Había transcurrido el día y si no es porque Bruno llamó temprano recordándole que era su cumpleaños no se hubiese acordado.
De una reunión a otra no le quedaba tiempo para más que dormir unas pocas horas y seguir de un lado a otro junto a su padre y otro socios.
Por desgracia el padre de Maximiliano tenía una sociedad con su padre y tenía que verlo seguido, en su diario vivir vagaba la idea de dejar todo tirado e ir a averiguar si eso que sintió con William era tan real como su existencia en sus sueños.
Pensó una y otra vez en llamar a Amanda y preguntar por él pero se detuvo, tenía que estabilizar su vida y no se permitiría arruinar ese algo que sintió junto a él, fue un sentimiento reconfortante compartir con él, fue una brisa fresca para su alma.
Camino de un lado a otro ya envuelta en una toalla, ese espacio se sentía muy grande para ella sola y se imaginó a su bebé corriendo de aquí para allá.
Se sentó en la cama cubriendo su rostro con sus manos, quería serenarse y dejar de pensar en eso por una vez en su vida.
Escuchó mucho ruido abajo y decidió ir a ver qué pasaba. Mirna bajó la mirada en cuanto la vi y Chloe dirigió su mirada al intruso que permanecía en el umbral de su puerta.
— ¿Qué haces aquí?—preguntó ella sin dirigirle la mirada.
— ¡Mírame!—gritó.
—Cálmate, no estás en tu casa—él intentó avanzar—detente—ella termino de bajar las escaleras— ¿Qué quieres?
— ¿Qué haces? ¿Qué estás haciendo?—ella lo miró extrañada—no me mires así, sabes perfectamente de lo que hablo—se acercó a ella.
—No sé de qué hablas, creo que ya estás loco—ella sonrió y cuando intentó alejarse él la tomo del brazo—no vengas con tus dramas de que te estoy sacando del mercado—sonrió cínica y vio con desprecio su mano en su brazo—no es mi culpa que ya no seas el empresario exitoso de antes y suéltame, mereces todo lo que te está pasando— se soltó de él y se carcajeo.
— ¿Sigues dolida porque te dejé?—preguntó sonriendo.
—No, tú en mi vida estorbabas—suspiró—lo único que me duele es que con tu avaricia y maldad arrastraste a mi hijo.
—Ese niño solo estorbaría.
—Te equivocas, eso fue lo único bueno que me habías dejado pero me lo arrebataste—sonrió—sal de mi casa o llamo a los de seguridad.
—Yo te amo y sé que tú a mí también—quiso acercarse pero ella se lo impidió.
—No, yo no te amo, deje de hacerlo cuando entendí que amarte me enfermaba—se volteo—espero no volver a verte Maximiliano.
Subió a su habitación y se lanzó a la cama suspiró y gritó.
Su teléfono sonó y sin ver el identificador contestó.
— ¿Chloe?—su corazón se detuvo, era él.
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Mientras respires, hay esperanza.
Teen FictionLa vida da muchas vueltas, creías seguras muchas cosas, cosas que solo eran un adorno innecesario en una vida que se destruía en cada paso dado. Pensar y analizar que de alguna manera la vida es injusta sin detenerse a pensar que son solo sus decisi...