𝑵𝒂𝒗𝒆𝒈𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 🌷|𝑬𝒗𝒖𝒈𝒐 𝑶𝑻

1. 𝑫𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒂

🥀

Narra Eva

-¡EVAAA!- grita Sam dejando caer sus maletas al suelo y corriendo hacia mí, suelto mi equipaje y salgo corriendo hacia sus brazos riendo, había echado tanto de menos a esta rubia- ¡que ilusión, que guapa estás!- me dice agarrando mi cara con ambas manos, yo salto emocionada y ella me imita.

-tengo tantas cosas que contarte- le digo sonriendo, ella asiente rapidamente y Antón aparece por detrás de mi riendo.

-¿que pasa, no vas a presentarme a esta chica tan guapa?- me dice, ruedo los ojos y me aparto para que puedan saludarse- soy Antón, encantado- Sam se acerca y se dan la mano.

-yo soy Sam- él asiente sonriendo, por supuesto ya le había hablado de ella muchísimas veces, lleva siendo mi mejor amiga desde que tengo uso de razón- vamos, tu madre te está esperando Eva- me dice cargando con algunas de mis maletas, nos montamos en su coche y llegamos a mi casa en cuestión de segundos.
Nos paramos frente al portal de mi casa y llamé al timbre, mis padres me abrieron con una sonrisa de oreja a oreja, parecían los dos muy contentos de volver a verme.
Después de saludarlos decidimos irnos a casa de Sam, allí estaríamos más cómodos además quería reencontrarme con mis amigos de la infancia: Rafa, Anne, Flavio, Anaju, Maialen y Hugo.
Tengo tantas ganas, llevo un año sin verlos, ya que me mudé con Antón a Barcelona por asuntos de trabajo.
Entramos en su casa y a la priemera que veo es a Anaju, está sentada en la mesa con un café y la mirada perdida, al verme se levanta conrriendo y viene a abrazarme.

-¡Eva, que alegría!- me dice acariciando mi espalda en círculos, sus abrazos siguen siendo una maravilla.

-que guapa estás, mira mira, que mofletes- le digo apretándolos, ella se ríe, no ha cambiado nada. Me giro y veo a Rafa mirándome sonriente, me abalanzo a sus brazos y él me coge en el aire, enredo las piernas en su cadera y lo abrazo riendo- ¡Rafita!

-¡Evote!- se ríe girando como una noria conmigo encima, luego me baja y le doy besos por toda la cara- ¿quien es este hombre tan elegante?- pregunta refiriéndose a Antón, sonrío y lo acerco a mí.

-te presento a Antón, mi novio- Rafa le da la mano y le envía una mirada asesina.

-más te vale tener cuidado con mi niña, luego tendremos unas palabritas tú y yo- me reí rodando los ojos, Rafa haciendo de hermano mayor es lo más gracioso que he visto hoy- por cierto mira quien viene por ahí- me dice señalando mis espaldas, me giro confundida y veo al rubio de tatuajes aparecer por la puerta, lleva unos pantalones vaqueros y una camisa suelta, el pelo revuelto como siempre y las manos en los bolsillos. Sonrío y él también lo hace al verme.
Tampoco ha cambiado para nada, la misma sonrisa de niño pequeño y los mismos ojitos achinados cuando se ríe.
Corro hacia él y nos abrazamos, el perfume que tanto había echado de menos se me incrusta en las fosas nasales y sonrío, siempre huele tan bien.

-madre mía no has cambiado nada- le digo cuando termina el abrazo, él me sonríe y se separa un poco para poder mirarme mejor.

-tú si que no has cambiado, ¡mira que nariz por dios!- y ahí está la obsesión con mi nariz. Me río apartando sus manos y le doy un beso en la mejilla, luego siento unas manos en mi cadera y me separo mirando a Antón sonriendo, se inclina y me da un beso en los labios.
Me quedo mirándolo confundida, nunca había estado tan raro.

-hola, soy Antón, que tal- se dan la mano.

-Hugo- dice él, pero la sonrisa se ha borrado de su cara, un aire incómodo se respira en el ambiente- bueno, me voy ya, adiós Eva- lo detengo agarrando su brazo y él se gira de nuevo.

-espera, el lunes vamos a hacer una fiesta en mi casa para celebrar que estamos todos juntos de nuevo, no puedes faltar- le digo, él me sonríe y asiente con la cabeza.

-allí estaré- sonrío y lo dejo ir mientras me giro, todos están hablando de lo que van a hacer esta noche así que me uno a la conversación, aunque mi mente se ha quedado en blanco por completo.