Jade
No puedo moverme. Estoy sentada. Atada a una silla áspera. Inmovilizada. Percibo palpitaciones en mis pómulos y en mis brazos. Mis pies atados en la parte inferior con una cuerda de metal. No sé donde estoy.
—Intentó matarme— escucho a lo lejos una voz. Mis ojos están hinchados y no logro ver con claridad de donde proviene. Seguidamente logro percibir el sonido de un vidrio impactando contra el suelo. No me inmuto.
—Debes calmarte, ya todo está bajo control — Otra voz gruesa y que no conocía habla. Otro sonido de algún objeto de madera golpeando contra la pared.
—Todo fue culpa de él, debes encontrarlo y acabar con esto— Siento pasos fuertes acercándose a mi. Intento levantar mi cabeza con cuidado pero no lo logro. Un fuerte dolor palpitante permanece en la parte trasera de mi cabeza.
Sin aviso, el hombre sujeta mi cuero cabelludo con fuerza y levanta mi cabeza. Trato de abrir mis ojos pero un dolor punzante no me lo permite. Siento como todo mi rostro se halla hinchado y adolorido.
—Te advertí que sería la última vez que me enfrentaras, — Su voz fuerte y tenebrosa hace eco en mis oídos — Van a morir ambos sin devoción alguna. — Me suelta del fuerte agarre de mi cabello y mi cabeza cae hacía abajo, derrotada.
—No puedes ejecutarlos, — el otro hombre interrumpe. Su voz parece pacífica y en calma. —Ellos deben permanecer vivos para el gran sacrilegio.
Sin advertencia, siento como el roce de las ataduras va disminuyendo. Me levantan lentamente y me cargan en brazos. Presiento como todo mi cuerpo arde en aflicción. No tengo noción a cual sitió me conducen y por cual motivo. Oscuridad y absoluto temor me invaden. El cansancio se adueña de mi y me adormezco en brazos de la persona que me dirige a mi final.
Me levanto ligeramente de mi cama. Mis ojos se sienten agotados. Mi cabello está en desorden y obsceno. Me permito levantarme y poder ir a la ducha para eliminar todo cansancio que abruma mi existencia.
El agua caliente desciende sobre mi cuerpo. Mis músculos se relajan instantáneamente al toque del agua tibia y relajante. Intento repasar mis ideas para no cometer alguna equivocación.
Hablar con Ethan no será fácil. Debo enseñarle la jeringa con el suero. Explicarle el como me aventuré sin su consentimiento a entrar a su casa y como descubrí el origen del líquido.
Salgo del baño. Me coloco una camisa suelta color beige, unos jeans color azul marino y unos zapatos cómodos color negro. Recojo mis libros y los introduzco a mi mochila junto con la jeringa.
Me preparo mentalmente mientras bajo las escaleras de mi hogar.
Una figura se descubre entre la luz de la mañana que ingresa por las ventanas. Se encuentra sentada en un sofá individual a un lado de la chimenea.
Me toma un tiempo relajarme y darme cuenta el por qué está ahí. Sentado, leyendo atentamente su libro favorito de Ciencia oscura en sus manos.
Ethan.
Alza la mirada y me mira fijamente a los ojos. Estoy recostada del marco de la sala. Observándolo detalladamente. Trae puesto una camisa blanca completamente abotonada. Un pantalón de mezclilla y zapatos negros. Su cabello alborotado y su aire matutino me llaman la atención.
—Últimamente no hemos hablado mucho.— dice, dejando su libro en su regaso.
Camino lentamente hacía el sofá situado frente a él. Me siento y descanso mi mochila a un lado.
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DISTORSIÓN © | #THA2020|
Misterio / SuspensoEthan. No confíes en tus propios pensamientos. Acabarán contigo más rápido de lo que puedes imaginar. Nunca imaginé lo que mi poderosa mente podía hacer conmigo en el momento menos preciso. Consumiéndome. Destrozándome. Forzándome a no recuperar m...