Alejandra
Nos encontrábamos frente a mi esposa mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.
- yo...- dijo con dificultad- No sé qué soy- dijo mientras sus ojos se cristalizaban aún más.
- ¿a qué te refieres?- dijo Lupita algo nerviosa.
- No... saben qué mejor en otra ocasión- ví como ella caminaba hacia la cama pero Lupita la sostuvo.
- dinos- la miró directo a los ojos- ¿porqué de repente todo el cambio en tu persona? ¿Y esos ojos? ¿Y tu cabello?
-¡que me sueltes y será en otra ocasión!- gritó y todo en la cocina salió volando al suelo.
Vi la cara de mi esposa más aterrorizada que la de mi amiga y vi sus ojos rojos brillar tanto como el fuego, supe que era difícil para ella. Se preguntarán cómo sigo a su lado después de saberlo, pero ¿a quién le importa? Tener a alguien como ella de esposa era fascinante y la amaba.
Vi a Pau salir corriendo hacia la nieve, parecía el único lugar además de mis brazos que la calmaba.
- Amor- dije en un tono suave, no quería alterarla, pude observar por debajo de su nuca unas pequeñas, ¿grietas? Parecían moretones. Luego le preguntaría, ahora estaría para ella, para Paula o para Arizona, no me importaba. Ella era su esencia.
- yo... no me toques- dijo mientras lloraba.
- todo está bien- dije abrazándola y ella se dejó llevar, cerrando los ojos y llorando bajo la nieve.
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Random"-me gustan las estrellas en Alaska -A mi me gustan las estrellas de todo el mundo contigo"