– Del orfanato, ¿No me recuerdas? – preguntó apenada.
En ése momento recordé, hace varios años una niña de la que nunca me separaba. Jugábamos juntas, comíamos y dormíamos más juntas. Inocentes, supongo que ahora tendría otro significado.
Octavia sale de la oficina del director, con la mirada hacia adelante, ignorándonos a mí y a Adora.
La preceptora me llamó desde dentro con una voz áspera, severa. Le dí una última mirada a Adora, me respondió con una pequeña sonrisa triste de apoyo. Atravesé el umbral arrastrando los pies.
– Siéntate. – la preceptora fingía estar ocupada con su computadora del escritorio para no tener que mirarme. – Catra... Applesauce...
– Sí soy yo. – respondí secamente mientras me sentaba frente a ella. Ahí levantó la vista, me miró de arriba a abajo con desdén. Ya sabía lo que pensaba de mí, todos piensan igual.
– No suelo hacer esto con nadie, pero tu caso lo amerita, seré completamente franca. No me importa tu vida, ni de dónde vienes, ni lo que tengas que hacer para poder seguir estudiando. Lo único que me importa es el futuro de Adora, cuyo promedio puede sacar al colegio del pozo donde el director lo abandonó. No la arrastres contigo a un futuro lleno de fracasos, ella tiene un futuro brillante. Aléjate de ella o yo misma firmaré tu expulsión de la escuela ¿Queda claro? – golpeé el escritorio con ambas manos poniéndome de pie, sin decir más, me retiré con un portazo.
– ¿Catra? – me llamó Adora preocupada, giré la cabeza para verla. Adora sabe lo mucho que me afectó.
– ¡Adora! Ven Aquí. – la preceptora le habló desde la puerta de la oficina. La rubia sin pensar más, entró a la oficina.
Le preceptora Weaver me dirigió un último gesto de asco antes de cerrar la puerta.
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C.A : éste es el verdadero final del capítulo anterior. Intenté reescribir lo más que pude. Usaba una app que borraba partes
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Obsesión (Catradora)
RomanceAdora es la estrella de su escuela, Catra se enamora de ella ¿qué podría salir mal?
