¡Oh si!
Hacer el amor con Draco... si, si, si...si es la misma cosa, veo todo de color rosa... bueno, es lo que cantaría la castaña cuando terminó de jugar allá por la entrepierna del rubio sensual, se levantó y de nuevo se enfrascó en una lucha de lenguas, mientras besaba incansablemente a ese hombre
Con mucho fervor le abrió la fina camisa arrancándole los botones y el musitó una protesta bajo sus labios, pero ella ya le daba arañazos en la espalda y en el pecho como una leona que era, el hizo lo propio rasgando el delicado encaje de la lencería y ella también protestó
Pero lo demás no le importaba, que le rompiera la lencería a jirones, que la aventara a la cama y comenzaran con el jugueteo, besos, abrazos, caricias íntimas, apasionadas, los dedos de Draco eran muy traviesos y le hacían hartas cosquillitas a la castaña que se retorcía, pero no se podía quejar, aquello le gustaba
¡Merlín bendito, Sátiro y Erato! Mirar a Draco desnudo era todo un placer y la castaña se consumía sola, observar ese cuerpo perfecto, esa virilidad generosa, ese trasero nada despreciable, esas piernas largas y velludas, ella podía besarlo sin cansarse de pies a cabeza, mecer entre sus dedos esos cabellos rubios platinados...
Definitivamente a Hermione no le interesaba darle color con los rayos del sol en una playa nudista, le gustaba como era, con ese color pálido del color del mármol, con esos ojazos grises intensos, esa nariz respingada y perfecta, los labios delgados y sensuales con los que hacía maravillas
Muchos besos... toqueteo, caricias, mordidas y succión intensa... sobre todo porque Draco luego recordaba su etapa de lactancia cuando se aferraba a los pechos de la Granger que aguantaba ¡Porque le gustaba la mala vida! Y porque el condenado sabía lo que hacía y muy bien
Hermione Granger prácticamente dio un gritito de gusto cuando Draco finalmente le hizo el favor de entrar en ella con cadencia, con soltura, con todo su poderío de macho, de hombre gozoso, intenso y salvaje ¡Grrrr! (MJ) el caso es que la castaña se aferró a él con todas sus ganas, moviéndose a su ritmo, sin dejar de decirle cumplidos
-¡Oh, si Draco, que rico! - susurraba entre quejidos, gemidos y jadeos entrecortados mientras que el rubio se concentraba en hacerla más mujer que nunca, los movimientos de sus caderas masculinas eran generosas y ella lo agradecía profundamente, porque era lo que deseaba de él... entrega total de su cuerpo
¿Y el corazón? ¡Al diablo con el corazón! Primero el cuerpo y después ya veremos J
El apretaba las piernas de Hermione a sus caderas mientras se movía rítmicamente, acompañados de los usuales gemidos guturales al unísono y si, definitivamente era escandalosa, Hermione no cerraba los ojos, comenzaba a adorar el brillo pasional de los ojos grises de su hombre mientras la poseía con mayor fuerza y todo su cuerpo se sacudía con cada embestida
¡Un altar para esos ojos grises llenos de vida, de intensidad y de pasión! ¡Un trofeo para esos ojos del color de la plata líquida que hervía de éxtasis y que la hacía delirar mucho más! Un trofeo para el señor amante...
¡Salve, Oh, señor Dios del sexo! (y todas de rodillas rindiéndole tributo)
Draco, al igual que ella, también la veía, le gustaba mirar esos ojos color avellana destellando toda la pasión escondida, explotando de súbito y ver sus labios cuando se abrían para jadear, abandonada totalmente a la pasión, la notaba tan sensual y exótica, que sentía que deseaba mucho más... es más, cada que entraba en ella quería quedarse ahí para siempre, ella lo estrechaba por un momento para luego levantarse una y otra vez para hacerlo más profundo
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Gótico: Seducción Mortal (R18)(Dramione)
FanficEsta historia pertenece a Isuzu escrita en potterfics.com, solo la estoy subiendo aquí por mi comodidad de lectura, espero no molestar a la autora. Apoyen al original, no al plagio: https://www.potterfics.com/historias/83666 Draco decide estudiar la...