Capítulo XIII

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...

Llegamos luego de media hora al dichoso restaurante.
En el transcurso del camino nos mantuvimos callados, Él con la vista al frente y yo viendo a la ventana.

Totalmente aburrido...

- Ven, vamos - salgo afuera del auto y el frío de la noche me hace retroceder.

- Hace frío - digo e ingreso al auto.

- Anda, sale Adriana - niego y el se quita la chaqueta y me la entrega - Ponte y vamos quieres...

Asiento y salgo otra vez, está vez me pongo sobre los hombros su chaqueta y su perfume inunda mis fosas nasales.

Huele a Hombre, huele a gloria.
Mis pobres hormonas no resisten a su exquisito olor.

Y él me observa esperando a que de un paso.
Lo observó...
Ya les dije que es súper Guapo.

- Deja de mirarme así, me excitas niñata.

Doy un brinco cuando me toma de la cintura y hace que avanze al restaurante.

Entramos y nunca había estado en un sitio tan bonito y elegante a la vez.

- Que te parece Adriana - pregunta y voltea a verme.

- Es Hermoso nunca había estado aquí antes

- Vamos, allá está nuestra mesa.

Nos acercamos a la mesa, pedimos lo que pensamos comer. Pido un postre en realidad no tengo mucha hambre.

El no pide nada y se me es raro.
No tiene hambre acaso

Mientras traen mi postre preguntó sobre él, su familia, si ha tenido novia o no. Le incomoda en su cara se ve. Responde igualmente.
Su familia vive en el mismísimo Seattle. Tiene una hermana la cual estudia arquitectura y también tiene un hermano mayor del cual no le gusta hablar mucho.
Su madre es una gran actriz española.
Pero por ahora ya no trabaja, prefirió dejar la actuación y concentrarse en sus hijos.
Se pueden imaginar que tuvo una novia en su vida. Y que le puso el cuerno.
Horrible. Pero existen personas así aún.
No me habla luego y se concentra en su jodido iPhone.

Terminó de comer mi postre y entonces me remuevo en mi asiento. Nota mi movimiento y me observa.

- Sucede algo - pregunta

- Si. ¿No tienes hambre? - eleva las cejas

- Te preocupas por mi - niego - Te quería satisfecha y alegre. Yo no quería comer. Yo quería llevarte a mi hotel y follarte. Pero tu madre quiere que te lleve a casa temprano.

Asiento con las mejillas rojas.

- Si te llevó a mi hotel. No saldrías toda la noche.

- Claro - hago una mueca y entonces él se acerca a mi. Coge mi cabeza y me besa.

Sus besos me excitan, mi interior se humedece cuando su mano se posa en mis piernas y las acaricia.
Se separa y poso mi mano sobre su pierna la acaricio, asombrado por lo que acabó de hacer, volvemos a unir nuestros labios.

Encontrando el Amor(+18)[✅] Sin EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora