Capítulo 17: Cambios

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Betty Cooper...

Tres años después...

- B, ya te dije, te lo prometí. Tengo claro que esta será la última vez que pasemos año nuevo todos juntos.- Dijo la rubia a través del celular.
- Sí, Jughead y yo estaremos listos mañana temprano. A las 10:00 AM estaremos en tu casa.- Asintió con la cabeza.
- Está bien, también te quiero, un beso.- Colgó la llamada.

- ¿Era Verónica?.- Preguntó Jughead mientras estaba en el baño.
- Síp, está muy estresada porque este podría ser nuestra última celebración juntos.- Se tiró a la cama.
- Ya debería aceptar que jamás nos vamos a separar. Siempre seremos amigos, yo no pienso alejarme nunca de Archie.- Dijo el chico.
- Yo tampoco pienso hacerlo de V, pero piensa un poco en lo que debe pensar ella. Jug, hemos sido B & V desde que éramos muy pequeñas, en los cinco años de universidad vivimos juntas, y en menos de una semana viviremos en lugares distintos.- Se llevó las manos a la cara.
- Todos nos mudaremos a Nueva York, viviremos en la misma ciudad, solo que tú vivirás conmigo y Verónica vivirá con Archie.- Gritó el chico.
- Pero no estaremos cerca.- Dijo la rubia.
- Betty, es solo cruzar el pasillo. Nuestros apartamentos quedan uno frente al otro.- Dijo el chico saliendo del baño con el cabello mojado y una toalla en la cintura.
- Sí, pero ...- Se sentó pero vio a Jughead y se quedó en silencio.
- ¿Pero qué?.- Levantó la vista.
- ¿Por qué me estás mirando así?.- Jughead se sonrojó.
- ¿Así cómo?.- Preguntó Betty.
- Cómo si fuese un algo para comer.- Jughead negó con la cabeza mientras se reía.
-Lo eres, eres un bombón.- Betty se mordió el labio.
- ¿Sabes que si mis padres te ven así en mi habitación nos matarán?.- Preguntó la rubia.
- Creí que tus padres volverían para la cena.- Alzando una ceja.
- Exacto, tenemos un rato aún.- Betty lo jaló hasta la cama.
- Antes de que lo hagamos quiero confesarte algo.- Se rió Jughead.
- ¿Qué cosa?.- Lo miró.
- Me siento viejo.- Jughead se rió.
- Jughead, tenemos la misma edad y ambos somos mayores.- Dijo confundida.
- Es que tu habitación es muy rosada, no es precisamente mi habitación ideal para tener sexo, que mal, no me agrada la idea.- Se carcajeó.
- Idiota.- Le golpeó el hombro.
- Mejor quédate en silencio y quítate la toalla... o mejor lo hago yo.- Le sacó la toalla de la cintura.

Nada interesante había sucedido en los últimos tres años. Solo se habían dedicado a estudiar y terminar la universidad lo antes posible.

Pasada la celebración de año nuevo, los chicos se fueron a su nuevo hogar en Nueva York, donde empezarían sus nuevas vidas. Jughead había sido contratado como escritor "revelación" en una editorial, Betty había encontrado trabajo en uno de los mejores noticieros del país, Verónica comenzaría a trabajar como parte del equipo de diseño de una marca de alta costura y Archie comenzaría a trabajar con médico.

- ¿Recuerdas la primera vez que estuvimos aquí?.- Dijo Jughead acercándose a Betty, quien estaba parada en el balcón de su habitación.
- Imposible olvidarlo.- Se rió mientras Jughead la abrazaba por detrás.
- En esta ciudad fue cuando empecé a salir oficialmente con el amor de mi vida.- Sonrió Betty.
- ¿Soy el amor de tu vida?.- Jughead la volteó haciendo que lo mirara.
- De esta, de las pasadas y de las futuras.- Tomó las mejillas del chico.
- Te amo tanto, Betts.- Se acercó a la cara de la chica.
- Te amo demasiado, Juggy.- Lo besó.
- Tanto así que quería decirte algo.- La rubia se sonrojó.
- ¿Estás embarazada?.- La miró asustado.
- ¿Qué?. No. Al menos eso creo.- Ella se rió y se encogió de hombros.
-Te escucho.- Él sonrió.
- Bueno, ambos sabemos que la que lleva los pantalones en esta relación soy yo, yo te pedí que nos acurrucáramos la primera vez, yo te besé la primera vez, fui yo la que te besaba e hizo que me besaras las veces que quisieras, yo te tomé por primera vez la mano, y yo fui la que empujó a que empezáramos a tener sexo. ¿Lo recuerdas?.- Le preguntó lo último al chico.
- Sí, y también recuerdo que hace unos años fuiste tú la que hizo que grabáramos una película erótica en un hotel.- Se rió.
- Sí y no me arrepiento de nada.- Lo besó.
- El punto es que... lo diré lo más rápido posible...- La rubia se puso nerviosa y respiró profundamente.
- ¿Te casarías conmigo?.- Le preguntó a su novio.
- ¿Qué?.- La miró atónito.
- Lo que escuchaste, te estoy pidiendo que te cases conmigo, Jug.- Se sonrojó.
- ¿Hablas enserio?.- La miró incrédulo.
- Jamás he hablado más enserio. Quiero casarme contigo. ¿Tú qué opinas?.- Lo miró nerviosa.
- Claro que quiero. Sí, quiero que nos casemos.- La besó.
- Acepto casarme contigo.- La miró fijo y sonriendo.
- Te amo, Jughead Jones.- Lo empujó hasta dentro de la habitación.
- Te amo, Elizabeth Cooper.- La tomó en brazos y la recostó en la cama y comenzó a besarla.
- Betts, tengo una pregunta.- Dijo mientras separaba a la chica que besaba su cuello.
- ¿Qué sucede?.- Se separó.
- Quiero saber si quieres que tengamos hijos, y si es así cuantos quieres que tengamos...- Le sonrió.
- ¿Enserio me preguntas eso ahora?.- Alzó una ceja.
- Sí, los bebés nacen porque las personas tienen sexo y dado que ahora lo tendremos quiero saber, no es que quiera empezar ahora porque literalmente recién empezaremos a trabajar, pero quiero prepárame. Y dado que la que los cargará dentro por nueve meses, verá cambios en su cuerpo y que los expulsará por la vagina eres tu... es tuya la decisión.- Le sonrió.
- Sí quiero tener hijos, quiero dos.- Le sonrió.
- Está bien por mí. Tú decides sobre tu cuerpo.- La volvió a besar.
- Te entrené bien.- Dijo entre jadeos.



Y así fue como mi vida cambió rotundamente en la universidad.
No podría estar más agradecida, tengo dos mejores amigos asombrosos, un novio magnífico y una familia que siempre me ha apoyado.
Quién diría que en un momento tan oscuro de mi vida conocería al chico con el cual quisiera pasar el resto de mis días.
Realmente las personas no mienten, la universidad es la etapa más loca y genial que existe en nuestras vidas, y estoy muy agradecida de haber pasado por esto.
Espero que todxs estén rodeados de gente maravillosa como mis amigos.
Y recuerden chicas, el abortar no las hace malas personas, las hace tener acción y voluntad sobre sus propios cuerpos. Cada una es libre de decidir si quiere o no traer bebés al mundo. No es algo malo y que deba ser juzgado por demás personas.
También recuerden que ustedes pueden tomar iniciativas con un chico, sino mírenme a mi y a Jug, fui yo quien terminé pidiéndole que se casara conmigo.

Siempre recuerden lo hermosas, fuertes y valientes que son, valen mucho, ustedes son maravillosas y se merecen lo mejor del mundo.

Las quiero.

Se despide

Elizabeth Cooper Jones...









Fin...









Esperen el epílogo🤍

Holis, otra novela que finaliza
Tal y como notaron esta abordó más que nada el tema de la decisión que tenemos sobre nuestros cuerpos. Habló de un tema que hoy en día es fundamental, el cual debería ser un derecho. Debemos tener el derecho de decidir sobre nuestros cuerpos.
Por alguna razón sentí la necesidad de hacer una novela alrededor de este tema porque siento que todas debemos tener en claro que es y que debe ser reglamentado.
El decidir si abortar o no debe ser nuestra decisión, no algo impuesto y bajo "cáusales".

Espero que les haya gustado.
Un beso💜💚
Lxs dejo invitados a que se pasen por la nueva novela que está en mi perfil "Obsesión".

La universidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora