

Harry finalmente había regresado a su habitación, aún le dolía la cabeza y se sentía mareado, se miró delante del espejo y comenzó a ponerse un ungüento en las mordidas, mientras que se sentía un poco extraño, hasta le parecía haber soñado que tenía sexo con Tais ¡claro! Como sabía que nunca la podría tener en sus brazos, era lógico

Pero... ¿Cómo olvidar esos ojos intensos y esa belleza profana que poseía? La afrodita era más que prohibida, sabía lo que era, no es que fuera enteramente peligrosa pero ese maldito hechizo... aunque el no buscaba amor, solo sexo y ya pero... pero de igual modo era peligroso lo que pensaba ¿Estaba dispuesto a ser ahora un hombre de una sola hembra cuando había probado las mieles de una orgifiesta?

Aún así, el rostro de Tais estaba en todas las mujeres con las que fornicaba y eso comenzaba a molestarle, sobre todo porque no estaba ni a un metro de distancia de ella ¿Qué podía tener? ¿Usaba el control mental que decían tienen los vampiros, ese poder de seducción? Pero ella era mestiza...

Gótico: Seducción Mortal (R18)(Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora