Doki Doki: Estoy Vivo [+18]

Capítulo VII

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Capítulo VII - Yuri
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Miré a los ojos a Natsuki, no sabía qué hacer ni cómo reaccionar. El plan era que Sayori hablara con ella, pero no estaba aquí y no podía salir del local sin dar explicaciones. Natsuki, solo con la caída de su mirada, me dijo "Ve a hablar con ella, no nos queda otra opción". Yo hice caso de aquello, y disimuladamente, con cautela, me acerqué a la mesa de Yuri. Para que no creyera que era un acosador o algo así, fingí buscar un libro en la estantería próxima a ella. De allí extraje un libro llamado "Dōkutsu Kuma no Ichizoku" ("El Clan del Oso Cavernario"). Era uno de mis libros favoritos, y fue la primera y sutil pista para Yuri de la identidad de ese chico que está buscando un libro en frente de su mesa, ya que ella sabía que me encantaba. Cuando lo saqué, me acerqué a ella, y hablé en voz baja.

Takeda: ¿Me puedo sentar aquí?

Respondió con aquella característica voz suave, delicada, casi erótica; y lo complementó con una amplia sonrisa en su rostro.

Yuri: Por supuesto...

Tomé la silla sobrante y me senté, mirándola a la cara con tranquilidad. Pasaron unos segundos hasta que uno de los dos hablara.

Takeda: ¿Eres Nikimoto Yuri, no?

Yuri: Así es. ¿Y cómo te llamas tú?

Takeda: Llámame Hōi. Me gustan mucho tus libros.

Yuri: Me alegro mucho, siempre es un honor conocer en persona a un fan.

Inclinó su torso en símbolo de saludo cordial, pero esbozó una sonrisa socarrona que me hizo sentir extraño.

Takeda: ¿Qué libro estás leyendo?

Yuri: ¿Por qué me lo preguntas si ya lo sabes?

Esa era la última respuesta que me esperaba, y me dejó muy descolocado.

Takeda: ¿Eh... A-... A qué te refieres?

Yuri: ¿Crees que no te he visto mirarme hace un rato? Tú y tu amiga. Y, ¿crees que no me he fijado en que afuera está Sayori esperando? Y se despidieron, lo cual quiere decir que venían los tres juntos. ¿Crees que no me he dado cuenta de tu tono de voz, y el mechón de pelo rosa que sobresale de la peluca de tu amiga? ¿Crees que no vi vuestra cara cuando os disteis cuenta de que era yo era Yuri? Porque si lo crees, no puedes estar más equivocado.

Esperaba darle una sorpresa a Yuri, pero la sorpresa me la llevé yo. Ya nos había reconocido en unos pocos minutos, solo fijándose en los detalles de nuestros actos. Recordaba a esa Yuri metódica hasta la extenuación, pero este nivel de atención por su parte no me lo esperaba en absoluto. Un sudor frío comenzó a recorrer mi frente, haciendo que su teoría se volviera cierta.

Yuri: ¿Y crees que no sabía que estábais vivos? Lo llevo sabiendo tres años, esperando pacientemente, sufriendo cada día y perdiendo la fe paulatinamente. Pero sabía que mi dolor no era en vano. Quitaos la peluca y las gafas, no hace falta que os escondáis más...

Natsuki se acercó, e hicimos caso a las órdenes de Yuri. Al quitarnos el disfraz, pasamos unos segundos en silencio; segundos que parecieron años. De pronto, una lágrima brotó del ojo derecho de Yuri.

Natsuki: ¿Y crees que no me he dado cuenta de que me diste la razón sobre la escritura simple?

A su vez, el llanto de alegría emergió de los ojos de Natsuki, acto que inspiró a Yuri a levantarse de la silla y abrazarnos. Nos fundimos en él durante un prolongado tiempo; sus sollozos serían capaces de ensordecer de no ser porque eran acallados por mi pecho, de donde estaba agarrada manchando de lágrimas mi camisa, y se negaba a liberarnos del abrazo.