Capítulo 33: Críticas

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La tarde había pasado más rápido de lo que pude imaginar pues aquella llamada con mi madre había sido tan especial y hasta cierto punto emotiva que no me había percatado que faltaban diecisiete minutos para que dieran las siete de la noche así que decido darme un baño y una vez que termine vestir un vestido sencillo de color azul y de calzado unos zapatos sin tacón que me habían permitido portar dentro de casa.

Una vez lista escucho como alguien llama a la puerta de la habitación y al abrirla como era de imaginarse se trataba del padre de Katashi quien me daba el aviso de que era la hora de cenar.

Como todavía me faltaba cepillarme el cabello decido apresurarme y sólamente hacerme una trenza simple pues no tenía muchas ganas de arreglar mi cabello además de que no conocía mucho sobre peinados rápidos y si optaba por uno más elaborado iba a tardar bastante.

Así que salgo de mi habitación para dirigirme al comedor dónde ya estaban sentados los padres de Katashi esperando para cenar.

- ¿Porqué nuestro hijo tarda tanto? - Dijo la madre de Katashi mientras golpeaba sus uñas con la mesa dando a entender que ella estaba desesperada. -

- Se encuentra agotado; ya que él fué quien manejó hasta acá. - Expliqué mientras me sentaba en frente del padre de Katashi pues por el momento era el que mejor me caía. -

- El jamás se pierde la cena. - Dijo la madre de Katashi para después pedirle a la mujer que se encargaba de la limpieza que buscara a Katashi. -

Pero para nuestra sorpresa él aparece con el cabello despeinado y con su camisa abierta mostrando parte de su pecho.

- Hijo ¿porqué no te arreglaste? - Dijo la madre de Katashi sorprendida mientras lo tomaba de la mano como niño pequeño y se lo llevaba a mi habitación. -

Pasaron unos veinticinco minutos cuando aparece Katashi mucho más decente portando una camisa de tonalidad blanca y un pantalón de vestir de tonalidad negra.

- Perdón, estaba todavía muy dormido.

- No te preocupes hijo, ven siéntate y disfruta. - Dijo su padre. -

Todos empezaron a comer y a pesar de no tener tanta hambre no tenía otra opción que comer la cena que por cierto ya estaba fría y le daba un mal sabor.

La cena estuvo en silencio pero no era un silencio cómodo, si no era uno extremadamente incómodo que no me permitía comer con naturalidad ya que sentía que la madre de Katashi veía cada uno de mis movimientos así que prefería mirar sólamente a la comida.

La cena había terminado y por fin me encontraba en mi habitación viendo como Katashi se arreglaba para dormir.

- Yo dormiré en la habitación de enseguida así que no te preocupes. - Dijo Katashi mientras se acercaba a la puerta para irse. -

- Espera Katashi. - Dije mientras me acercaba y tocaba su hombro. -

- ¿Qué sucede? - Dijo mirándome con un rostro de preocupación. -

- Te debo una disculpa por todo; no sé que me pasó.... Últimamente e tenido muchas ideas en la cabeza que me impiden mantenerme tranquila así que terminé desquitándome contigo. De verdad perdón. - Dije con dificultad pues sentía como mi garganta parecía cerrarse e impedirme respirar y poder hablar con tranquilidad pues el llanto era incontrolable. -

La única respuesta de Katashi fué levantar mi mentón para que lo mirara a los ojos y darme un dulce beso en la frente.

- No te preocupes. - Dijo con una sonrisa y después marcharse a la habitación de al lado. -

Los Kaidou (Haru & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora