Las primeras semanas como novias oficiales, desgraciadamente, fueron en las que menos se vieron. Alba volvió a trabajar tras haberse tomado una semana de asuntos personales en el museo y Natalia tenía los temidos exámenes finales. Cada día en el grupo de sus amigos, se encargaban de enviar mil gifs de fiestas, alcohol, perreo hasta abajo, ron hasta arriba y culos moviéndose para que ninguno olvidara todo lo que les esperaba cuando acabaran. La FFMM (fiesta final madrísima de la Mari).
Hablaban cada día, eso sí, se llamaban por las noches para contarse con más detalle todo lo ocurrido en el día, alguna anécdota de la rubia en el museo cualquier pensamiento loco que se le ocurría a la morena mientras estudiaba. También alguna foto más especial cuando llevaban días sin verse o quedando muy poco rato, ayuditas para desestresarse según Natalia.
El día que la morena terminó los exámenes, justo Alba estaba ocupadísima, eso de ser la escritora del momento y trabajar aparte en un museo, la dejaba frita. Tenía por la mañana varias visitas programadas ya que el museo albergaría durante un mes, todo un proyecto feminista que estaba dando la vuelta al mundo, parando en un museo de cada país participante en el proyecto. Se habían reunido allí las obras de decenas de mujeres en toda la historia del arte, que injusta y desgraciadamente no eran reconocidas como se merecían. Alba le envió información de sus favoritas y le prometió que en cuanto terminara los exámenes la llevaría para que las viera. Entre las autoras podíamos encontrar a Maruja Mallo, Sonia Delaunary-Terk, Käthe Kollwitz,María Blanchard,Sofonisba Anguissola y un largo etcétera.
Aunque la historia que más conmovía y con la autora que más se identificaba la rubia, era con la pintora barroca italiana, Artemisia Gentileschi. De colmo el nombre.
Fue la primera mujer en ser admitida en la Academia de Bellas Artes de Florencia, la misma en la que se formó Miguel Ángel y todo su obra fue marcada por la violación que sufrió a manos de un amigo de su padre.
Fue puesto en duda, obligando a que le realizaran diferentes pruebas ginecológicas muy humillantes. El juicio se celebró públicamente y sus palabras fueron las siguientes:
"Cerró con llave la habitación y después me tiró sobre la cama, inmovilizándome con una mano sobre el pecho y poniéndome una rodilla entre los muslos para que no pudiera cerrarlos y me levantó las ropas, algo que le costó muchísimo trabajo. Me puso una mano con un pañuelo en la garganta y en la boca para que no gritara (...). Yo le arañé el rostro y le tiré del pelo".
Durante varios siglos su arte fue atribuido a otros autores hasta que el siglo pasado fue recuperada y restituida su valía. Está considerada como la primera artista feminista, por su estilo crudo y por alejarse de los modelos establecidos de feminidad.
Cuando sus obras llegaron al museo y Alba vio como las colocaban le llamaron estrepitosamente la atención varios de sus cuadros, lo que la llevó a buscar datos sobre su vida y su obra, encontrándose todo este percal. Se maldijo por no conocerla de antes, nunca durante su formación la habían nombrado, lo que la llenaba de rabia y la hacía querer que todo el mundo la conociera y valorara. El movimiento feminista tenía un largo camino que recorrer aún.
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