Lupita
Iba camino a donde se hospedaba mi amiga, pero, la diferencia era que estaba nerviosa y el nerviosismo se encontraba a mi lado tomándome de la mano.
-Dioses, esto parece más difícil que dar una mala noticia- dije hacia Timotee, quién parecía querer reírse ante la comparación.
Llegamos a la puerta del hotel y toqué.
Pasaron dos minutos y mi amiga abrió la puerta
-Lupi-dijo ella abrazándome e invitándome a pasar.
Timotee decidió que sería divertido asustar a su hermana antes de dar la noticia, así que desapareció antes de abrir la puerta.
-Ari-dije correspondiendo su abrazo y pasando al cuarto para sentarme en la pequeña sala que tenía.
-¿quieres algo de agua?-preguntó Arizona desde la cocina mientras yo le hacía señas a mi novio quien apareció cuando Arizona no veía.
-Sí gracias- dije y Arizona se acercó a mi
-ten-dió dándome la botella y al alzar la mirada soltó un grito
-¡DIOSES TIMOTEE TE VOY A MATAR!
Ambos nos empezamos a reír ante la reacción de Arizona quien corrió hacia su hermano a darle golpes mientras él sólo reía ante su poca fuerza
-ya hermanita- dijo riendo y tomando a Arizona mientras la alzaba y la sentaba en el sofá- pareciera que viste un fantasma.
-Dioses no vuelvas a asustarme así- dijo y finalmente rió.
-Arizona tengo... tenemos algo que decirte- dije algo nerviosa, por lo que Arizona se puso más nerviosa.
-oh no, no malas noticias-dijo y se tapó los oídos. Yo quité sus manos de sus oidos y reí.
-ridícula, son buenas noticias- dije mirando a Timotee quien se encontraba muy tranquilo.
El rostro de mi amiga se iluminó
-¿buenas noticias?- dijo sonriendo- hableeeen.
-bueeeno- dijo su hermano tomando mi mano. Arizona se percató de esto y le echó una mirada desafiante a mi novio.
-Tú hermano y yo hemos estado saliendo desde que supe que era tu hermano-dije y el me besó- No me culpes, es demasiado perfecto- Arizona golpeó el hombro de Timotee.
-Tú mentiroso- dijo y bufó. Luego sonrió y nos miró
-qué bien que se hayan conocido...- dijo y agachó la cabeza- sinceramente ya los había juntado en mi imaginación- dijo y yo me ruboricé mientras mi novio me abrazaba y reía.
-¿te he dicho que eres la única mortal que amaré?-dijo y yo me puse aún más roja.
-ya deja a mi amiga- dijo Arizona y volvió a golpearle el hombro. Amor de hermanos.
-¿qué te parece si te dejamos y vamos a caminar?- me dijo Timotee y Arizona se agarró el corazón de manera exagerada, fingiendo que se le rompía.
-No son capaces- dijo fingiendo llorar y todos reímos.
-oh hermanita claro que si- dijo mi novio mientras fingía lanzarle una flecha a Arizona y esta se tiró al suelo
-vaya demonio- dije riendo viendo la escena.
-hey! Yo soy Astharot-dijo Timotee con su voz grave y Arizona echó a reír
-ajá sí- contesté mientras lo besaba- vámonos señor demonio porque creo que va a llover más tarde
-Adiós tórtolos- dijo Arizona despidiéndose y antes de salir pude ver que Arizona tomó a su hermano y lo amenazo
-si la lastimas tu alma es mía- dijo y el rió
-No se preocupe guerrera, la cuidaré por toda la eternidad- dijo y ambos se abrazaron, yo abracé a mi amiga y Timotee y yo salimos del hotel agarrados de la mano.
-bueno, fue fácil- dije sonriendo
-mucho, te dije que se lo tomaría bien- dijo y él levantó mi mano para besarla.
Caminamos por el parque y miramos un rato las estrellas que se asomaban en el cielo de Alaska, era precioso.
-¿Crees que Arizona y Ale vuelvan a ser pareja?- dije mirándolo
-Todo depende de las palabras-dijo- las palabras pueden lastimar y las palabras que dijo Ale hacia Arizona causaron mucho daño, aunque ella no lo demuestre, siempre le afectan las cosas por más pequeñas que sean- me miró y yo me perdí en sus ojos rojos.
-las palabras son importantes- dije y él me miró
-lo sé, por eso puedo decirte que eres lo más importante para mi y que disfruto mucho haberte conocido. Mi hermanita pensaba que nunca amaría a alguien o que siquiera podría enamorarme. Pero ahora todo es más claro, ya veo porque siempre fue tan feliz, ella creía en el amor, y ahora yo lo hago- él se inclinó y me besó de forma suave y linda.
-nunca pensé que podría estar con un demonio así y mírame- dije y ambos reímos y nos recostamos en la nieve.
-amo las estrellas en Alaska- dije alzando mi mano hacia el cielo nocturno
-yo amo las estrellas de todo el mundo contigo- yo sentí que me volvía a poner roja.
Le di un pequeño golpe en el hombro y ambos nos reímos y contamos (o al menos intentamos) las estrellas.
Arizona
Estaba en mi cuarto de hotel sentada en la cama pensando en ella. Aún la sigo amando.
-ven- dije en un pequeño susurro mientras lloraba- ven...- una y otra vez. Me sentía desprotegida sin sus abrazos a la hora de dormir.
Me recosté y recordé que había traído una sudadera vieja de ella, aún tenía su olor, la saqué de mi maleta y me la puse.
-está mejor...-dije haciéndome bolita en la cama y mejor me alegré en que mi hermano mayor haya encontrado a alguien.
-tonto- dije bufando al recordar como me había asustado esta tarde.
No me di cuenta cuando me quedé dormida, lo único que recuerdo es estar oliendo su aroma y maldiciendo a mi hermano que últimamente se creía payaso con las bromas, ahora le diré "el duque de las bromas". Sí, así le llamaré.
Mis días últimamente han sido alto aburridos, hasta estaba esperando con ansias algo de guerra y esas cosas, no me culpen me aburro muy fácil y ahora vivía sola.
Habían pasado dos semanas desde que me fui de donde vivían Lupita y Ale. Extrañaba todo de ambas, entrañaba las ocurrencias de Lupita y extrañaba el amor de Ale, sólo su amor.
Estaba sentada leyendo algo cuando alguien tocó a la puerta, me levanté y caminé hacia ella, ¿quién venía a esta hora? Eran las diez de la noche.
Caminé y abrí la puerta. Me quedé algo confundida y no supe cómo responder.
-Ari- dijo aquella chica quién se encontraba en la entrada con un ramo de flores y una mirada nerviosa.
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Random"-me gustan las estrellas en Alaska -A mi me gustan las estrellas de todo el mundo contigo"