Introducción.

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Rojo...

En su mente aún rondaba aquel color saliendo de cada una de las agujas incrustadas en todo su cuerpo, un cuerpo frágil e inocente que solo trataba de proteger a su compañero

Anaranjado...

Una gran capa de color anaranjado era expulsado del cuerpo del rubio, aún recordaba la ira que se desprendía de él y la sed de sangre que se reflejaba en sus ojos, los cuales habían cambiado de un azul claro a un rojo oscuro, asemejándose a los ojos de un zorro.

Cada gota que se escapaba de algún lugar del cuarto hacia eco en sus oídos, contrastando el sonido de sus pensamientos turbulentos...

Aún recuerda como en esa misión no pudo hacer nada. El chico que amaba estaba muriendo y su mejor amigo estaba haciéndose cargo de todo, pero, ¿Que podía hacer ella? Solo mirar, esperar a que ellos terminasen de luchar para llegar a su lado y decirle que todo estaría bien.

-Inútil- bufó una voz femenina, rompiendo el silencio de la habitación. -¿Siempre haz Sido una inútil?- su risa descarada inundó el lugar

Aún recuerda ese día, en el que ambos, sus compañeros, se encontraban en lados opuestos del gran tejado del hospital, cada uno acumulando una gran masa de chakra en sus manos, ejecutando las técnicas que sus respectivos maestros les enseñaron y lanzándose hacia el otro con una mirada asesina. De nuevo, ella solo estaba ahí, llorando, rogando por qué se detuvieran.

-Si... Siempre haz sido inútil- la carcajada regresó

Recuerda como su sensei la tranquilizó, regalandole una tierna sonrisa apenas visible debido a su oscura máscara, recuerda como sus palabras habían hecho eco en su corazón. Palabras sin sentido, vacías. "No llores Sakura, verás que pronto todo será como antes"

Mentiroso.

En su corazón almacenaba las últimas palabras que su amado le había dado, palabras que la habían llenado de esperanza; "Sakura, gracias" eran una fachada, algo para que ella no se preocupara y no fuera tras el.

Mientes...

La sonrisa de su mejor amigo mientras levantaba su pulgar en señal de aprobación la inundaba, esa promesa permanecía en su mente como un martillo que le recordaba su egoísmo, su falta de iniciativa y sobre todo, su inutilidad. "Traeré a Sasuke de vuelta, ¡Es una promesa!"

Lo siento...

Las lágrimas comenzaron a acumularse al borde de sus ojos verdes cual hermosa esmeralda, pero vacíos y sin vida. Ojos que se habían resignado al hecho de que nunca podría evitar llorar. Ojos desgastados por la falta de sueño. Ojos que ella detestaba.

-Oh, ¿Llorando de nuevo?- rió- ¿no puedes estar ni un segundo sin llorar? Eres patética-

¿Cuando todo se había desvanecido? ¿En qué momento llegó a este punto?
Si, era demasiado patética. Al principio parecía una buena idea, el buscar poder viajando de un lado a otro sin la compañía de nadie, ¿Que podía salir mal? Muchas, muchas cosas podían salir mal y está era una de esas.

-Bonito cabello, pero es extraño, y todos odian lo extraño- Acerco su mano derecha a uno de sus mechones- me encargaré de que nadie te odie, solo tú misma- de nuevo una risa siniestra resonó en el lugar.
Con su mano izquierda saco un kunai de algún lugar de su bata negra y la deslizó sobre su cuello, su blanca piel se llenaba de sudor por el calor sofocante de la habitación oscura.

Miró hacia al frente, sus ojos verdes chocaron con los de su oponente, miró su rostro, un rostro al que tendría que acostumbrarse, y una sonrisa, la cual estaba lejos de ser amigable. El kunai llegó finalmente hacia el extremo de su larga cabellera rosada, subió lentamente hasta estar a la altura de su cuello y comenzó a cortarlo. Los mechones sueltos iban cayendo poco a poco, llenando el suelo de un rosa pálido.

-A partir de ahora... Sakura Haruno ya no existe más- de nuevo ofreció una sonrisa tétrica y tomo su banda de protección que la representaba como Kunoichi de Konoha.- ya no quedará nada de ti- y finalmente lo guardo en una de sus bolsas dentro de su bata. En su mano aún conservaba el kunai, abrio la puerta de la habitación dispuesta a salir, no sin antes mirar hacia atrás, sonriendo descaradamente y lanzando el kunai, el cual choco estrepitosamente contra su objetivo, deshaciéndose por fin de ella.

Deshaciéndose por fin, de la inútil Sakura Haruno.

El Camino Del Equipo 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora