Obsesión (Catradora)

Scorpia

— ¡Catra! Qué coincidencia. No sabía que frecuentabas éstos lugares. — ésa voz estrepitosa... Mierda, no ahora, no aquí...

— Scorpia. — se sentó en la silla libre de mi mesa del restaurante con una sonrisa tonta.

— Oh, lo siento ¿Puedo sentarme aquí? ¿Esperabas alguien? — eso se pregunta antes de sentarse.

— Estoy sola. — no tenía caso mentir, a demás, entre más controlada se quede menos le va a llamar la atención a Adora.

— ¡Mira! Adora y sus amigos están aquí también. ¡HEY! ¡HEY! — les gritó saludándolos enérgicamente con la mano. Haciendo que dos nos vean sorprendidos, pero Adora estaba distraída con su maldito celular que solo nos hizo un gesto con la mano sin levantar la vista. — ¿No crees que sería buena idea sentarnos los cinco a cenar?

— ¡NO! — gruñí tajante. Se quedó callada de repente con un semblante triste. — Creo que es mejor idea cenar las dos solas. — dije apretando la mandíbula con ira. Scorpia obviamente no había notado mi enojo, volvió a sonreír tontamente levantándose. 

— yo invito. — me guiñó el ojo y fue a buscar comida. Al menos comeré gratis.

Miré la hora en mi celular, tenía un mensaje de un número desconocido.

[Hola, soy Adora. Me dijeron que te lastimaste. Cómo estás?].

Vaya vaya...

[Hola Adora. Estoy bien gracias ¿Cómo conseguiste mi núm?]

Inconscientemente levanté la vista para cruzarla con Adora que también me estaba mirando, con una sonrisa amable, cálida y brillante como el mismo sol.

Por un instante fue mía.

Atesoro los gestos que me regala, aunque ella no lo note aún. Scorpia volvió y se sentó justo a mi lado tapándome la vista.

Odio a Scorpia.