Ethan
Mi hogar siempre ha sido una soledad abrupta.
Me encuentro sentado en uno de los incontables sofás en el gran salón. Lámparas de mesa y candelabros me permiten apreciar mucho más cada detalle de este amplio lugar al que actualmente llamo hogar.
Existía una infinidad de veces en las que me decía a mi mismo que sólo era pasajero todo lo que pasaba por mi mente. Debía enfocarme y traspasar la barrera que por años contuve para no liberar mi decisiones.
Este pasillo es cada vez más largo cuando transito por el. No he podido dormir en paz desde hace varios días. Algo me abruma. Me persigue. Me hostiga.
—En la madrugada trasladarán el nuevo cargamento— Escucho a lo lejos una voz fuerte y gruesa. No la distingo hasta que llego a la entrada de la puerta que nos divide.
La puerta se encuentra entre abierta. Me dispongo a sostenerme de ella y poder observar el interior sin emitir ruido alguno.
—Debemos trasladar el que poseemos en nuestro poder, — Vuelvo a escuchar otra voz, esta vez de un tono femenino, —Si coopera, podremos vivir en ese lugar sin ser descubiertos —. La mujer se encuentra sentada. Sus piernas entrelazadas y sus manos apoyadas sobre ellas.
—Su oposición es absoluta — Se emiten pasos. El hombre camina lentamente hasta un escritorio cercano y extrae una carpeta color marrón del interior de un cajón del mismo. —Debemos tomar un manejo sólido con respecto a ellos. — continua, leyendo lo que parecen ser archivos y folletos —Mientras más uso psicológico experimentes en una persona, mejor será el resultado.
Me alejo despacio de la puerta. Una mano firme toma de mi brazo y lo jala contra sí. Me escabulle velozmente hacía lo que parece ser una ventana con barrotes de metal y me suelta. No puedo ver su rostro. Su cabeza está completamente cubierta con un pasamontañas cubriéndola hasta su cuello.
—Debes encontrarla. — Su voz áspera y con poca entonación me llama la atención.
—¿A quién?— Pregunto. La brisa de la noche me golpea y solo me queda esperar la respuesta de este hombre desconocido parado frente a mi. Nervioso.
—Él se la llevará muy lejos y no la podrás ver nunca más— Suelta. Sin yo tener tiempo de responder, el hombre se da la vuelta. Camina a toda prisa y desaparece por las escaleras.
Se siente vacío. Me siento vacío.
Sé a quién se refiere.
Sin pensarlo, corro en búsqueda de algún plan o designio para poder encontrarla.
Sé por donde comenzar.
Me levanto de golpe del gran sofá.
Todo me da vueltas. Mi subconsciente juega una mala jugada conmigo cada vez que puede.
A veces los momentos se repetían una y otra vez en mi cabeza. Me perturbaban. Me manipulaban. Me torturaban.
Las imágenes que se reflectaban en ellos eran nada más que sueños o ilusiones que se manifestaban por alguna razón que desconocía.
Recorro a paso veloz la gran sala para así alcanzar las escaleras. Subo hasta el final y entro a zancadas a mi habitación. Cierro con fuerzas la puerta detrás mío. Me tumbo de espalda en la gran cama que adorna mi ordenada y ancha habitación.
Me duele tanto no poder recordar o si quiera poseer un recuerdo concreto y poder buscar alguna solución para ello.
Me dedico a leer entre líneas. Despertar la curiosidad y alimentarla para poder satisfacerla. Grandes esfuerzos por no jugar en contra de mis debilidades. Sin victoria, actualmente me preocupo en no destapar algún tipo de sentimiento o enigma sobre mí.
Observo el techo con confusión. Mis brazos ubicados a los lados de mi cuerpo. me permito cerrar mis ojos y poder descansar del demonio que todas las noches me atormenta sin piedad.
...
Jade
Los días en el instituto RavenWood siempre han sido la misma tediosa rutina.
Los estudiantes alardeaban. Presumían sobre sus padres y sus lujosos viajes que recorrían y admiraban. Nada había cambiado. Todo era y seguiría igual.
Me dispongo a comer en silencio mientras estoy sentada con mi soledad. El gigante jardín decorado con árboles por doquier me inspira armonía. Solo asistí a clases por varias horas y ya no poseo ánimos. Suelo pensar en mis acciones. En mis próximos movimientos en descanso y en serenidad.
No he visto mucho a Ethan desde el día que entré a escondidas en su casa. Hemos conversado muy poco en los pasillos y en los extensos comedores alrededor el campus.
Mi vida no deja de pasar lenta y tortuosamente. Me limito a admirar el paisaje. A lo largo de mi realidad me ha acompañado un afección de culpabilidad y agonía. Anhelo y deseo mi libertad.
Las pocas fuerzas que me quedan son limitadas. El tiempo es mi desesperación y mis pensamientos son mi perdición. Estoy sumergida en un pozo sin retorno. Ese archivo que encontré en mi casa no es un obstáculo imposible, es un pequeño apoyo y recordatorio para ayudar a recordar.
Sin más, me levanto y salgo a paso rápido del hermoso jardín que me ha acompañado a lo largo de lo poco que recuerdo de mi vida escolar.
Mientras recorro la acera para llegar a mi hogar, respiro el aire libre que me brinda la naturaleza y el color verde de los inmensos árboles que adornan el vecindario.
Permanecí dos días analizando el suero blanco que habitaba dentro de la jeringa que había encontrado en la casa de Ethan.
Estuve visitando por varios días los laboratorios de RavenWood a investigar a profundidad el origen de ese extraño líquido.
Poseo mucho conocimiento a lo que se relacione con medicamentos y analgésicos. Cuando era pequeña, mis abuelos ingerían diversos tipos de fármacos y yo era la responsable de su administración. En mis tiempos libres comencé a interpretar y leer libros correspondientes a medicina para así mantener un breve conocimiento sobre como funcionaban estos en el cuerpo humano.
El suero de la jeringa resultó ser un antipsicótico, específicamente, Clozapina.
No había designio alguno.
La Clozapina es un medicamento que se emplea en los casos de esquizofrenia extrema para reducir los comportamientos suicidas o trastornos similares a la misma.
Al igual que contenía Haloperidol y Quetiapina.
Si se administraban esos dos estabilizadores, se podían utilizar dependiendo del estado de animo con antipsicóticos o antidepresivos que era necesario para el paciente.
Me encuentro en mi habitación. Oscuridad abunda en ella. Permanezco sentada en un sofá individual junto a la cómoda. Observo la jeringa en la palma de mis manos cuidadosamente.
Poseía dificultad para entender como es que ese tipo de medicamento de alto riesgo lo poseían los padres de Ethan y con que fin lo utilizaban.
Era el momento de hablar con Ethan.
Debía tener explicaciones del origen de ese suero peligrosamente dañino.
Fuera de comportamiento personal para ellos o no, eso era un mecanismo funesto predestinado si la administración no era correcta o si se excedía. Podía llegar a ser mortal.
No podía quedarme en silencio.
Sería fatal si alguien lo encontrara...
Mañana por la mañana hablaría con Ethan sobre sus padres y sobre el misterioso suero.
Él debía darme respuestas.
Me mentía.
Siempre te mintió.
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DISTORSIÓN © | #THA2020|
Mystery / ThrillerEthan. No confíes en tus propios pensamientos. Acabarán contigo más rápido de lo que puedes imaginar. Nunca imaginé lo que mi poderosa mente podía hacer conmigo en el momento menos preciso. Consumiéndome. Destrozándome. Forzándome a no recuperar m...