Estoy en cama, se me ha dicho que debo quedarme, pero han mandado a Paty a que me entregue los deberes, y los hago rápidamente, llevo así un día completo, la tía azalea me ha mandado medicamentos fuertes contra el resfriado, y por medicamentos fuertes me refiero a las dolorosas inyecciones, me las aplico yo sola, porque soy bien crack y me quedo en cama leyendo todo el día.
(...)
Muy bien, me he recuperado totalmente y estoy de vuelta... sin embargo he estado evitando a Candy porque me da vergüenza, no sé exactamente hasta donde escucho lo que le dije a Annie, aunque seguramente ya se reconciliaron, tengo la impresión de que... no debería meterme por ahora más allá. Otra cosa que me preocupa es que he estado buscando a Terry por todas partes y no lo hallo.
- Lorelei... - escucho la voz de mi hermanita. Hace tiempo que no me hablaba.
- Infinitum Levin. – digo ya que estoy caminando en el bosque como fantasma. No hay nadie.
- ¿estás buscando a Terry no es así? – dice mi hermanita, su voz me da a entender que me va a querer molestar con el asunto.
- Si. – digo sin remedio a sus burlas, después de todo ella está vigilando hasta mi ritmo cardiaco.
- Bueno, ya que estamos, podrías ir a verlo a su habitación, hace poco tuvo una pela que lo ha dejado mal herido, seguramente está descansando para poder ir a la escuela.
- ¿en serio?
- Si, solo que te recomiendo que lleves el botiquín.
Voy a la habitación con cuidado que no me vean, y toco la ventana, está cerrada.
Toco de nuevo sin obtener respuesta... tal vez ya se fue.
Cuando doy el ultimo toquido para enfrentarme a que no está, me abre, quedándose de rodillas frente a la ventana, siento que va cayendo y lo atrapo. Lo toco y está ardiendo, lo llevo de nuevo a la cama algo preocupada, seguramente es porque perdió mucha sangre y todavía no la recupera por falta de alimento.
- Hermanita, ¿me oyes? – digo mientras le quito el pantalón a Terry, - ¡azalea!
- ¿si? – se oye agitada y creo el saber por qué.
- Deja de hacer cosas por las que te voy a dar cachetadas cuando regrese y pon atención, quiero que me traigas un suero para ponérselo en la vena, la sonda y el catéter, también jugos para recuperarle los nutrimentos y un almuerzo de hígado encebollado y espinacas ¿me escuchaste pequeña pervertida?
- Si, ya te oí, los tendré listos... en 5 minutos, pásame las coordenadas.
Cuando le pase las coordenadas le estaba lavando las heridas a Terry, al final tuve que darle un baño de esponja porque estaba muy sucio, aunque nos cueste creerlo, los chicos guapos a veces también apestan.
Limpié sus heridas minuciosamente con violeta e isodine y les puse gasas y curitas, cuando preparaba para lavar su cabello salió la mano de mi hermanita con la bolsa. Le puse el suero en el brazo a Terry y lavé su cabello, justo cuando lo masajeaba abrió los ojos de golpe.
- Cálmate, soy yo. – dije en voz baja y tranquila. – escucha, sé que debes estar confundido y te sientes mal, pero acuéstate. Deja que termine de lavar tu cabello.
- Bien. – no me replico más y volvió a acostarse, cuando llegue estaba muy pálido, pero ahora empezaba a agarrar color.
- Na, na, na, na, na. – tararee para él, quería que se relajara.
ESTÁS LEYENDO
El pasar del tiempo
Hayran KurguCandy la chica que siempre intento alegrar la vida de todo aquel que la rodeaba termino sola. Lorelei conmovida por su historia un siglo después de que Candy viviera, toa la decisión de ir al laboratorio abandonado y cambiar el curso de la historia...