Capítulo IX. Kurai Yuuki.

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El lugar estaba devastado, había cadáveres por doquier y las construcciones estaban hechas pedazos, había sangre derramada en cada rincón, no quedó nada con vida, o eso era lo que parecía.

Dos hombres se alejaban lentamente del lugar sin importar que había una persona que continuaba con vida, pero parecía que no sería por mucho tiempo. Su respiración era cada vez más débil, sus heridas eran profundas y estaba perdiendo mucha sangre, sus ojos miraban al cielo con lágrimas, este era el final y lo sabía, pero se sentía tan impotente. No pudo hacer nada, no ayudo a nadie, solo huyó como una cobarde. Se sentía muy culpable porque no utilizo su poder para bien, solo se protegió a si misma, era egoísta. Pudo salvar su vida pero ¿A cambio de que? Sus amigos, su familia, todos fueron asesinados y ella pago el precio por su egoísmo teniendo una muerte lenta y dolorosa. Se lo merecía.

Cerró los ojos mientras sentía las gotas de lluvia caer sobre su rostro, su respiración estaba a punto de detenerse, solo era cuestión de tiempo

- Lo siento, madre, padre, Saki... Soy tan despreciable... - de pronto unas cálidas manos se posaron sobre su rostro, abrió los ojos de la sorpresa y se topó con una profunda mirada jade que la dejo sin palabras, parecía estar viendo a un ángel que la terminaría llevando al otro mundo, su vista se nublo y fue perdiendo el conocimiento.

- Estarás bien, no dejaré que te vayas - la voz de la chica era dulce, bondadosa, aquellas palabras apenas fueron audibles para la pelinegra que finalmente cayó inconsciente.

No estaba segura cuánto tiempo pasó, solo que desde hacía unos días su mente era capaz de procesar los sonidos que habían a su alrededor, aún no podía abrir los ojos pero escuchaba lo que decían, escuchaba los sonidos de un aparato extraño, también de mujeres que entraban y salían de la habitación. No fue hasta dos semanas después que por fin abrió los ojos. Por lo que pudo notar era de noche, ya que no había ningún tipo de iluminación en la habitación, volteó la cabeza a la ventana, descubriendo que su teoría era cierta. No sabía dónde estaba pero al parecer seguía viva ¿Como era posible? Un movimiento cerca de sus piernas le hizo salir de sus pensamientos, dirigiendo su vista a lo que se encontraba junto a ella. Sus ojos se abrieron de par en par al observar una hermosa cabellera de color extraño durmiendo con los brazos cruzados sobre la cama.

- ¿S-Saki? - dijo en un impulso, sabía que eso era imposible y aún asi quería creer que era cierto, su voz fue lo suficientemente fuerte para despertar a aquella chica que yacía a su lado.

- Oh, despertaste - pudo apreciar de nuevo esos hermosos ojos esmeralda, recordó que esa mirada fue la última que vio antes de desmayarse. ¿Por qué se veía tan preocupada? Peor aún ¿Por qué estaba cuidandola? ¿Era considerada una criminal? Su mente daba vueltas.

- Tranquila - volvió a sonar su dulce voz - se que tienes preguntas, créeme que te ayudaré a resolverlas pero justo ahora debes descansar. - se levantó del asiento y se dirigió hacia ella, posó una de sus manos sobre su frente y comenzó a emanar chakra curativo, la pelinegra la miraba como si fuera un sueño, ¿Podía existir alguien tan amable? Seguramente era una ilusión y luego la terminarían abandonando como todos lo habían hecho. La amabilidad solo era una distracción.

- ¿Qui-quien eres? - pregunto con un hilo de voz, la chica la miró y le regaló una tierna sonrisa

- llámame Sakura - le dijo de forma amable y siguió curandola. De alguna forma eso la hizo sentir segura y pudo continuar su sueño.

Abrió los ojos nuevamente, al parecer ya era de día, observó a los lados buscando pista de la extraña chica de anoche, sin embargo no dió con ella, sabía que era demasiado bueno para ser verdad y solo había sido un sueño. Trato de sentarse con dificultad, su cuerpo aún estaba adolorido debido a todo el chakra que había utilizado y a las heridas y golpes que recibió. Miro de nuevo a la ventana; era un día hermoso, el cielo era azul y los pájaros cantaban, era tan pacífico que no escucho como la puerta se abría.

El Camino Del Equipo 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora