Colors | Merlin

CAPITULO 3

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Dentro de la casa de los siete ninguno acostumbraba a despertar tarde, pero tampoco se levantaban con el alba, de hecho, tener a siete hombres gruñones al levantarse era un reto total para Aja, quien si tenía la costumbre de levantarse con el sol.

Los oía gruñir, caminar somnolientos en pijamas tratando de poder mantener abiertos sus ojos mientras desayunaban lo que Hans con una ligera ayuda moral de Aja les preparaba, estaba de más decir que la chica no podía cocinar por obvias razones, pero de no ser así le hubiese encantado ser la mano derecha del muchacho.

Ese día Merlín fue el primero en llegar a sentarse en la mesa junto a Aja. Saludo a ambos jóvenes en la cocina que le devolvieron el saludo al instante.

–Buenos días. –Dijo soltando un bostezo.

–Buenas días. –Respondieron Hans y Aja al unísono.

Ayudaron a Hans a poner la mesa. Mientras en uno de los cuartos del fondo Arthur y Jack se encontraban peleando porque el susodicho que llego tarde la noche anterior trajo una clase profecía consigo. Uno que no fue coincidencia que terminara en su conocimiento.

La casa era pequeña y muchas personas vivian en ella por lo que los gemelos decidieron alejarse de donde ellos se encontraban peleando e ir directo a desayunar. Habían escuchado la pelea y conocían la razón de esa pelea, pero ellos no querían tener nada que ver con esa decisión.

–Aja. –Hablo uno de ellos al entrar a la habitación dirigiéndose a la chica.

–Que ocurre Pino. –Hablo dulcemente mientras tomaba su café.

–Vamos a salir. –Respondió Noki.

–Sí, iremos a la avenida del Ganso Dorado.

–A comprar algunas cosas y aunque sabemos que es peligroso...

–Uno de nosotros se puede acompañar a la pradera cerca....

–Que sabemos te gusta. –Hablaban interrumpiéndose entre ellos, ya que realmente estaban improvisando porque hasta hace unos segundos no sabían ni que desayunarían.

Una charla muy seria se llevaría a cabo ese día y aunque los gemelos no querían participar, no querían dejar a la chica en medio mientras muy probablemente Arthur no tome a consideración las palabras que esta le dirigiría.

Los gritos comenzaron a aumentar más que llegaron hasta la audición de los presentes.

–Seria genial ir, si no les causare problemas.

–No, no, no te preocupes. –Respondieron.

– ¿Alguien sabe porque Arthur y Jack están peleando? –Pregunto la chica inocentemente.

Pino, Noki y Kio se abstuvieron a responder y se apresuraron a colocarse fuera de la vista de la chica. Aja sabia detectar muy bien una mentira, porque cuando sentían una emoción fuerte el halo de luz aumentaba su intensidad de brillo y al mentir sus corazones se aceleraban, algunos más que otros, pero siempre ocurría, demostrándole la verdadera respuesta. Algo que los chicos sabían perfectamente, pero tampoco tenían ninguna necesidad de mentirle a Aja.

Hasta ese momento.

–Nosotros comeremos algo por allá. –Hablo Kio tratando de disimular su nerviosismo.

– ¿Nos vamos Aja? –La chica tomo de un sorbo todo el café de su taza y lentamente se levantó de la silla asintiendo.

–Iré con ustedes. –Hablo Merlín levantándose al mismo tiempo que Aja consiguiendo una sonrisa de la chica.