capítulo 48: Si pudiera dejar todo por ti

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En realidad no se supo por cuanto tiempo, pero las criaturas de la noche se alborotaron... los aullidos fueron lo peor, sin necesidad de transformarse, los licántropos se unieron a los lamentos que atravesaban del hospital hasta el camposanto, en donde habían enterrados miles de criaturas mágicas

También, quien se asomaba por ahí, podría ver la intensa luz que invadía el hospital y que salía por todas las viejas ventanas, era como un sol abrasador por el medio día, podía dejarte ciego... entre la luz y los gritos...

El silencio volvió a invadir todo el campus

En el hospital, Draco, Cedric, Salesia y Alioth se lavaban las manos en los viejos lavabos, la sangre les picaba, parecía correrles la piel, usaban un tipo de jabón especial para desmancharse, el agua se tenía de rojo y finalmente sus manos quedaron limpias, igual entre ellos había mucho silencio

-¿Qué hacemos con las alas? - Preguntó Alioth rompiéndolo

-Se creman... de todos modos son alas muertas... Gabriela permanecerá aquí hasta que sus heridas cicatricen, está muy débil y necesita recuperarse

-¿Qué pasara con ella? - Preguntó Cedric

-Gabriela ya no es un ángel, no perderá su bondad según logré ver, porque se sabe correspondida, pese a todo... Adriel si la ama... ese amor fue su perdición y su salvación de que su alma se oscureciera, pero ya no puede quedarse aquí, la enviaré a nuestro dominio

-¿Y que pasará con...?

-Si se arrepintiera, si la buscara... tendría que renunciar a muchas cosas... es ahí cuando el amor se pone a prueba

-Hablando de amor - recordó Draco - tengo que irme... Hermione esta esperándome en la biblioteca...

Draco salió aprisa del hospital, mientras que Cedric lo seguía segundos después, aunque según él, quizás a Luna no le hubiese dando tanto miedo quedarse sola, pero aún así se apresuró a irse, claro, los dos pasaron a ver a Gabriela...

Ella dormía, por fin, profundamente, sin dolor, con la espalda marcada, en donde ahora yacían suturas gruesas que pegaban la piel en donde habían estado las alas, el lugar ya no lucía lleno de sangre y plumas, los grilletes y cadenas estaban guardados en los baúles y los instrumentos filosos que antes goteaban sangre, también...

Draco encontró a Hermione desvelada, temblorosa, acurrucada en aquel rincón, parecía un animalillo asustado, el la tomó en sus brazos y se la llevó cargando hasta la habitación, ella aún estaba absorta, perdida, no reaccionaba, el rubio la recostó en la cama y la arropó, mientras la abrazaba

-Intenta dormir - susurró el rubio con esa voz sexy y rasposa

Ella sintió la tibieza en el lóbulo de su oreja, parpadeó e intentó cerrar los ojos, pero era angustiante, aún podía escuchar ese alarido de dolor atravesando su cerebro, Draco la consolaba, le hablaba con suavidad, acariciaba su rostro y su cabello, hasta que ella por fin pudo relajarse, dejar de temblar y dormir

Cuando Draco la contempló sucedió lo impensable... sus ojos grises, hermosos y perfectos, se llenaron de lágrimas y éstas fluyeron lentamente por sus ojos, lloraba por muchas cosas, por el inmenso dolor que había padecido Gabriela, por tener que dejar ir a Hermione, por no poder retenerla

¿Cómo demonios iba a vivir sin ella? Sin escuchar su voz, sentir su respiración, sentir sus besos, acariciar su pelo, su piel, hacerle el amor y contemplarla como una diosa sensual en su momento más apasionado, el se recostó y se dedicó a mirarla mientras dormía, acariciando su cabello

"¿Cómo demonios voy a vivir sin ti?"

No era el único que pasaba esa misma incertidumbre, en cuando Cedric apareció por la puerta, Luna corrió hacia él y le saltó encima, el la apretó en sus brazos y sintió que estaba un poco ansiosa, cuando le vio el rostro supo que tampoco había dormido, sus hermosos ojos azules estaban hundidos

Gótico: Seducción Mortal (R18)(Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora