Ver volar la cometa (Rosas Negras #1)

Parte 22

Canción representativa para este capitulo: 

—¿Cómo sabes si estás enamorada, mamá? —le pregunto a mi madre, una mañana, en el desayuno, antes de empezar con mis clases en casa.

Ella traga su bocado de comida y me mira.

—¿Por qué la pregunta?

Me encojo de hombros.

—No lo sé, curiosidad.

—Mike, tienes quince años, esa pregunta a tu edad, es mucho más que un poco de curiosidad. ¿Es por Lily?

—Eh... No.

—Es una linda chica —se mete una cucharada de sopa a la boca— aunque, ya sabes... Tenga esquizofrenia y eso.

Asiento, mientras que sonrío al pensar en ella y en estos cortos meses que llevo conociéndola.

—¿Estás... Enamorándote de ella?

—No sé... No sé qué se siente estar enamorado.

Mi madre sonríe.

—Lo sabrás cuando lo estés.

•••

A tres meses y medio desde la detección de mi trastorno, Lily y yo nos habíamos vuelto buenos amigos, ella no era muy sociable, y a mí, bueno, a mí nadie me quería cerca. Éramos de ese pequeño grupo de seres humanos que son los marginados de la sociedad, ese pequeño grupo que se siente diferente al resto.

Estábamos acostados en el suelo de mi habitación, Lily había comprado un nuevo tocadiscos y había comprado seis discos en total, que escuchaba una y otra vez. Nuestras cabezas estaban recostada una junto a la otra, mientras nuestros cuerpos apuntaban a direcciones diferentes.

—Qué se jodan —me dice, cuando le cuento sobre los abusos que sufrí desde niño— que se jodan todos ellos, Mike.

Me rio.

—Ya no me importa...

—Siempre importa.

—Nadie se toma la molestia de conocerme... De conocerme como realmente soy.

Voltea su cabeza para mirarme.

—... Yo sí, Mike. Te has convertido en una de las personas más importantes de mi vida... Y en solo tres meses, joder —suelta una risita.

Algo que detestaba de mí mismo era lo terriblemente tímido que era, no podía mirar a los ojos a Lily sin que un escalofrío me recorriera el cuerpo.

—¿Alguna vez te has enamorado? —suelto por fin.

Ella lo piensa.

—Creo que no he conocido a esa persona...

—¿A qué persona?

—Esa persona con la cual tener la completa confianza de poder decir cualquier estupidez.

Quiero ser esa persona.

—Ah... Vale —fijo mi vista en el techo.

—¿Qué hay de ti, chico tímido?

—¿Qué hay?

—¿Te enamoraste alguna vez?

Me quedo en silencio, ¿cómo se lo decía?