Capitulo I. Regreso.

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Era un día soleado, el viento soplaba ligeramente haciendo que el calor disminuyera de manera agradable. Una chica de hermosos ojos azul claro caminaba sobre las pacíficas calles de la aldea, saludando a varias personas que la conocían, pues ella solía atender la florería en su tiempo libre.
En sus brazos llevaba un conjunto de documentos que seguramente le hubiesen dado un poco de problemas si no fuera una Kunoichi. Últimamente la Hokage la había elegido a ella para hacer esos pequeños recados, sabiendo que es alguien de su confianza. Pese a ello, le irritaba tener que dejar la florería por algo tan simple como entregar aquellos documentos a los guardias de la entrada.

Unos pasos se escucharon detrás de ella, corriendo velozmente a su dirección. Las risas de Konohamaru combinadas con las de Moegi le hacían recordar sus tiempos de gennin, detrás de ellos, lentamente corría Udon, cansado por no poder seguirles el paso. El chico castaño se detuvo cerca de Ino y observo la gran cantidad de papeles que llevaba consigo

- Ino nee-chan - canturreo - ¿Necesitas ayuda?

- Oh, realmente no es necesario - sonrió la chica

- por favor, déjanos - contesto inmediatamente

- bueno - rio - está bien, gracias -

Repartió los papeles de manera equitativa y juntos se dirigieron a la entrada de la aldea

...

En la entrada se encontraban Izumo y Kotetsu relajándose en la comodidad de los asientos. La aldea últimamente había tenido poca actividad, por lo cual el cuidar de la entrada era bastante aburrido, no notaron que a lo lejos dos figuras iban acercándose cada vez más a las grandes puertas de la aldea.

Izumo cerró los ojos, pues su aburrimiento había llegado al punto de querer dormir, mientras que Kotetsu jugaba con uno de los palillos que pertenecían a los dangos que habían desaparecido de su plato. En ese momento, dos figuras entraron a la aldea, caminando lentamente. De inmediato Kotetsu quedó boquiabierto, lanzándose un golpe a su somnoliento amigo, quien comenzó a soltar alaridos y quejas del porqué se habían atrevido a interrumpir su sueño.

- Demonios! - grito Kotetsu - deja de gritar y observa

A lo lejos, un hombre de cabello blanco junto con un chico rubio se alejaban de la entrada, acercándose cada vez más al centro de la aldea

- ¡Ese es.... -  dijo el hombre emocionado

- No podría ser otro - sonrió su amigo

- Haa pasado bastante tiempo, casi no lo reconozco - hablo Izumo con una pequeña sonrisa

- Es cierto - le sonrió de vuelta

Ino iba acercándose poco a poco junto con los gennin, quienes ya veían de lejos la entrada en donde Izumo y Kotetsu discutían acerca de algo, ambos irradiaba algo de emoción, haciendo que su felicidad estallara cuando se tomaron de las manos y se sonrieron mutuamente. Al parecer no se dieron cuenta de que unos ojos los miraban fijamente con algo de vergüenza.
Ino se atrevió a romper la tensión

-oh, lo siento, creo que los interrumpi - los hombres notaron su posición y rápidamente se soltaron, adoptando una postura neutral

-Em, no, p-para nada- dijo Kotetsu mientras llevaba el puño a su boca fingiendo toser.

-Solo vinimos a traer estos documentos de parte de Tsunade-Sama- devolvió la rubia riendo de la actitud de ambos y entregándoles los papeles

-Emm... Gracias- Izumo tomo la pila de documentos y los puso a un lado.

-Bueno, nos iremos, disfruten su día "tortolitos"- se burló la rubia mientras comenzaba a caminar, haciendo que ambos se sonrojara y saltarán de sus asientos tratando de vocalizar alguna excusa creíble. Pronto, Kotetsu supo que decir

El Camino Del Equipo 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora