Reencuentro

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Llevaban mucho tiempo sin verse. Robert había estado de promoción por todo el mundo con una de sus películas. Al no lo había podido acompañar porque estaba rodando en Los Ángeles. Lo había ido a buscar al aeropuerto y caminaba de un lado a otro con nerviosismo. Las puertas magnéticas se abrieron y salieron todos los pasajeros del vuelo, pero Robert no estaba allí. Preocupado, lo llamó por teléfono.
—Al final me han retrasado un poco el vuelo. Llegaré por la noche. Te aviso cuando me suba al avión.
Con algo de fastidio, Al volvió a casa. Llegó al atardecer, por lo que al entrar encendió todas las luces.
—Hola, cariño—Robert lo saludó desde el sofá.
Al casi se muere del susto, pero tras recuperar la respiración corrió a darle un abrazo. Robert se levantó y lo cogió en brazos. Le movió la cabeza para acercarse a él y darle un beso después de tanto tiempo. Al lo había echado mucho de menos.
—Te he echado de menos, mi amor—susurro Robert
—No te imaginas lo que yo te he echado de menos
Estuvieron abrazados en silencio. No querían decir nada. Solo querían sentir el aroma del otro después de tanto tiempo. Pidieron pizza a domicilio y cenaron juntos mientras Robert le explicaba todas las anécdotas de los diferentes sitios que había visitado en la promoción de la película. Al le explicó las que él había vivido durante el rodaje de la película que aún estaba filmando. Todavía le quedaba una semana. Después, serían los dos de viaje y estarían de vacaciones cerca de un mes un mes de descanso que los dos se merecían.
Robert se recostó en el pecho de Al con la tripa llena. Le beso en los labios con cariño. El ambiente fue tornándose caliente. Robert le desabrocho la camisa y mientras se la quitaba le beso la tripa. Después siguió bajando hasta llegar al pantalón se lo desabrocho y bajó junto con la ropa interior. Ya estaba bastante es duro Y demandaba su atención. Cumpliendo los deseos y no verbales que le demandaba su marido, se metió el miembro entero en la boca. Al soltó un sonoro gemido de placer. Enredó los dedos pelo canoso de Robert y se lo acaricio mientras lo empujaba  un poco hacia su pene. Cuando separo la cabeza dejó un leve hilo de saliva. Sonrió. Robert seguía totalmente vestido. Así que lo dejó sentado en el sofá y él se puso de pie para terminar de desnudarse y empezó a desabrocharle la camisa a su marido. Le quito toda la ropa de forma sensual y lentamente. Después le hizo una mamada de esas que tanto le gustaban.
—Me vuelves loco...—dijo mirando aquella parte del cuerpo de su marido que tanto amaba—Necesito tenerte dentro...
Robert agarró a Al por las mejillas y lo hizo sentarse en su regazo. Lo besó un par de veces más mientras  Al levantaba un poco las caderas para que Robert pudiera entrar en él. Lo había echado mucho de menos... No tardó en empezar a moverse con desesperación. Se abrazó con fuerza a la espalda de Robert, quien con una mano lo masturbaba y con la otra le agarraba el culo.
Los dos se corrieron con un sonoro gemido. Al se echó hacia atrás separándose de la espalda de Robert y estuvo a punto de caerse del sofá. Robert lo agarró del brazo y lo echó hacia adelante entre risas.
Se habían echado mucho de menos.

Al Pacino X  Robert De Niro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora