My best friend -Kaisoo-

2. "¿Será...?"

La primera semana había sido demasiado atareada. Un sin fin de proyectos evaluativos, estudiar para las preguntas orales y escritas, en fin, todos estaban agotados por los primeros cinco días de clases.

El profesor no había estado equivocado cuando dijo que el último año sería difícil.

Era sábado cuando Kyungsoo se encontraba descansando en su habitación y alguien llamó a su puerta.

Ni siquiera tenía que preguntar para saber que era su compañero de casa y mejor amigo, el mismísimo Kim JongIn.

Se acostó boca abajo y colocó la almohada sobre su cabeza en un pobre intento por impedir escuchar el sonido.

-¡Vamos Soo! Lo prometiste- y la puerta ya se había abierto antes de que el bajito pudiera despertar adecuadamente.

Él sabía lo que había prometido y por ninguna razón deseaba cumplirlo.

-Déjame~... - se quejó débilmente mientras JongIn arrancaba las sábanas de su cuerpo y de paso la almohada.

-No seas así, prometiste que iríamos, tengo ganas de ver a mi familia, Soo- Kyungsoo se sentó en la cama, cruzándose de brazos.

Su rostro estaba completamente adormilado por el sueño, sus ojos entrecerrados miraban a JongIn con seriedad. Bostezó antes de hablar.

-Puedes ir tú a ver a tu familia. Yo me quedaré aquí- y se hubiera acostado nuevamente de no ser porque JongIn lo agarró del brazo.

-Sabes que vendrás conmigo. Tu madre ha llamado catorce veces esta semana a mi teléfono celular porque dice que no le contestas las llamadas. ¿Qué demonios, Soo? Es tu madre- regañó el moreno. Kyungsoo bajó la cabeza un poco avergonzado de sus acciones a lo largo de la semana.

JongIn suspiró y al instante se acercó a Soo, acunando su rostro y levantando su vista para que lo mirara directo a los ojos.

-Sé tus diferencias con ella, Soo, pero la familia es la familia y debemos quererla sea buena o mala- repitió JongIn las palabras que siempre decía a Kyungsoo.

El bajito suspiró también. Él sabía que tarde o temprano tendría que visitar a su madre. Llevaba cuatro meses exactos sin verla y a lo largo de ese tiempo se había limitado a contestar sus llamadas un par de veces.

-No quiero ir a verla, JongIn. Sabes que... no somos tan unidos- admitió bajando la cabeza.... él amaba a su madre pero.... no podía perdonarla por beber tanto y no ocuparse correctamente del hogar.

-Soo, no seas así conmigo, por favor- imploró JongIn y el bajito no pudo más y simplemente se rindió.

Él estaba siendo muy desconsiderado con JongIn, después de todo el moreno había pasado las vacaciones enteras junto a Kyungsoo, sin ir a ver a su familia para que su mejor amigo no se sintiera solo y triste.

-De acuerdo- se puso de pie y corrió a cambiarse.

Durante el camino a casa conversaron sobre temas triviales y por supuesto que JongIn notó la incomodidad de Kyungsoo pero no se atrevió a decir nada.

-¿Puedo dormir en tu casa?- preguntó Kyungsoo luego de estar un rato callado.

-Soo.... - JongIn no parecía contento pero al final exhaló, agregando: -Está bien- aceptó y Kyungsoo dejó escapar un suspiro de alivio.

Finalmente luego de casi una hora se encontraban golpeando la puerta de la casa de Kyungsoo y al instante esta fue abierta por su abuelita.

-¡Kyungsoo!- exclamó con felicidad y sorpresa abrazando a su nieto al instante.