CAPITULO 7: " mejor no me provoques"

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Estoy a punto de matar a medio país.

Han pasado un par de semanas de todo esto y les aseguro que estar en esta época no es divertido. Leo mucho, más que de costumbre, sí, pero, aunque no haya nada que me interrumpa, hay veces que solo deseo dejar de leer y ver Facebook e Instagram, ver videos en YouTube. Me he acabado sagas de libros muy buenos, pero al mismo tiempo no puedo dejar de pensar que estar aquí es... malo para mi salud mental... creo que en los registros no se ve que le pase nada malo a Candy... debería ir unos días a mi casa.

Quiero ir en vacaciones, mejor. Para no causar problemas en la escuela.

Es hora de misa y sé que debo comportarme, pero el aburrimiento y el cansancio no son la mejor combinación para una chica como yo, seguramente me la voy a pasar refunfuñando, aunque si me siento en las butacas de atrás voy a poder dormir en la misa, sermón, lo que sea que del párroco.

Dispuesta a ir a dormir, espero que abran para que todo el mundo entre y me encuentro con la mirada de Candy. Esta se acerca y entro un poco en pánico, viene con patricia.

- Hola. – dice Candy cuando está a dos pasos de mí.

- Hola. – digo y me aclaro la voz.

- Hace mucho que no nos sentamos juntas en misa, ¿nos quieres acompañar?

- Pues... veras. Digamos que solo en este aspecto comparto el punto de vista de Terry.

- ¿eh? – dice patricia.

- Estoy muy cansada y solo quiero dormir, y creo que ya te disté cuenta que no soy católica. – digo lo último de no ser católica pata ambas ya que patricia seguramente no sabe a qué me refiero.

- Creo que sí. Si no eres católica entonces ¿Qué eres?

- Soy atea, significa que no creo que dios exista precisamente. Sin embargo, esta es una buena escuela y todas las escuelas son católicas aquí, por lo que... tengo que seguir un poco el protocolo.

- Entiendo, pero de todas maneras si nos quieres acompañar estaría bien.

- Las acompaño si nos sentamos hasta atrás, donde las hermanas no me vean. – digo y les guiño un ojo.

- Claro. Por cierto ¿Cómo te llamas? Mi nombre es...

- Candy White Andry. Pero puedo llamarte Candy. Y tu nombre. – dije dirigiéndome a patricia. – es Patricia.

- Llámame Paty, por favor. – ah... supongo que se ha abierto más gracias a Candy. Eso está bien.

- Mi nombre es Lorelei Capdevielle. Vamos. – dije cuando todos ya se empezaban a meter.

Nos metimos al recinto y yo me acomode para dormir la siesta.

(...)

Cuando acaba la misa, Candy me despierta para que nadie me descubra que me he quedado dormida, lo cual lo agradezco. Salimos y veo a Eliza hablando con un chico... seguramente Neil... se parecen un poquito.

- ¡Lorelei! – escucho en mi cabeza. Mi tía.

- Chicas, - digo dirigiéndome a Candy y Paty. – disculpen, me tengo que retirar, espero que podamos conversar otro día. – hago un gesto de mano y me marcho al bosque.

- Adiós, cuídate. – dice Candy.

- Nos vemos. – dice Paty.

Cuando he llegado al bosque me paro en seco, mirando si hay alguien alrededor, cuando he comprobado hablo.

El pasar del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora