Capítulo ll

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RAVENWOOD 8 A.M

Ethan

No fue tan difícil.

Mi primer día en RavenWood no fue lo peor. Estuve conversando y formando amigos desde el primer momento en que pisé el instituto. Tiene ventajas conocer a todo tipo de personas del mundo y saber como relacionarme.

RavenWood es como lo imaginé. Un edificio enorme, calculo unos 6 pisos, largos y anchos. Abarca un campus enorme de un campo de fútbol y dos de baloncesto. Las ventanas son extremamente largas y adornadas con mármol color gris. Mientras camino hacía la entrada principal al comedor con mi mochila de lado, alumnos, profesores, entrenadores, turistas, abundan alrededor del gran edificio. Personas cómodamente recostadas del tronco de los montones de árboles que adornan el campus. Solo me queda embelesar y mirar atentamente cada detalle, cada estructura y cada expresión de los alumnos.

Al entrar al comedor, me encuentro con un salón extremadamente grande. Asientos  llenos de alumnos con bandejas de comidas frente a ellos. Caminando de un lado al otro apresurados para llegar a sus respectivos salones de clases. Me adentro al agujero de humanos con responsabilidades y me dejo caer en un asiento sin compañía en el centro del inmenso salón.

Ayer fue un día extraño. Llegar a este pueblo no es tan diferente como supuse que sería. Entré mi habitación trabajando mi mente para recordar el por qué Jade me parece tan inusual. Ella es un abismo en el que puedo llegar a caer si no tengo cuidado y algo me dice que ella puede ser las respuestas que tanto he buscado.

Me dispuse a indagar en diarios, revistas y todo lo relacionado a RavenWood sobre sus alumnos. Ya lo había hecho antes. Encontré que era el instituto más prestigioso a nivel de economía. Si culminabas el curso, te enviaban a otro continente diferente a ejercer tu profesión . Una cosa que me pareció extraño fue que ninguno de los estudiantes volvían de visita o regresaban.

Jade era la típica alumna con buenas notas y extensas becas a lo largo de toda su vida escolar. Nunca tuvo conflictos, discusiones y tampoco tenía expediente corrupto. Cualquiera que contemplara eso pensaría a simple vista que es una chica normal, que jamás huiría de su casa a las dos de la mañana sólo por escapar de su oscura realidad y no arrastraría demonios consigo.

Por qué eres tan diferente?...

Absorto en mis pensamientos, me volteo y encuentro a Jade sentándose al frente de mi. Sin avisar. Sin decir ninguna palabra. Está de buen humor.

—Estoy tan cansada,—Se recuesta de sus brazos en la mesa, dejando su mochila en el asiendo de al lado —Ayer no terminamos nuestra conversación—, dice.

Escapé porque sé de lo que eres capaz...

—Lo siento— me excuso, —La mudanza es más complicada cada vez y debía descansar— digo, tratando de no perder su mirada.

—Para la próxima recuerda no escabullirte de mí— dice, una sonrisa formándose en sus labios.

—No puedes hacer eso, es peligroso si nos descubren— digo rascándome la nuca, sin mirar atrás.

—Claro que puedo, la única forma de saberlo es arriesgarnos dice, abriendo la puerta de metal despacio sin inmutarse.

—El jamás dejaría pistas o clavos sueltos por ahí, por favor, vayámonossuelto, buscando algún sonido intermitente.

—Deseo saber la verdad,— dice, adentrándose al oscuro cuarto, —Necesito saber el por qué y cómo ocurrieron las cosas. 

Sin pensarlo, ambos estamos dentro de ese cuarto. Habitación que nunca en mi vida había entrado. Se siente frío. Vacío. No se siente parte de la casa y sólo dos personas respirando el mismo aire que nunca más volverían a respirar...

DISTORSIÓN © | #THA2020|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora