4. 𝑶𝒕𝒓𝒂

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🌵

Narra Eva

Me meto en la cocina para buscar más hielo, es la última vez que hago fiestas en mi casa, esto es un descontrol, y no creo que la gente quiera quedarse a limpiar luego.
De repente unas manos me agarran la cintura con fuerza y alguien me susurra en el cuello.

-hola guapa- me dice con su típica voz ronca, sonrío y me giro despacio hasta mirarlo a los ojos, el rubio me dedica su mejor sonrisa.

-hola- él me sonríe de lado, está empezando a tambalearse un poco, levanto una ceja y le quito la copa que llevaba en las manos- se acabó el alcohol para ti- me río, él pone un puchero y se queja como un niño- compórtate- le digo haciéndome la seria, él me mira desafiante.

-¿y si no qué?- me pregunta con una sonrisa, me muerdo el labio y miro hacia otra parte intentando resistirme. Es increíble como juega con mi pulso con una simple frase.
Me acerco pegándome más a él, me pongo un poco de puntillas para llegar mejor y empiezo a besarle el cuello, él suspira bajando las manos a mi culo- me has hecho prometer que esta noche me portaría bien- me dice cuando nos separamos, me río y agarro el hielo por el que había venido.

-nos vemos luego- hago el amago de irme pero me detiene tirando de mi y sus labios inpactan sobre los mios con rapidez. Cierro los ojos dejándome llevar hasta que escucho unos pasos provenientes de detrás, me aparto de él disimulando y Antón aparece en la cocina con una sonrisa burlona, menos mal que no ha visto nada.

-hola amor, ¿me pones una copa?- me pregunta con una sonrisa, ruedo los ojos siguiéndole el royo y me pongo a servirle la copa- que preciosidad de novia tengo por dios- me dice inclinándose hacia mis labios, me pilla de sorpresa así que tardo en reaccionar, Hugo nos mira desde la esquina molesto, al instante lo escucho abandonar la cocina entre suspiros. Antón se separa de mí y yo empiezo a encontrarme mal, estoy hecha un lío, nunca mejor dicho.
Abandono la cocina un poco mareada, esto que estoy haciendo está mal, necesito hablar con alguien.

-Sam, necesito hablar contigo- le digo casi en un grito, la música está muy alta y los oídos empiezan a pitarme, ella asiente al instante y ambas nos disponemos a entrar en los baños- espera, voy a dejarle mi copa a alguien primero- nunca me he fiado mucho de las fiestas.
Me separo de Sam para buscar a Anaju entre la multitud, cuando paso delante de la pista de baile veo a dos personas vailar muy pegados, todos están grabando o haciéndoles fotos, me pregunto por qué causarán tanto revuelo.
Me acerco un poco más y entonces caigo de golpe en la realidad.
Es mi novio enrollándose con una rubia alta y escotada.
No me lo puedo creer.
Me tapo los ojos con las manos y salgo corriendo de allí, me encuentro fatal, la cabeza me da vueltas y estoy a punto de vomitar todo lo que he comido.
¿Como me hace esto?
En teoría yo también le he hecho algo parecido, pero lo mío es diferente, lo mío no va a llegar a ninguna parte.
O eso creo.
Al momento me choco con alguien dejando caer mi copa al suelo y partiéndose en mil cachitos. No me da tiempo a decir nada cuando unas manos me agarran la cara.

Narra Hugo

Eva se choca conmigo y deja caer la copa que llevaba en las manos, tiene la cara pálida, se la agarro sin entender nada y hago que me mire.

-¿que pasa?- ella mira hacia todas partes distraída, tiene la respiración agitada- ¡Eva!- me mira y una lágrima amenaza con salir de sus ojos. Ella me señala la pista de baile, la miro y entonces veo a Antón enrollarse con una tía, se lo está pasando genial al parecer- cabrón- aprieto la mandíbula, sabía que ese tipo no era bueno para nadie. Volví a mirar a Eva y agarré sus hombros, ella miraba al suelo- vámonos a mi casa- le dije, ya que era el único lugar que podía ofrecerle ahora mismo. Ella asintió y yo la agarré de la mano empujándola hacia la puerta, esquivando a la gente que no se apartaba. Salimos de su casa avanzando hacia mi coche, ella se sentó en el asiento de copiloto y mantuvo la mirada perdida en la ventanilla todo el trayecto, cuando llegamos subimos por el ascensor y entramos en la casa, ella fue directamente hacia el sofá, se sentó allí y se echó a llorar todo lo que había estado aguantando en la fiesta.

𝑵𝒂𝒗𝒆𝒈𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 🌷|𝑬𝒗𝒖𝒈𝒐 𝑶𝑻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora