Al Pacino X Robert De Niro

Noche de bodas

Eran oficialmente marido y marido. Al y Robert se acababan de casar. Había sido una ceremonia bastante íntima en la que no faltaron sus amigos como Martin, Joe y Harvey. Fue un día que todos y cada uno de los invitados recordaría siempre.
Por la noche, cerca de las 3 de la madrugada, cuando la fiesta ya había llegado a su fin, Al y Robert se fueron a su habitación del hotel donde se había celebrado la boda.
—Robert De Niro-Pacino—Al se acercó a su marido y le rodeó la cintura desde atrás.
—Me gusta como suena—dijo Robert.
Robert giró el cuerpo y besó a Al con cariño mientras le desabrochaba la chaqueta del traje. Al sentó a Robert en la cama y se alejó unos cuantos pasos. Se quitó la chaqueta del traje, los zapatos, los calcetines y la corbata. Se desabrochó la camisa poco a poco. Antes de que pudiera quitársela del todo, Robert se arrodilló delante de él y empezó a besarle la tripa. Luego le desabrochó el pantalón y se los bajó junto con la ropa interior. Se metió el pene de Al en la boca hasta el fondo, ya acostumbrado a unos trucos para poder hacer una garganta profunda sin ahogarse. Los dedos de al se enredaron en su pelo blanco para empujarle la cabeza contra su pene. Después apartó la cabeza y se quitó la parte de arriba del traje mientras Al terminaba de desnudarse. Los pantalones de Robert prácticamente se los arrancó Al. Los dos se quedaron sin ropa, Al encima de Robert. Movieron las caderas para hacer fricción entre sus miembros y haciendo que se pusieran más y más duros. Al se levantó un momento de la cama para ir a buscar el lubricante que había en la maleta que habían traído aquella mañana. Se untó el pene con lubricante y también lo hizo con el de Robert. Después se acercó a la entrada de su marido y entró poco a poco. Robert enredó las piernas en la espalda de Al, que lo masturbaba mientras lo penetraba. Viendo el deseo en los ojos de su marido, lo embistió con fuerza mientras lo masturbaba con la mano. Robert se agarró a las sábanas con fuerza, mientras gemía sin control. El clímax les llegó a los dos al mismo tiempo, mezclando los fluidos del lubricante y el esperma de ambos por sus cuerpos. Al salió de Robert y se acostó a su lado. Robert lo acercó a su pecho y le empezó a acariciar el pelo.
—Al Pacino-De Niro—susurró Robert.
—Me gusta como suena.