Obsesión (Catradora)

El Espejo

Entré al baño de mujeres abriendo de un portazo con un nudo en la garganta. Las lágrimas brotaban de mis ojos sin que pudiera controlarlo, no quería que nadie me viera así.  

La maldita anciana tenía razón, nada de lo que haga va a cambiar lo que soy. Me miré al espejo del lavabo. Un ojo azul y el otro dorado... Todo en mi es un error... Veía caer con desprecio las lágrimas de odio, la odiaba a ella y me odiaba a mí. 

Me lavé la cara tratando de calmarme. Qué patética imagen.

 "Patético" repitió el reflejo en el espejo, mostraba la cara del director que una y otra vez repitió ésa palabra durante mi infancia después del orfanato hasta que pude escapar de él.

"Patético" con la voz áspera y vacía, de un hombre vacío, que fue lo único que pudo dejar en mi.

Golpeé el espejo, dos veces, tres veces, hasta que el vidrio se trizó y me cortó los nudillos. Intentando desesperadamente golpear ésas figuras ensombrecidas que se alzaban sobre mi reflejo. El dolor de las cortadas, la sangre brotando avidamente de la herida me devolvió a la realidad, que no era más que sólo mi imagen y las sombras estaban aún sobre mí. En mis ojos cansados de llorar y en mis soledad que intenta tragarme cada día.

Solo que nadie las veía.

– Hey entiendo que sea un momento personal, pero... Am... Estás sangrando y eso no está bien. – una chica alta y fornida sale de uno de los cubículos acercándose a mí mirando mi mano ensangrentada con preocupación.

– Iré a enfermería. Déjame en paz. – me sequé la cara nerviosa con la mano sana. Ella me tomó en brazos fácilmente y salió corriendo. – ¡BÁJAME, LOCA! – pataleé desesperada.

//éste capítulo es importante para establecer cómo es Catra poco antes de obsesionarse con Adora. Dudé mucho en agregar a Scorpia pero como fue tomando importancia más adelante, en realidad es el momento justo para que entre y representa nuy bien lo que va a pasar.