Capítulo XIX. Juicio.

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Para sobrevivir, nos aferramos en el conocimiento y la conciencia y lo llamamos realidad. Pero el conocimiento y la conciencia son ambiguos; por tanto esa realidad podría ser una ilusión.

Un fuerte estruendo se escuchó en aquella dirección, Haru y Kisame se miraron entre sí mientras masticaban, Hebi fijaron su vista a la espesa nube de humo que se alzaba por el horizonte.

La pelinegra regreso la vista hacia el lugar con los hombros tensos y los labios apretados, tratando de contenerse presionó fuertemente los palillos con los que tomaba su anmitsu y los rompió bajo la atenta mirada de Kisame. Él más que nadie sabía cómo se sentía ella, sabía cuántas ganas tenía de salir de aquel lugar y correr hasta Itachi, sin embargo también sabía que ella no lo haría. No ante esos niños, no bajaría la guardia ni mostraría aquella debilidad, no dejaría que nadie la viera preocupada.

Él lo sabía todo.

Por que ella se lo dijo todo.

- Esa es la verdad - recordó como la chica tenia los puños apretados sobre sus piernas, estaba realmente triste, con un rastro de lágrimas que acompañaba a su bello rostro, cosa que Kisame no sabía manejar - entiendo que después de saber todo esto quieras acabar conmigo - le dijo mirándolo fijamente

- Podré ser un inmundo asesino - le contestó sereno - pero se respetar a alguien que se lo merece... No diré nada siempre y cuando mantengas tu actuación - ella asintió y se colocó la máscara de nuevo - pero eso si - le dijo mientras se levantaba de aquel polvoriento sofá - si durante todo esto nos toca ser enemigos... - le regaló una afilada sonrisa - quiero ser tu oponente... Uno a uno a morir

Ella lo vio con sorpresa oculta bajo la máscara y finalmente recobro el porte que siempre llevaba acompañada de su sonrisa cínica característica

- Trato hecho, Kisame-kun -

El hombre tambien vio el horizonte, visualizando una fina mancha oscura alejándose velozmente del lugar, suspiró y continuó comiendo el dango que Haru le había llevado, mirando de reojo al clon junto a ella y admirando lo rápida que era para escabullirse de los demás.

...

Algo malo estaba pasando, algo horrible y su estómago se lo decía. Agudizó rápidamente sus sentidos y ocultó su chakra lo suficiente como le habían enseñado. Miro de lejos como esa gran estructura había sido reducida a escombros, también era conciente de aquellas extrañas llamas color negro rodeando las murallas impidiendo que alguien se acercara. Entendía lo suficiente como para saber que lo había hecho para que nadie, ni siquiera ella, se entrometiera.

Respiro hondo tratando de calmarse, sabía perfectamente lo que estaba ocurriendo ahí, pero el dolor no iba a irse fácilmente. Tenía que aceptarlo, pero aún así dolía.

De pronto sintió esa firma de chakra tan conocida y se preparó, se puso en cuclillas y comenzó a realizar sellos, sin embargo una mano la detuvo. Confundida alzó la vista viendo a esa mujer pelinegra quien miraba hacia la zona de lucha. Si no la conociera tan bien diría que solo estaba aburrida mirando la escena, pero su rostro descubierto la delataba. Tristeza, enojo, impotencia. Se volvió bastante buena diferenciando todo eso en un simple par de labios.

En ese momento sintió miedo de mirar.

Tomo todo el valor que pudo y la escena la dejó helada. Itachi sonreía, sonreía de tal forma que nunca había visto. Tranquilidad, amor, cariño, paz. Y su hermano... Su hermano estaba perplejo, Itachi le dedicó unas palabras mientras que con sus dedos índice y medio tocaba suavemente su frente. Una lágrima salió por sus grandes ojos. El Uchiha mayor perdió estabilidad y cayó al suelo.

El Camino Del Equipo 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora