Parte 5

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Abro los ojos lentamente y lo primero que siento es un fuerte dolor en el cuello. Tengo un Déjà vu de hace unos meses atrás. Me llevo la mano a la garganta, y siento una especie de cicatriz. Todo me da vueltas, casi no puedo mover los pies, los siento entumecidos y a duras penas siento el resto de mi cuerpo. ¿Qué fue lo que pasó?
—¡Oh, por Dios! ¡Despertó! -escucho decir a unos metros de mí, son Josep, Carla y Cristian y junto a ellos, un hombre alto vestido de bata blanca. Todos caminan hacia mí y el hombre comienza a examinarme.
—¡Por fin despertaste! -dice Carla, mientras Cristian y Josep se quedan en silencio.
—Adam ¿puedes escucharme? -me pregunta el hombre, quien supuse era un doctor.
-—S... Sí -me cuesta hablar, por el dolor en la garganta.
—¿Sabes por qué estás aquí?
Niego con la cabeza.
—Adam... -se me acerca Carla- intentaste suicidarte.
Las palabras me sonaron en la cabeza como un eco ¿suicidio? ¿Intenté suicidarme?
—Adam -me habla el doctor- ¿Recuerdas algo de lo que ocurrió?
Niego con la cabeza.
—Es normal, la sangre no llegaba a tu cerebro por lo que, es normal que no recuerdes exactamente lo que ocurrió.
—¿Qué... Qué ocurrió? -hablo por fin, con un gran dolor de garganta, con voz ronca y entrecortada.
—Te colgaste del maldito armario -contesta Josep, con frialdad.
Joder, joder. Miro a Cristian, quien tiene el cabello igual de largo que el mío ¿cómo es eso posible? Hace unos días lo tenía corto, él me mira triste y a la vez, decepcionado.
—Cristian...
—¡¿Por qué lo hiciste?! -me reclama entre gritos- ¡¿querías dejarnos como lo hizo Matt?! -y dicho esto, con lágrimas en los ojos, sale corriendo de la habitación y Carla lo sigue.
Me sentía como la mierda, no por el dolor insoportable en mi cuello, sino por el dolor que le había causado a Cristian, y seguramente, a mis otros hermanos.
—Los dejaré solos un momento -nos dice el doctor a Josep y a mí y sale de la habitación.
Josep se queda parado, viéndome.
—Josep...
—¿En qué demonios estabas pensando, Adam?
—Joder... lo siento.
—¿Lo sientes? ¿Lo sientes, Adam? ¿Quién crees que te encontró colgado e inconsciente? ¡Tu jodida madre!
Mierda.
—¿Beatriz?
—Sí, tío, había ido a buscarte para que fueras a cenar y se encuentra con su jodido hijo colgado de un armario, como si de un animal se tratase. ¿Sabes cuánto tiempo llevas Aquí, Adam?
—Dos... ¿Tres días, tal vez?
—¡Llevas un jodido mes!
No... No podía ser cierto, hace solo unos días fue el cumpleaños de Valentina ¡lo recuerdo! Fue... Fue hace unos días.
—Estuviste en coma un mes.
—N... No -agito la cabeza intentando entender- no... No es verdad.
¿Es por eso que sentí los pies tan entumecidos? ¿Porque llevo un mes sin caminar? ¿Por eso Cristian tiene el cabello más largo? ¿Acaso llevo un mes sin ver a mis hermanos?
—Tienes un problema, tío.
—Lo siento, Josep.
—Adam... Tienes un problema ¿vale? La depresión no es algo que se tome a la ligera... Es una enfermedad que debe tratarse.
—No estoy enfermo, tío.
—Sí lo estás Adam, y si no recibes ayuda... No sé qué podría pasar si alguien no entra a la habitación a tiempo.
—Joder... ¿Qué quieres decir?
—Adam... Tu madre y la mía decidieron internarte en una clínica.
Los ojos se me abren de par en par, sin poder creer lo que me dice.
—¡¿De qué estás hablando?!
Saca un folleto de detrás de sus vaqueros y me lo entrega, en el, se ve un hospital construido en piedra con amplios jardines "Hospital psiquiátrico de Occidente".
—¿Esto es un maldito chiste? ¡¿Me van a internar en un psiquiátrico, tío?!
—Prefiero que te internen en un maldito psiquiátrico antes que perder a otro hermano.
Suspiro y me llevo la mano a la cabeza, sin poder creer lo que está pasando, llevo en coma un mes y ahora resulta que me van a internar.
—Lo siento, Adam, es lo mejor.
Joder... Joder. Quisiera despertar de esta maldita pesadilla de una vez por todas ¿por qué no puedo sentirme bien otra vez? ¿Por qué no puedo volver a ser un don nadie completamente normal? ¿Por qué no estás aquí, Matt?

Ver volar la cometa (Rosas Negras #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora