Confesión

100 5 0
                                    

Años 70. Robert y Al eran unos jóvenes de 30 años.  Se conocieron en los años 60, y desde entonces se hicieron muy buenos amigos. Los dos perseguían su gran sueño de ser actores y juntos lo iban consiguiendo. En el 72 al consiguió Interpretar a Michael Corleone en la película El padrino, la cual resultó ser un gran éxito. No pudo ser más feliz cuando se enteró de que su gran amigo Robert participaría con él en la secuela. Lamentablemente, no trabajarían juntos en ninguna escena. Pero aún así, Robert iba a visitar a Al al set cada vez que podía. Durante aquella  semana, Al tenía el día libre, por lo que decidió llevar a Robert a cenar a su casa y pasar la velada juntos. No era el mejor cocinero del mundo, pero se las apaño para cocinar algo rico para la cena. Hacía varios días que cada vez que estaba con Robert su corazón latía muy fuertemente. Hubo incluso una vez que parecía que le estaba dando un infarto. Pero más tarde se dió cuenta de que era lo que se trataba ese latido de corazón.
El chico que le gustaba, llego puntual como un reloj. Tanto él como Rober se habían vestido algo formales. Aunque ya hubiera confianza entre ellos, inconscientemente querían verse guapos delante de la persona que les gustaba.
Tomaron algo de vino en la terraza, mientras charlaban animadamente y también comieron algunos aperitivos. Cenaron un entrecote con patatas asadas que al preparo al punto. Después se sentaron a seguir hablando y hablando en el sofá. Algo que a Robert le encantaba de Al es que podía pasarse horas y horas hablando con el que nunca jamás se cansaría de escucharlo contar todo lo que tenía que decir. No sabía si era cosa suya, pero se fijo que su amigo interactaba mucho con él últimamente. Enseguida quería hacer contacto físico con él. Pero él no podía quejarse, le encantaba tener contacto físico con él. Cuando se veían se daban algún beso en la mejilla al saludarse y sobre todo al despedirse cuando los abrazos se alargaban más de la cuenta para unos amigos normales. Se hizo bastante tarde. Pero las noches siempre es joven. Y el tiempo perfecto para salir a dar un paseo por el barrio. Y así lo hicieron. Se pusieron las chaquetas y salieron a pasear por el vecindario. Hacía algo de frío por lo que Robert siendo el más alto de los dos rodeó los hombros de Al en una brazo para que estuviera menos helado. Sin darse cuenta acabaron llegando a casa de Robert que tampoco está muy lejos de la de Al. Al día siguiente tenían que ir a trabajar los dos, por lo que ya iba siendo hora de despedirse. Robert se acercó al para darle un beso en la mejilla a modo de despedida, pero el más bajito se giró justo en el momento en el que sus labios acabaron posándose los suyos. Y así se dieron el primer beso. Después, se separaron algo aturdido no sabía lo que acaba de pasar.
—¡Lo siento,lo siento!—se disculpo Álex
—A mi me ha gustado, no estado mal—río Robert
—¿Lo dices en serio?—Al tubo un atisbo de esperanza
—Me gustas mucho, Al. Desde hace bastante tiempo.
Al se acercó con delicadeza los labios de Robert y le dió otro beso.
—¿Eso significa que somos novios?—Robert volvió a reír
—Diría que si alguien—le siguió la risa y le dió otro beso.

Al Pacino X  Robert De Niro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora