El chico con sonrisa casi cuadrada sonreía de manera nerviosa a su hermano mayor.
Namjoon estaba sentado frente a él y Hoseok. Su pareja estaba a su lado sudando por la mirada intensa que le dedicaba el hermano de su novio.
—¿Podrían no mirarme así? No los voy a matar ni nada malo chicos. — reprochó el moreno al ver las miradas de terror de ambos.
—No lo harían si no los miraras tu de esa forma— Jin había entrado con una bandeja donde traía cuatro cafés. —Relajate amor, conocemos a Hoseok muy bien como para saber que es un buen chico.
—Pero no muy ordenado, ve su casa le hace falta una buena limpia— miro todo alrededor del lugar donde estaban. La casa de Hoseok.Cuando Tae le había dicho que se mudaría con su novio Namjoon insistió en ir a ver ese lugar para asegurarse que fuera lo suficientemente bueno para que Taehyung viviera ahí.
—La limpiare en seguida— dijo el dueño de la casa con apuro, ante esto Nam no pudo evitar soltar una risa.
—Tranquilo Hope, como Jin dice, se que eres una buena persona. Solo que, como el hermano de Tae es mi deber hablar contigo ahora que son pareja y vivirán juntos.
—¿Eso significa que apruebas la relación verdad?— pregunto con algo de duda el menor.
—Claro que la apruebo— respondió— solo quiero que sepan que vivir juntos no es tan fácil, que van a tener peleas y diferencias, lo único que quiero es que las superen porque esa es la única forma de demostrar que se aman en verdad.
Jin se sentó en sus piernas, no porque no hubiera asientos, pero le gustaba sentarse en su novio. Los chicos ya se habían acostumbrado a eso.
—Nam tiene razón, cuentan con todo nuestro apoyo, solo queremos que sean felices. La vida en pareja no es fácil, pero al mismo tiempo es maravillosa.
—Eso si, cuidado con dañar a mi hermano— amenazó haciendo que Hoseok pasará saliva de manera preocupada.
—No lastimare a Tae, se lo aseguró.
Entre todos se pusieron a ordenar un poco el cuarto. No era mentira, la casa de Hoseok no estaba del todo ordenada, había cosas tiradas, ropa sucia en el piso. Es algo que al chico nunca le importo pues siempre vivió solo desde que se separó de sus padres. Pero ahora tenía en cuenta que debía ordenar mucho más pues compartiría con Tae hogar. Ese chico que le encantaba.
La primera vez que conoció a Taehyung no sabía que era el hermano de Namjoon, lo conoció cuando se toparon en la calle, ambos querían comprar el mismo peluche de alíen. Pero al final enternecido por la cara del chico decidió dárselo.
Ahora eran novios y estaba seguro que no lo dejaría ir.Estaba barriendo la sala con ayuda de Tae. Su novio de vez en cuando tomaba la escoba y finjia que era una gran espada, por su lado Hoseok parecía cantar con ella como si fuera micrófono.
A lo lejos Namjoon y Jin los veían enternecidos.
—Tal para cuál. ¿No lo crees?— Jin miro a su pareja quien lo tomo de la cintura y envolvió en un abrazo. Dejo un cálido beso en su frente y lo vio a los ojos.
—Tal para cuál, como nosotros.
….
Normalmente Yoongi solía vestir con ropas de cuero, color negras o oscuras. A excepción de sus horarios de trabajo donde usaba su uniforme y en la noche donde dormía con pijama o en ropa holgada, ese era su atuendo.Ahora se sentía muy ridículo por estar usando una remera rosa con un unicornio estampado en el frente.
—No lo voy a usar Jimin, deja que me quite está cosa.
Su novio lo observó con una mueca triste mientras volteaba a ver desanimado a la señorita que los estaba atendiendo y le decía que no trajera las demás remeras iguales a esa en otros colores. La señorita entendió y las regreso a su lugar.
—¿Entonces se la van a llevar?— les pregunto a amablemente.
—Por favor Suga— suplico— Tengo uno igual pero azul, van a combinar. Cómo ropa de pareja.
Ante aquella petición la mirada de Yoongi se aflojo. Ropa de pareja…
—Si lo compramos.
Se quitó la remera y la entrego a la señorita para que la pusiera dentro de una bolsa. Jimin lo observaba con sonrisa enorme, le dio un pequeño beso en los labios, algo muy corto, solo un pico. La señorita los observó algo apenada por haber interrumpido su beso. Desvío la mirada.
—Aquí esta— entrego la bolsa con la remera. Yoongi le dio el dinero que correspondía y avanzo tomando la mano de Jimin a la salida.
La señorita tenía la mirada hacia abajo pero la levanto cuando vio a los chicos apunto de salir de la tienda.
—Oigan— les hablo, ellos voltearon a verla— Se ven muy lindos juntos.
Ninguno esperaba esas palabras, sonrieron a la chica y salieron ahora si de la tienda. Cuando estuvieron fuera Yoongi miro la bolsa que llevaba dónde dentro estaba la remera y miro a Jimin divertido.
—Solo veníamos por nuestros zapatos para la boda, no se cómo me convenciste de comprar esto.
—Tal vez es porque tengo un gran poder en ti.
—Ni como negar eso— entraron al auto que estaba estacionado frente a la calle, su auto nuevo. —Bueno ahora debemos ir por los zapatos y a comprar tu nuevo teléfono.
…
El chico de cabello azabache salió de la heladería sosteniendo una paleta de hielo, de fresa, su sabor favorito.Degustó la paleta un buen rato hasta poder terminársela, las había extrañado tanto. Estuvo por mucho tiempo en un lugar donde no podía comer paletas de hielo, bueno, no podía comer nada en realidad.
—¡Señor!— escucho la voz de un chico. Era el mismo que le atendió en la heladería. —Se le olvido su celular— le entrego el dispositivo y con una reverencia se fue de ahí.
Al tener su celular de vuelta reviso sus mensajes. De nuevo no había respuestas, solo lo habían dejado en visto.
Se subió a su motocicleta, una moto negra algo desgastada de las llantas. Se puso su casco y se hecho a andar, sabía a dónde ir.
Cuando llegó a su destino estacionó la moto y bajo de ella. Se quitó el casco y saco su celular. Marco un número que ya conocía de memoria.
<Lamentamos informarle que este número ya no existe>
Frunció su seño y apago el celular frustrado. Había cambiado su número, ahora no podía contactarlo, de todos modos nunca le había respondido las llamadas.Aún así no le importa, lo único que necesitabas saber ya lo sabía. Deslizó su mano a la parte trasera de su pantalón, hizo a un lado el saco que le quedaba largo y tomo la pistola que llevaba.
Con una sonrisa casi macabra, Jungkook miro el edificio frente a él.
—Te encontré Jiminie.
ESTÁS LEYENDO
"No estamos enfermos Jimin" (Y.M)
FanfictionHay un montón de lugares románticos dónde se puede comenzar una historia de amor: el parque, el cine, la escuela... Pero para Jimin y Yoongi fue distinto. Ellos se conocieron en el hospital psiquiátrico de Seúl, desde ese momento sus vidas se entre...