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Pequeña guerrera (final)

                               Arizona
Desperté al sentir que me tocaban el cabello. Abrí los ojos y pude ver a mi hermano, quien me cambiaba las vendas en el abdomen, el cual ya no dolía como antes.
-despertaste hermanita- dijo y besó mi frente, yo le sonreí
-acá estoy, no te libraste de mi- dije y golpeé su hombro desde mi cama. Ni siquiera regresando de la muerte lo dejaba en paz- ¿qué pasó? Estoy viva- dije mirándolo y él se sentó en la silla al lado de mi cama.
-cuando llevé a Ale y Lupita a donde tú estabas, papá me dijo que había algo que debía decirme, así que las dejé y regresé- yo lo miré y asentí, él continuó.
-entonces llegué y papá estaba afuera con El señor Abadón y Cimeries, aquel que te dijo con quién lucharías. Me dijo que el señor Cimeries te traería acá cuando todo acabara, cuando tu corazón haya dejado de latir. Por eso esperó tanto tiempo para buscarte, pasaron tres horas para que pudiera traerte, yo debía llevarme a Lupita y a Ale de ahí y llevarlas al hotel a que descansaran para dejarlo trabajar y llevarte de ahí.
-dioses- dije- ¿Ale y Lupita saben que estoy viva?- pregunté mirándolo.
-Aún no, pero podrás regresar con ellas hoy- dijo y yo sonreí feliz.
-ahora trataremos de caminar, ¿okay?- dijo y pasé mi mano por su hombro. El señor Abadón pudo reconstruir mis piernas pero aún dolían un poco.
Al  pararme vi que algo cayó al suelo, bajé la mirada y me encontré un arco de oro y a su lado una espada nueva- ¿y esto?- dije mirando a mi hermano
-lee la nota- dijo sonriendo
"Pequeña guerrera, esto es para tí. Eres valiente y estoy orgulloso. Casi te pareces a mi"
Att: el señor de la Guerra"
yo sonreí y guardé la nota en mi pantalón para empezar a caminar por mi cuarto
-¿bajamos?- animó mi hermano y yo asentí
-claro- dije y caminé a mi ritmo
Bajé las escaleras después de esforzarme mucho y pude ver a las legiones de mi padre en la sala, cada uno se inclinaba ante mi. ¿Qué me perdí?
-pequeña guerrera-dijo Abadón acercándose extendiéndome una capucha color negro con piedras preciosas, rubíes.
-wow- dije sonriendo y colocándomela
Me coloqué la capucha y pasé mi nuevo arco a mi espalda, la espada la guardé a un costado y todos me veían.
-¿qué pasa?- dije mirándolos. Mi padre se acercó y me abrazó
-Ahora sí eres Arizona Asthares- dijo Cimeries acercándose en su caballo.
-falta algo- dijo el señor de la guerra. Yo la miré confundida. Un brillo rojizo me cubrió y al desaparecer me percaté de que mi cabello era pelirrojo, al menos mis ojos seguían siendo grises.
-esto fue extremo- dije y reí suavemente
-pequeña guerrera- dijo- puedes regresar con Ale y Lupita, te esperan.
Yo vi cómo la puerta del palacio se abría
-vamos, Arizona Asthares- dijo mi hermano sonriéndome y yo me sentí feliz, por primera vez de ser hija de un demonio.
Caminé hacia la salida acompañada de mi hermano, me puse la capucha, me gustaba mucho, era mi favorita ahora.
Caminamos por aquel lugar lleno de piedras rojas y fuego. Este era mi hogar, pero los brazos de mi novia lo eran más.
Llegamos a donde se abría un portal y Timotee me tendió la mano entregándome un collar similar al otro, pero... éste era azul con rojo.
-¿y esto?- dije mirándolo
-tú alma está completa de nuevo y decidimos darte de nuevo la inmortalidad Ari- yo lo miré
-pero y Ale y...- dije y él me interrumpió.
-ellas igual la tienen- dijo y yo quedé sorprendida
-¿qué?- dije y él me abrazó
-desde el momento en el que casi moriste, papá y yo estuvimos de acuerdo en que eras feliz con ellas dos, así que si tú eras inmortal ellas igual lo serán- dijo y yo lloré de felicidad.
-¿entonces para qué es el collar?- dije.
-eso en sólo un regalo de parte de tu hermano- dijo y yo reí.
-te quiero tonto- dije y tomé su mano cruzando el portal.
Estábamos de nuevo en Alaska, la nieve, todo se veía como siempre.
Caminamos hacia el hotel y yo podía escuchar los sollozos de mi novia, me partían el corazón, bajé la capucha y dejé visible mi rostro. Entré al hotel y cerré los ojos.
Me encontraba detrás de Lupita quien intentaba abrazar a Ale mientras ella lloraba , pareció percatarse de mi presencia y volteó quedándose estática.
Yo le hice la seña para que guardara silencio y me acerqué a mi novia quien estaba acostada dándonos la espalda.
Quité el arco de mi espalda y apoyé la espada en el suelo.
-Arizona- dijo ella sollozando mientras abrazaba mi ropa
Yo la abracé por la espalda
-cariño- dije y ella paró el llanto en seco
-¿Arizona?- dijo y se volteó
-la misma- dije y le sonreí.
Pude sentir como se me aventó y me llenó de besos
-dioses pensé que te había perdido para siempre- dijo llorando mientras me abrazaba. Pude sentir que Lupita se unió al abrazo y las tres volvimos a estar juntas.
-No se desharán tan fácilmente de mi- dije mientras lloraba y besaba a mi novia mientras le sonreía a Lupita.
-tengo buenas noticias- dijo mi hermano interrumpiendo
-habla- dijo Lupita mientras yo y Ale seguíamos abrazadas
-Tú, Arizona y Ale tendrán millones de años para molestarse la una a la otra- dijo y Ale me miró.
-¿eso qué significa Amor?- dijo y yo la abracé.
-somos inmortales- antes de decir otra cosa pudimos ver a Lupita correr hacia Timotee y darle un ataque de besos, ambas reímos y yo secaba las lágrimas de Ale.
-esto debemos celebrarlo- dijo mi novia y los tres asentimos.
-¿quién es más sexy 2020?- dijo Lupita y Ale la miró competitiva
-Arizona- dijo mi novia
-Timotee- dijo Lupita
Yo caminé como pude hacia mi hermano y él me abrazó.
-esa pierna- dijo y yo sonreí
-heridas de batalla- ambos reímos y miramos a aquellas personitas importantes para ambos peleando como siempre.

"Los momentos felices se pueden ir. Pero cuando vuelven, son la vida entera"

YourAngel-318 AlejandraDeAlbaNavar

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