The Legend Of Zelda DxD: Un cambio En La Historia

Capitulo 13

Anteriormente:

Link en compañía de la princesa Zelda, Issei y Yotsuba decidieron adentrarse en las minas Goron para intentar ayudar a la gente de la Villa Kakariko.

En la actualidad:

En las cercanías de la entrada a la ruta que lleva a las montañas de la muerte, el grupo se encontró con Renado, el hombre cargaba en el rostro gran preocupación por lo que había visto.

—¡Ah, que fortuna que estés en una sola pieza! Vi que estabas subiendo la prueba de la montaña, así que estaba preocupado—Explicó Renado viendo a Link.

—No tiene de qué preocuparse, no me paso nada grave— Respondió Link.

—¿Estas tratando de alcanzar a los Goron de la montaña de la muerte? Es por mucho peligroso, Link!

—Yo le dije que no lo intentará, no me escucho, a veces siento que soy como su madre... —Dijo Issei, pero Link le pego con el codo.

—Ignore a mi tonto compañero, por favor siga —Comento Link, reanudando la conversación.

—Como iba diciendo, ellos solo reconocen la fuerza y una persona normal nunca podría persuadirlos.

Issei escucho lo que dijo Renado, ambos sabían gracias a los dos espíritus de la luz que habían recibido la bendición de las diosas, pero al parecer aún debían desarrollar más sus capacidades físicas.

—Entiendo eso, no creo que en estos momentos seamos capaces de hacerlos cambiar de opinión...

Renado observó a mirada pensativa de Link, entendió que el chico estaba intentando descifrar una manera de poder pasar esos obstáculos.

—Pero... Conozco una persona que fue capaz de superarlas y ganar su confianza... Su nombre es Bo. Quizás lo conozcas como el alcalde de tu pueblo natal, Ordon.

—¿El alcalde? No tenía idea de qué fuera capaz de tales hazañas— Link sonrió ante el recuerdo del alcalde.

—¿El viejito buena onda? Me sorprende, parece que la vida pacifica le cobro caro...

Issei sintió un golpe en la cabeza, Yotsuba estaba enojada por su falta de modales, mientras que Zelda solo lo miraba con reproche.

—Señor Issei, creo que debemos iniciar con unas cuantas clases de modales— Fue lo único que dijo Zelda, para después sonreír.

—Tengo modales, solo estoy siendo sincero.

—De todos modos, parece ser que necesita un poco de mano dura.

Link sonrió divertido, pero su sonrisa se esfumó al ver el rostro de la princesa.

—Lo mismo va para el señor Link.

Renado solo tenía una sonrisa incomoda al ver lo que ocurría, pero no le tomó mucha importancia, los jóvenes de estos días eran muy animados.

—Por favor ve a verlo, y mientas estas ahí, hazles saber que los niños.. están a salvo.

—Por supuesto, yo me haré cargo.

—Aunque por supuesto, tenerlos de vuelta sería mejor... Pero no podríamos tenerlos a salvo de los monstruos del camino sin un caballo o un carro... Por favor regresa a ordon y haz lo que te pido.

—Lo haré, no hay duda de eso— Link sonrió.

Renado asintió y comenzó alejarse del grupo, estaba satisfecho con lo que había logrado.