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Narra Eva
Me levanto aturdida por el ruido de la cafetera, creo reconocer una canción de Leiva de fondo, pero no estoy muy segura de ello, mi cerebro aún no procesa bien la información.
Bajo las escaleras arrastrando mis pies por el suelo y veo al rubio de tatuajes bailando en la cocina mientras prepara el desayuno.-buenos días- lo abrazo por detrás y apoyo la cabeza en su espalda. No sé de donde ha salido esta confianza, pero la verdad es que me encanta.
-buenos días nena- me separo al instante al oír eso, me pongo nerviosa y seguramente esté toda roja- ¿quieres café?
-si, porfa- me siento en la mesa y me pongo a revisar mi teléfono, 10 llamadas perdidas de Antón. Ruedo los ojos y apago el teléfono dejándolo caer sobre la mesa.
-¿que pasa?- me pregunta cuando vuelve con una taza de café en las manos, me encojo de hombros y suspiro dándole un sorbo a mi café- ¿hace falta que le de una paliza a alguien?- me río rodando los ojos.
-no necesito que nadie me proteja- digo para picarlo un poco, él levanta las manos y sonríe.
-está bien, está bien- me río y lo miro con una sonrisa, él le da un sorbo a su café y me mira también- ¿que vas a hacer ahora?
-irme a mi casa, mi madre le dejó dormir allí anoche, dice que estaba muy desorientado...
-no me extraña- asiento con una mueca y cuando me doy cuenta ya he terminado de beberme el café.
-bueno, me voy- él se levanta al instante con un puchero.
-¿ya? ¿Tan pronto?- sonrío acercándome a él, rodeo con mis brazos su cuello y él me abraza.
-gracias por dejar que me quede, y por lo de anoche, eres genial- le digo y me separo un poco para verlo mejor, él sonríe de oreja a oreja como un niño.
-puedes venir cuando quieras- nos quedamos mirándonos unos segundos, su vista conecta con la mía, y después con mi boca, me muerdo el labio nerviosa, mi cuerpo me pide a gritos que le bese, pero mi cerebro dice otra cosa. Estoy por alejarme cuando vuelve a tirar de mí uniendo nuestros labios, sonrío al instante, él pasa las manos por mi espalda mientras dejamos que nuestras lenguas intervengan. Nos separamos sonrientes, empieza a darme besos por el cuello, me río e intento escapar de agarre.
-Hugo- me río, él continúa a lo suyo y baja sus manos por mi espalda baja, no puedo resistirme más y lo separo de mi cuello para atacar sus labios de nuevo. Se siente en el séptimo cielo poder besarlo así.
Cuando siento que la cosa está subiendo de intensidad decido detenerlo- Hugo no creo que esto sea lo mejor- él asiente entre suspiros.-ya, tienes razón- dice- pero me debes uno y lo sabes- me tapo la cara de la vergüenza, él se ríe y me da un beso en la frente- te acompaño a tu casa.
Narra Hugo
Nos subimos al coche entre risas, cada segundo que paso con ella es distinto, siempre tiene esa chispa innovadora que me vuelve loco.
Ni siquiera sé como ha sucedido todo esto, no tengo ni idea de lo que estamos haciendo, pero me alegra hacerlo con ella.
Llegamos al rato y Eva entra en la casa mientras yo aparco unas calles más allá del portal. No me hacía mucha gracia dejarla sola por lo que pueda pasar, pero ella insistió y no me quedó otra.
Al rato entré en la casa y ella me abrió con cara de cansancio.-hola- me acerco a ella para darle un beso en la frente pero noto que se tensa-¿que pasa?- ella agachó la mirada, Antón salió de detrás de ella con una sonrisa burlona, tenía unas ojeras impresionantes, y olía a alcohol barato- ¿aún no se ha ido?- le pregunté en un susurro, ella negó despacio.
-es que le gusta insistir, pero ya se iba, ¿verdad?- él rueda los ojos y se acerca a ella sin reparo.
-cariño, no montes un mundo de esto, fue solo un polvo sin importancia- dice él, lo miro con una ceja levantada, ¿este tio de qué coño va?
Me intento controlar porque sé que soy capaz de hacer cualquier locura.-no me llames así- la miré y sonreí al instante, incluso cabreada está preciosa- y vete de mi casa, no quiero volver a saber de ti- Antón hizo el amago de volver a acercarse a ella colocando las manos en su cintura, pero Eva se alejó al instante.
-oye tio, vete ya- le dije, me estaba empezando a cabrear que la tratase así.
-hombre si es mi amigo Hugo- se ríe como un idiota- ¿qué pasa, que te gusta mi chica?- tenso la mandibula y aprieto los puños, Eva se pone en medio de los dos para evitar pelea y separa a Antón de mí.
-vete, es la última vez que te lo digo- dice ella muy segura, él me echa una última mirada de advertencia- mantén las manos fuera de mi chica- me advierte y se aleja despacio por el pasillo. Eva se gira llevándose las manos a la cabeza, me acerco acariciando su mejilla y ella apoya la cabeza en mi mano.
-es un capullo- le digo y ella abre los ojos para mirarme, tiene los ojos más bonitos del mundo.
Sus labios buscan los míos hasta que los encuentran, otra vez esa maravillosa sensación de besarla. Agarra mi nuca profundizando el beso y yo le rodeo la cintura pegandola más a mí, acaricia mi nuca y sonríe en mitad del beso cuando llevo mis manos a su culo.
Meto una mano debajo de su camisa, estoy por quitársela cuando llaman a la puerta.-mierda- dice Eva separándose al instante, me arreglo rapidamente el pelo e intento disimular un poco, Sam entra por la puerta con una sonrisa.
-uy, hola Hugo, ¿qué haces aquí?- Eva me miró desde detrás esperando a escuchar mi respuesta.
-vine por azúcar, me quedé sin azúcar en mi piso- es lo primero que se me ocurre, agarro el bote de azúcar y me alejo con una sonrisa- nos vemos luego, tendrás que volver a por esto- le digo a Eva casi en un susurro, ella oculta una sonrisa y continúa hablando con Sam mientras desaparezco por la puerta.
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𝑵𝒂𝒗𝒆𝒈𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 🌷|𝑬𝒗𝒖𝒈𝒐 𝑶𝑻
Fanfiction𝑵𝒂𝒗𝒆𝒈𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒚 𝒑𝒊𝒓𝒂𝒕𝒂𝒔 𝒀𝒐 𝒂𝒕𝒐 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒃𝒐𝒔 𝒚 𝒕𝒖́ 𝒄𝒐𝒏𝒅𝒖𝒄𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒎𝒂𝒓 𝒍𝒍𝒆𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒖𝒄𝒆𝒔 𝒀 𝒖𝒏 𝒓𝒆𝒍𝒐𝒋 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒂𝒕𝒊𝒏𝒂 𝒅𝒐𝒔 𝒗𝒆𝒄𝒆𝒔 𝑨𝒍 𝒅𝒊́𝒂 𝒄𝒂𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒗𝒂𝒄𝒊́�...