Doki Doki: Estoy Vivo [+18]

Capítulo XVIII

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Capítulo XVIII - Kōsen
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Monika: Veo que os lo pasáis bien...

Se me heló la sangre. Mis extremidades se petrificaron, y mis párpados dejaron de funcionar. Los latidos de mi corazón cesaron durante un segundo, pero un momento después, volvieron al acelerado ritmo que tenía previamente... Ya está... Mi relación con Natsuki se acabó... Antes de que se lo diga Monika, prefiero decírselo yo y ser sincero. Lo extraño es que Sayori no reaccionó, ella seguía sin preocupación. Me separé de su boca repentinamente, y miré hacia donde venía la voz... Y no había nadie... ¿Pero cómo es posible? He escuchado a Monika perfectamente, tiene una voz tan reconocible que es imposible confundirla. Pero... No estaba allí. Sayori me miraba confusa, no entendía mi brusca reacción. ¿Acaso no lo ha escuchado?... Tiene que ser eso...

Sayori: ¿Qué ocurre, Takeda?

Takeda:.... ¿H-has escuchado eso?

Sayori: ¿El qué? Yo no he escuchado nada...

Takeda: N-no puede ser... Se ha escuchado a la perfección...

Monika: ¿Ahora te sientes culpable, eh?

¿¡Qué!? Sayori acababa de hablar, pero con la voz de Monika... Dirigí mis ojos hacia ella, y pude distinguir sus ojos brillantes, su fina boca y su lazo en el pelo... Pero sus ojos ahora eran verdes, su boca esbozaba una sonrisa, su lazo era blanco y sujetaba una frondosa coleta de caballo castaña.

Takeda: ¿Q-qué has d-dicho?...

Sayori: Te he dicho que posiblemente te haya parecido escuchar algo entre la lluvia...

Takeda: A-ah... P-puede ser... Me tengo que ir...

Sayori: Ah, bueno... Pues hasta mañana, supongo...

Pretendía irme, y Sayori me dió un beso en la mejilla antes. Cuando comencé a caminar, pensé "Joder...". Igual lo del otro día era un desliz, pero hoy he sido infiel... Y Monika me ha visto... Tengo que decírselo a Natsuki antes de que se lo diga ella...

* * *

Sonó la alarma de mi despertador. Me daba mucha pereza extender el brazo para apagarlo; así que Natsuki lo hizo por mi y me dió un beso en la frente.

Natsuki: Buenos días, amor... Hay que levantarse.

Takeda: Mmmm... Ya voy...

Ella se levantó de la cama al momento, y se comenzó a vestir de calle. Yo me retorcía en mi cama, tratando de desperezarme. Finalmente salí de la cama, y me alisté sin prisa. Cuando terminé, Natsuki me tomó del brazo y me tiró de él.

Natsuki: ¡Vamos, Take! Vamos a desayunar, que tengo hambre.

Takeda: Ya voy, ya voy...

Cuando salimos de la habitación, Natsuki caminaba a mi lado abrazandome, pero yo no podía mirarla a la cara sin sentirme culpable, por tanto, miraba hacia la ventana.

Natsuki: Oye, Takeda.

Takeda:... Dime...